El Córdoba CF encara este domingo una nueva oportunidad para reencontrarse con la victoria. Los blanquiverdes, en el segundo partido de Manuel Mosquera como técnico, visitarán al Rayo Majadahonda en busca de tres puntos que les permitan reengancharse a la pelea por el play off y que sirvan también para dejar atrás esa losa que les mantiene sin ganar lejos de El Arcángel desde el pasado 8 de enero.

Fue ante el San Fernando, en el primer partido del año natural, cuando el Córdoba sumó por última vez tres puntos como visitante. Desde entonces han sido siete las salidas para el conjunto cordobesista, saldadas con cuatro empates y tres derrotas. Un bagaje horroroso que le costó el puesto a Germán Crespo y que ahora Manuel Mosquera debe enmendar si no quiere que el efecto revulsivo de su llegada quede anulado a las primeras de cambio.

Después de iniciar su andadura en el banquillo del Córdoba con un empate ante el Alcorcón, la victoria en Majadahonda es ya obligada para Manuel Mosquera y los suyos, que tendrán que dominar una serie de claves para salir del Cerro del Espino con tres puntos vitales en el zurrón:

La portería a cero

Parece de perogrullo señalar que el camino más corto hacia la victoria es dejar la meta propia imbatida, pero es algo que al Córdoba le está costando mucho últimamente. Cinco encuentros consecutivos lleva el conjunto cordobesista encajando gol y esa es una losa que le ha impedido ganar.

Ante el Alcorcón, el equipo dio un paso al frente en el aspecto defensivo, pero aún así se vio batido. Eso sí, la forma en la que minimizó al líder de la categoría hace que el cordobesismo pueda agarrarse a esa solidez mostrada por los suyos como un argumento para creer. Sacar los tres puntos de Majadahonda y hacerlo sin encajar gol sería el binomio perfecto para ver el tramo final de competición con mucho más optimismo.

Un escenario de partido cerrado

Ante el Rayo Majadahonda al Córdoba le espera un guion de partido bastante similar al que ya se vio ante el Alcorcón. Por un lado, porque Manuel Mosquera plantea ese tipo de encuentros cerrados en los que la prioridad es no equivocarse para crecer desde la defensa y aprovechar cualquier despiste del rival para hacer la diferencia. Por otro, porque tanto el CCF como su rival llegan en una dinámica horrible en ataque.

Los majariegos han perdido sus tres últimos partidos y lo han hecho sin hacer gol. En ese mismo periodo, el Córdoba ha materializado solo dos dianas y tampoco le sirvieron para demasiado, pues solo sumó un punto. Con esos antecedentes, cabe esperar un partido apretado en el marcador y en ese contexto mantener la concentración y evitar errores será vital.

Un rival frágil en defensa

Un aspecto que el Córdoba debe aprovechar a toda costa es la fragilidad defensiva del Rayo Majadahonda. El conjunto madrileño no es, ni de lejos, uno de los que mejor defienden de la categoría. De hecho, aunque ha mejorado en ese aspecto, es con 45 goles en contra el segundo equipo más endeble en ese apartado. Solo el Ceuta, con 47 tantos, ha encajado más.

Otra dato muy a tener en cuenta es que el Rayo Majadahonda es el equipo que más veces ha empezado perdiendo en sus partidos. Hasta en 22 de las 32 jornadas consumidas ya se vio por debajo en el electrónico. Eso, unido a esa solidez perseguida por el Córdoba, puede dibujar un guion de partido muy favorable si los blanquiverdes son capaces de dar primero.

Mejorar con balón

Para despejar ese camino hacia la victoria, el Córdoba tendrá que mostrar una versión de sí mismo muy mejorada respecto a la que se vio ante el Alcorcón. El principal déficit a pulir es el manejo del balón, escaso y deficiente en el estreno de Mosquera como técnico blanquiverde. El técnico gallego es consciente de que ahí estuvo el principal lunar de su equipo y ha trabajado a conciencia durante la semana para mejorar en dicha faceta.

Una mayor gestión del balón debe llevar al Córdoba a incrementar sus malos números de ataque en los últimos meses. Los blanquiverdes han reaccionado en defensa, pero con eso no basta. Ahora toca que el esférico no sea un cuerpo extraño para un equipo con capacidad de tratar bien la pelota y futbolistas con calidad y criterio para hacerlo.

Un rendimiento más sostenido

Ante el Alcorcón, al Córdoba se le achacó cierto conservadurismo a la hora de atacar el triunfo, que no fue sin embargo más que incapacidad para meter mano a un rival bien plantado y que aguantó la batalla en todo momento sin pestañear.

El bajón físico que experimentó el CCF en el segundo tiempo ante los alfareros es hasta cierto punto normal, entendiendo que aplicar el plan del nuevo entrenador provoca esfuerzos peor medidos y, por consiguiente, un excesivo desgaste que acaba pasando factura. Con una semana más de trabajo bajo las premisas de Manuel Mosquera, el conjunto blanquiverde debe ofrecer ya en Majadahonda un rendimiento más sostenido, sin tantos altibajos, pues los partidos duran 90 minutos y puede tanto perderse como ganarse en ese tramo final que tanto costó ante el Alcorcón.