El último servicio. Tras conquistar el ascenso en Mérida, el Córdoba CF quería cerrar el curso de la mejor manera posible. Los blanquiverdes, debido a la ambición y carácter de Germán Crespo, no se han dejado llevar en ningún momento y han mantenido el espíritu competitivo hasta la jornada final del campeonato en el Grupo IV de Segunda RFEF.

Si el pasado fin de semana el Córdoba CF despidió a lo grande la campaña en El Arcángel, donde nadie ha logrado ganar durante todo este curso, el partido final a domicilio no pudo salir mejor para los de Germán Crespo. Los blanquiverdes controlaron y se hicieron acreedores a sumar los últimos tres puntos del ejercicio en el Municipal Vivar Téllez ante el Vélez. 

Agarrados siempre a un minireto hasta el final, los cordobesistas tenían claro que querían despedir la temporada con un triunfo para ser el mejor conjunto también fuera de El Arcángel. Y lo han conseguido gracias a los tres puntos conquistados en el Vivar Téllez. Un empate o un revés en suelo malagueño los hubieron dejado sin alcanzar este objetivo secundario. Pero no fue así gracias al carácter ganador del Córdoba CF, que demostró su superioridad ante el equipo veleño.

Con el triunfo obtenido, los blanquiverdes suman 31 puntos como visitante. Es el mejor equipo también lejos de El Arcángel y está empatado a puntos con el Mérida, que se impuso a domicilio a Las Palmas Atlético (1-3). Los emeritentes se quedan segundos porque los cordobesistas tienen un balance más favorable entre goles marcados y encajados. 

Con ocho triunfos, siete empates y dos derrotas -la segunda por la alineación indebida de Javi Flores ante el San Fernando-, los blanquiverdes llegan hasta los 82 puntos, de los que 31 fueron a domicilio. Unas cifras notables en una campaña en la que ha disputado encuentros en todo tipo de terreno de juego. De hecho, ante el Vélez, los cordobesistas sumaron su primer triunfo en césped artificial. Lo hizo ante el San Fernando, pero los puntos volaron en los despachos. 

Un carácter ganador incansable jueguen quien juegue. Este domingo, Ale Marín, tocado con una varita mágica en esta recta final de campeonato y disfrutando de su primera titularidad liguera, inició el camino del triunfo ante el Vélez. El broche lo puso Willy Ledesma, que se reencontró con el gol aunque fuese de penalti. El de Torremejía peleó por dar caza a Antonio Casas, que se queda como pichichi del Grupo IV de Segunda RFEF.

Punto y final a una temporada para el recuerdo, en la que los blanquiverdes mostraron su superioridad sobre el resto de rivales. El segundo clasificado, el Mérida, que le arrebató la plaza al Cacereño en esta última cita, se quedó a 20 puntos de distancia. Una barbaridad. El Córdoba CF fue el gran líder y un campeón total que brilló con luz propia en El Arcángel y también a domicilio. Los números así lo avalan.