El Córdoba CF y las lesiones: una sangría constante
Córdoba CF
En menos de cuatro meses de competición, el conjunto blanquiverde acumula ya hasta siete convalecencias que sumar a la prolongada baja de Adilson Mendes
El Eibar, otro rival en serios problemas para el Córdoba CF
A la alta exigencia de la competición y los altibajos propios de todos los equipos, el Córdoba CF ha sumado esta temporada como un factor más contra el que luchar los contratiempos físicos. Aunque por desgracia las lesiones son un mal con el que los futbolistas tienen que combatir cada vez en mayor medida, lo cierto es que el conjunto blanquiverde está siendo penalizado de manera notoria en los apenas cuatro meses de competición que han transcurrido desde que arrancó el curso 2025-26 en la Liga Hypermotion. Hasta siete percances físicos de importancia, unidos a la larga convalecencia de Adilson Mendes, ha tenido y sigue teniendo que sortear Iván Ania, en una situación convertida en una sangría que mengua semana a semana las alternativas con las que cuenta el técnico asturiano.
Cuando el Córdoba CF apostó el pasado verano por confeccionar una plantilla notablemente más larga que la de su regreso a Segunda División, una de las razones esgrimidas desde el club fue la previsión de que los problemas físicos acabarían afectando al grupo de manera inevitable. Lo que a buen seguro no esperaban en la comisión deportiva del CCF es que esos contratiempos se acumularan de manera tan notoria en un corto espacio de tiempo, llevando al límite al plantel y al cuerpo técnico, que desde incluso antes de que rodase el balón de manera oficial ha visto mermado el trabajo del día a día por culpa de esas lesiones.
Ya antes de que la competición se pusiera en marcha, el Córdoba CF sufrió un primer contratiempo físico con la lesión de Dalisson, que se perdió las tres primeras jornadas del campeonato liguero por unas molestias musculares que no terminaban de remitir. El mediapunta hispano-brasileño empezó a estar disponible desde la cuarta jornada y poco a poco ha ido afianzándose en el equipo como una opción válida para Iván Ania.
Tampoco pudo empezar la temporada con normalidad Diego Bri. El extremo cedido por el Atlético de Madrid arrastró en las primeras semanas de liga unas molestias físicas que le llevaron a estar inédito en las cuatro primeras jornadas. Para colmo de males, y cuando ya estaba entrando en el equipo de manera regular y con incidencia en el juego, el atacante cayó lesionado en un entrenamiento previo a la visita al Granada. Aquejado de una rotura muscular en el cuádriceps, Bri se ha perdido ya las tres últimas jornadas y su regreso no se espera, como pronto, hasta el primer compromiso de 2026.
Los problemas de la defensa
Importante también fue la lesión que Rubén Alves tuvo en las primeras semanas de competición. El líder defensivo de los blanquiverdes vivió un estreno aciago de temporada, al caer lesionado en el primer partido liguero en el feudo del Sporting de Gijón. De aquel percance tardó en recuperarse cuatro semanas, hasta lograr dejar atrás un problema en la cadera que aún a día de hoy le condiciona en los entrenamientos, pero que al menos le está permitiendo competir con regularidad. Con todo, el zaguero estuvo cuatro jornadas fuera y su equipo lo echó de menos de manera irremediable.
En esa misma línea de centrales, hasta un futbolista exuberante en el plano físico como Fomeyem se ha visto golpeado por el infortunio de las lesiones. El camerunés, que desde la primera semana de competición se convirtió en un fijo para Iván Ania, cayó lesionado ante el Deportivo de La Coruña hace tres semanas y desde entonces acumula ya tres incomparecencias, en una situación que muy posiblemente se alargará como poco una semana más.
Sin abandonar la defensa, Ignasi Vilarrasa representa uno de los casos más sangrantes y evidentes del lastres que están suponiendo las lesiones para el Córdoba CF. El lateral izquierdo, que llegó con la vitola de titular indiscutible, no participa con sus compañeros desde la jornada 10 de liga, habiéndose perdido ya ocho partidos. El motivo no es otro que una pubalgia que le hizo pasar por momentos agudos de dolor y que desde hace más de dos meses le tiene apartado del grupo, inmerso en un proceso de rehabilitación conservador del que todavía le quedan semanas, con la idea de esquivar el paso por el quirófano.
En esa misma demarcación, y de manera paralela a los problemas de Vilarrasa, el Córdoba CF perdió también a Juan María Alcedo. El zurdo tuvo una grave lesión de clavícula en la cuarta jornada de liga y no regresó hasta la jornada 14, cuando ya se había perdido nueve partidos. El gaditano requirió incluso de una operación y un largo periodo de rehabilitación antes de poder ir integrándose al equipo progresivamente, proceso que ya culminó para alivio propio y de su técnico, un Iván Ania que ya le va dando minutos poco a poco.
Théo Zidane, el último en caer
Pero ahí no queda la cosa. La sangría de lesiones alcanzó a Théo Zidane mediada la pasada semana. El centrocampista francés sufrió un percance muscular que le apartó del partido ante el Leganés y que le tendrá fuera de los terrenos de juego hasta el próximo mes de enero. El club ni siquiera ha informado de su situación, pero en el cuerpo técnico saben que su recuperación será cuestión de varias semanas.
Esos siete percances físicos mencionados han ido llegando de manera progresiva e implacable, condicionando de manera importante los planes de Iván Ania en una temporada en la que el equipo ya comenzó sin poder contar con uno de sus principales baluartes en ataque. Y es que Adilson Mendes cayó lesionado en el pasado mes de marzo con un serio problema de ligamentos que aún a día de hoy le tiene en el dique seco, por más que el extremo portugués ya trabaja con sus compañeros y vive el tramo final de su recuperación.
En total, ocho han sido las lesiones de importancia en un Córdoba CF especialmente castigado en esta faceta cuando apenas han transcurrido cuatro meses de competición.
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