El Córdoba CF se deja ir en Eibar y afea su final de temporada (4-1)

Córdoba/Ganó el que más lo buscó. El Córdoba CF recibió un severo correctivo en su visita al Eibar en la última salida del año, un partido que parecía propicio para que los blanquiverdes bajasen los brazos a la primera complicación que se le presentara. Y así terminó siendo, pues ya sin nada en juego más que la honra, la falta de tensión defensiva y los flagrantes errores de los hombres de Iván Ania dieron pie a una goleada que hace daño, más allá de que su importancia es escasa, pues haces semanas que el objetivo está cumplido. Pese a ello, el CCF está dibujando un final de curso bastante feo, con tres derrotas y sensación de que la ambición que su entrenador pregona en la sala de prensa no encuentra después el respaldo de los jugadores en el terreno de juego.

Y es que el de Eibar no fue si no un partido más en ese deambular de los blanquiverdes en este tramo final de la temporada. En Burgos ya se vieron concesiones difíciles de asimilar, en casa ante el Mirandés más de lo mismo, y ante el Eibar los errores y la falta de tensión competitiva costaron un serio revolcón que enrarece el ambiente a una semana de las vacaciones. Si Ania decía en las semanas previas que las sensaciones de las últimas jornadas son con las que te vas al verano, su equipo, desde luego, no está acabando el campeonato de la forma más deseable.

En lo que ha sido una constante durante toda la temporada, ya fuera por ausencias obligadas o por decisiones técnicas, Iván Ania introdujo tres cambios en el once inicial del Córdoba CF. Con Marvel cogiendo el sitio del lesionado Rubén Alves, Magunazelaia partió de inicio en lugar de Theó Zidane y Ander Yoldi suplió en la izquierda al ausente por sanción Jacobo. Tres cambios, dos de ellos por obligación, que dejaron bajo mínimos a Ania en lo que a recursos en el banquillo se refiere.

El duelo en Ipurua, entre dos equipos que proponen y que gustan de jugar al ataque, no defraudó desde los primeros minutos, más allá de que en el ambiente y en la actitud de los jugadores se notaba lo poco que había en juego. El cuadro armero, apoyado en un 4-4-2 con mucho dinamismo y dos arietes trabajadores y presionantes, dominó los compases iniciales, en los que Carlos Marín ya tuvo que aparecer con contundencia para salvaguardar su portería. Lo hizo primero a cabecezazo de Pascual en un córner y, dos minutos más tarde, con un disparo de Bautista al culminar una transición de su equipo.

El Córdoba CF, con Pedro Ortiz actuando como mediocentro y Álex Sala de volante por la izquierda, encontró su camino más habitual para hacer daño en ataque con Carracedo como protagonista. No se había cumplido el minuto 10 cuando el extremo logró dejar atrás a su par y sacar un centro a media altura que Obolskii remató de primeras, obligando a Magunagoitia a hacer un auténtico paradón para evitar el tanto de los blanquiverdes.

Esa acción enchufó a un Carracedo que, poco después, estuvo a punto de contactar con Ander Yoldi en otra internada por banda derecha. El partido estaba animado, con ambos equipos dando un puntito más de intensidad en ataque que en defensa, lo que facilitó sobremanera el intercambio de golpes. Así fue como Chema Rodríguez remató un centro de Bautista y obligó a Carlos Marín a detener el balón dejando la mano con firmeza a ras de césped.

Una primera media hora de juego vistosa por ambos equipos dejó paso a un cuarto de hora final bastante peor en lo que a fútbol se refiere. Sobre todo porque el Córdoba CF dio un paso atrás considerable, mostrándose tremendamente impreciso con el balón y poco contundente en su área. Los blanquiverdes empezaron a complicarse la vida demasiado en campo propio y eso permitió que el Eibar tuviera más presencia en los alrededores del área de Carlos Marín.

Golazo de Corpas

Antes de que el partido entrase en un punto de inflexión, sin embargo, fue el Córdoba CF el que pudo hacer gol. Y hasta por partida doble. En una rápida salida de Albarrán desde la izquierda, Obolskii conectó con Carlos Isaac y el disparo del lateral entrando desde atrás lo desvió Chema cuando cogía camino de gol. En el córner que deparó esa acción, Álex Sala recibió de Carracedo y colgó el balón al segundo palo, donde Obolskii cabeceó duro, topándose de nuevo con un paradón de Magunagoitia.

Del posible 0-1 se pasó al 1-0, en una acción que dejó patente la falta de tensión que por momentos acusó el Córdoba CF en Ipurua. Una pérdida absurda de Albarrán en campo propio la aprovechó Corpas para batir a Carlos Marín desde el centro del campo, con un disparo espectacular y colocado, aprovechando que el arquero blanquiverde estaba fuera de sus dominios habituales. El tanto hizo mella en los hombres de Iván Ania, incapaces de reaccionar en lo que quedaba de primera parte.

Si discreta fue la primera parte, peor fue la segunda. Y eso que Ania, nada contento con el desempeño de sus jugadores, buscó dos permutas de inicio, con Théo Zidane y Corbo cogiendo el sitio de Pedro Ortiz y Marvel. Pese a ello, el guion de partido siguió siendo el mismo, con su equipo teniendo la pelota en zonas inertes y el Eibar muy cómodo, logrando generar transiciones con facilidad para inquietar a Carlos Marín.

Pese a todo, el Córdoba CF encontró un chispazo de calidad colectiva que le llevó a equilibrar la contienda. Una transición rápida desde campo propia la condujo Maguna desde la izquierda, girando el juego con acierto hasta el otro costado, donde Théo Zidane habilitó a Carracedo. El extremo apuró la línea de fondo y sacó un centro raso atrás que Obolskii convirtió en gol.

El tanto del empate podía haber animado a los blanquiverdes, si no fuera porque casi en la siguiente acción volvieron a verse por detrás en el marcador. Un balón en largo de Magunagoitia lo ganó Guruzeta de cabeza, habilitando a Bautista, que se sacó de encima a Corbo y batió con facilidad a Carlos Marín.

El mazazo terminó por sacar del partido al CCF, que apenas tuvo la réplica con un disparo de Álex Sala tras un córner que Magunagoitia desvió. Los 20 minutos finales fueron del Eibar, que ya pudo ampliar la renta con un cabezazo de Bautista que Théo Zidane salvó en la línea de gol. Incapaz de sujetar a los centrocampistas del conjunto vasco, el Córdoba sufrió hasta el final, por más que Ania trató de variar ese rumbo con los cambios.

En ese contexto cayeron dos goles más, el primero de Bautista, tras un centro de Cubero para el que el Córdoba CF puso todas las facilidades del mundo. El segundo, llegó en un córner, en el que Chema ganó claramente la marca a Calderón para cabecear a gol. Un final de partido, y de competición, feo e innecesario para un Córdoba CF que tan brillante ha sido por momentos del curso y que pide ya las vacaciones a gritos.