El Córdoba CF mira ya hacia el nuevo curso. Aunque sin avances aún tangibles en lo que a las caras visibles del nuevo proyecto se refiere, el club da poco a poco pasos en su planificación. Y ese trabajo en las oficinas de El Arcángel es uno de los síntomas claros de que la continuidad de Juanito al frente de la parcela deportiva cobra fuerza a cada día que pasa. La figura del gaditano, que quedó tocada tras el descenso a la Segunda RFEF, gana peso para los rectores, que han defendido y defenderán su labor ante la propiedad, con el objetivo claro de poder dotar de cierta continuidad a un proyecto en el que se sigue creyendo, pese al varapalo sufrido en la temporada recién finalizada.

Como era de esperar, la resolución de las eliminatorias por el ascenso a Segunda División ha vuelto a sacar a flote algunos de los nombres que desde hace semanas se relacionan con la entidad blanquiverde. Algunos de ellos caían por su propio peso, al no ser ni siquiera contemplados. Otros, como el caso de David Vizcaíno, que finaliza contrato en el Badajoz, parecen ahora mismo lejos de tener su futuro en El Arcángel, pese a algún contacto informal. Y es que la renovación integral de la dirección deportiva cordobesista que se podía esperar tras descender a Segunda RFEF, puede quedarse en mucho menos de eso.

Fuentes consultadas por el Día reiteran que el escenario que se maneja ahora mismo en el club es el de la continuidad de Juanito como director deportivo, dentro de un departamento que lógicamente sufrirá variaciones y recortes, obligados por la disminución del presupuesto que conllevará el jugar en Segunda RFEF. En ese sentido, la salida de Rafa Sánchez de la entidad ayudará a amortizar un puesto, mientras que parece claro también que Miguel Valenzuela optará por dar un paso al lado, en una decisión tomada desde hace tiempo, al ser el líder y, por tanto, principal responsable del proyecto de ascenso que terminó en fiasco.

Esas dos salidas, una ya concretada y otra que se atisba cercana, reducirían de manera notable una dirección deportiva que podría sufrir alguna baja más, pero en la que apunta a seguir Juanito. La decisión final sobre la figura del gaditano la tomarán los inversores de Infinity, con los que el consejero delegado del club, Javier González Calvo, tiene pendiente una reunión en Bahréin, que muy probablemente se producirá durante la próxima semana.

Pese a que esa toma de contacto presencial se alargará aún unos días, las comunicaciones telemáticas con los propietarios del Córdoba son constantes, y en manos de la propiedad obran ya los informes acerca de la temporada recién finalizada y las líneas maestras del plan propuesto para la siguiente. En ese boceto de lo que será el nuevo curso en Segunda RFEF, según ha podido saber este periódico, la figura de Juanito queda avalada desde el club.

El cambio no termina de convencer

Y es que en la entidad blanquiverde siguen creyendo en el proyecto iniciado hace temporada y media, y también en los hombres que estaban llamados a liderarlo. Todo ello pese a los evidentes malos resultados deportivos. Sin embargo, la perspectiva de un cambio no termina de convencer y en el Córdoba se entiende que, con los lógicos ajustes, la continuidad y confianza en las personas elegidas terminará dando sus frutos.

A Juanito, además, le avala su trabajo diario, elogiado públicamente por Javier González Calvo y constatado en privado por algunos de los que en el día a día trabajan junto a él. También el factor de asumir los errores que han llevado al equipo a perder la categoría, como el hecho de mostrar su predisposición total para trabajar en enmendar esas fallas, asumiendo los recortes que sufrirán los salarios de todos los trabajadores del ámbito deportivo y directivo del club.

Como en todas las decisiones importantes en el Córdoba CF de Infinity, la última palabra la tendrán los dueños en Bahréin. Pero cada día que pasa parece más claro que el futuro de la dirección deportiva blanquiverde no pasa por caras nuevas, y sí por un ajuste entre los técnicos que ya están en la casa, con Juanito a la cabeza.