El camino para los jugadores jóvenes nunca es sencillo en el mundo del fútbol y el Córdoba CF es un ejemplo claro de lo que cuesta sacar talento de la base y que encuentre el asiento en el primer equipo. El último ejemplo en el conjunto blanquiverdes es el de Fran Gómez. El joven cordobés, después de una meteórica progresión que le llevó a debutar el curso pasado con el primer equipo con apenas 17 años, se ha visto ahora relegado de vuelta al juvenil A, sin parada intermedia en el filial cordobesista.

La irrupción del mediapunta natural de Pozoblanco fue una de las mejores noticias que dejó una temporada aciaga para el Córdoba como la 2019-2020. Gómez recibió la confianza de Raúl Agné para estrenarse en Segunda División B y llegó a ser importante, participando en seis encuentros de liga antes de que el parón por el coronavirus diera al traste con la campaña de los blanquiverdes. El juvenil tuvo también tiempo de debutar en la Copa del Rey, en la derrota ante el Sanse que eliminó al CCF del torneo copero.

Después de esa gran irrupción en el primer equipo y de los elogios que Raúl Agné le dedicó al futbolista, todo hacía presagiar que el pozoalbense tendría un papel importante en el Córdoba B, mirando de reojo incluso al primer equipo. Sin embargo, el cambio en la dirección deportiva ha traído una nueva filosofía al club y Fran Gómez tendrá que seguir quemando etapas a un ritmo más pausado, tratando de aprovechar las oportunidades que le puedan llegar durante el curso pero sin el protagonismo al que parecía destinado.

En muchas de sus comparecencias públicas, el coordinador del área deportiva del club, Miguel Valenzuela, ha dejado claro que la paciencia es uno de los secretos del trabajo de cantera que el Córdoba quiere implantar. El caso de Fran Gómez ejemplifica ese precepto a la perfección. El club confía en sus posibilidades, pero quiere que el jugador no se salte los pasos necesarios para una adecuada formación.

Este verano, el mediapunta de Pozoblanco fue un habitual en los entrenamientos del primer equipo, en los que participaron una docena de chavales del filial y el primer juvenil. Una vez arrancado el curso, parecía que el sitio del habilidoso jugador de 18 años sería el equipo que entrena Germán Crespo, pero lo cierto es que pese a ser un habitual en sus entrenamientos, a la hora de la competición es el juvenil de División de Honor el equipo en el que está jugando.

Este domingo, Fran Gómez lucía el brazalete de capitán en la dura derrota encajada por los blanquiverdes ante el Sevilla FC. Tras unos problemas musculares que le impidieron estar preparado para el comienzo de la competición oficial, el joven futbolista ya disfruta de minutos aunque de momento parece fuera incluso de los planes del filial, un equipo también reforzado este verano con hombres que han incrementado la competencia para los talentos que ya había en la casa.

Pese a lo duro que pueda suponer para Fran Gómez volver a jugar con los juveniles después de saborear las mieles del profesionalismo, a sus 18 años el joven mediapunta sigue representando una de las principales perlas de la cantera blanquiverde. En su último año de juvenil, al de Pozoblanco le llega la hora de tener paciencia, llamar a la puerta del filial con buenas actuaciones en el juvenil y no perder de vista al primer equipo. Un par de pasos atrás con la confianza en que en un futuro cercano se le vuelvan a abrir las puertas del vestuario de El Arcángel.