La experiencia, en el fútbol como en la vida, es un grado. Y eso es lo que el Córdoba CF busca principalmente en este mercado de fichajes en el que debe apuntalar su plantilla si quiere mirar con ambición hacia el arranque de la Primera RFEF. El conjunto blanquiverde mantendrá una buena base del equipo que arrasó en Segunda RFEF, pero a ella debe sumar piezas relevantes y con peso específico en la nueva categoría. El ejemplo perfecto de ese perfil es la última incorporación a la plantilla, un Kike Márquez que llega con el aval de haber vivido ya mil batallas como las que el Córdoba espera afrontar en esta nueva temporada.

El delantero gaditano aterriza en El Arcángel llamado a ser uno de los líderes del equipo de Germán Crespo. Su historial así lo atestigua y asegura veteranía y saber estar en los momentos más exigentes de una categoría tan dura como la Segunda División B, ahora la Primera Federación. Porque si algo se puede decir de Kike Márquez, además de que es un futbolista diferencial a este nivel, es que las ha visto de todos los colores en el tercer escalón del fútbol español, en el que ha alcanzado hasta cuatro fases de ascenso, llegando a firmar dos saltos a Segunda División.

Desde que en 2011 se estrenara en Segunda B con el filial del Betis, Kike Márquez acumula ya diez temporadas en la categoría de bronce, con notables cifras de goles y asistencias a sus espaldas y, lo que es más interesante para el Córdoba CF, un llamativo porcentaje de éxito en los objetivos grupales. El de Sanlúcar de Barrameda fue importante en el filial verdiblanco y, posteriormente, en el Atlético Sanluqueño, antes de firmar por el Cádiz, con quien daría el salto de calidad definitivo.

Con los amarillos peleó por primera vez por el ascenso a Segunda División. Fue en la temporada 2013-2014, en la que superó la treintena de partidos y anotó cinco goles. Una inoportuna lesión le apartó de la fase de ascenso, en la que su equipo le echó en falta, para acabar sin lograr el objetivo. Un año más tarde, Márquez volvió a rozar el salto de categoría con los amarillos, ya siendo protagonista en otra fase de ascenso de la que su equipo no logró salir victorioso.

Esa espina pudo sacársela por fin años más tarde, en el curso 2017-18, cuando convertido en el estandarte del Extremadura logró el ascenso a Segunda siendo un futbolista diferencial que lo jugó prácticamente todo y que hizo una decena de goles.

Kike Márquez, en un amistoso contra el Córdoba CF defendiendo la camiseta del Marbella.

Llegaron entonces los mejores años en lo deportivo para el nuevo jugador del Córdoba, que demostró en Segunda División que tenía el nivel para brillar en la categoría. Tras dos cursos en el segundo escalón nacional, el descenso del Extremadura no le impidió seguir siendo referente en Almendralejo, club que abandonó hace unos meses por su delicada situación económica e institucional.

Impacto inmediato en Albacete

De Extremadura se marchó como un ídolo y lo hizo para buscar otro reto ambicioso con el Albacete. En el club manchego tuvo un impacto inmediato. Se hizo con la titularidad rápidamente y aportó ocho goles y tres asistencias para acabar celebrando en Riazor el segundo ascenso de su trayectoria, en un partido en el que fue titular. Era su cuarta fase de ascenso.

Esas horas de vuelo en partidos de la máxima exigencia son el aval por el que el Córdoba CF ha apostado por su contratación de manera decidida, con un contrato por dos años más otro opcional. La idea de ambas partes es que en ese trayecto haya otro ascenso común que celebrar.