El inmaculado camino del Córdoba CF en Primera Federación tras su exhibición en Segunda RFEF el curso pasado tiene un claro protagonista en el banquillo de El Arcángel: Germán Crespo. El técnico granadino, que empezó su andadura en el primer equipo en el tramo final del curso 2020-21, es la piedra angular de un proyecto que camina con paso firme en su intento de regresar al fútbol español. Y es que desde que el preparador nazarí agarrase las riendas del CCF, los números hablan por sí solos, con cifras nunca vistas en el club de El Arcángel.

Germán Crespo va camino de sus 50 primeros partidos oficiales como técnico del Córdoba CF. El granadino se ha desenvuelto con su equipo en Segunda RFEF, en Primera Federación, en Copa RFEF y hasta en Copa del Rey. En concreto, son 48 los duelos que suma el granadino después de la visita a la Cultural y Deportiva Leonesa del pasado domingo, con un estratosférico balance de 37 victorias, ocho empates y solo tres derrotas. Su equipo, además, ha hecho 116 goles y solo ha encajado 36.

Los números acumulados por Germán en el banquillo del Córdoba resultan aún más impactantes si se atiende al 77% de victorias que acumula el técnico. Es decir, tres de cada cuatro partidos de su CCF han acabado con victoria para los blanquiverdes, con una media de 2,4 goles por partido y de solo 0,75 goles encajados por duelo. Registros apabullantes que están sirviendo para escribir las páginas más doradas en los más de 60 años de historia de la entidad.

Todo ello, teniendo en cuenta que el camino de Germán Crespo como técnico del primer equipo del Córdoba CF empezó de una manera bastante complicada y con las peores perspectivas. El técnico llegó al club de El Arcángel en el verano de 2020 para encargarse del filial, pero el 19 de abril de 2021 tuvo que dar el salto al primer equipo después de que Pablo Alfaro fuese destituido, cuando solo faltaban tres jornadas para cerrar el curso en Segunda División B.

Meses antes, Juan Sabas había fracasado en su intento de guiar al CCF hasta la Segunda División y acabó destituido por la vía rápida. Tras un leve repunte con Pablo Alfaro, el Córdoba volvió a caer en picado y el proyecto deportivo de Infinity pendía de un hilo. La dirección deportiva -en aquel momento encabezada todavía por Miguel Valenzuela- apostó por Germán Crespo como solución desesperada para tratar de frenar la caída a la Segunda RFEF de un equipo con mimbres, pero que había entrado en una dinámica muy negativa.

De la noche a la mañana, Crespo se vio en la tesitura de parar la caída libre del Córdoba y su debut dejó un decepcionante empate ante el Tamaraceite (1-1) en El Arcángel que prácticamente enterraba las opciones de su equipo de conseguir una plaza en Primera Federación. Posteriormente llegarían las victorias ante la Balona (0-5) y el Cádiz B (2-1) para cerrar el curso de manera digna, pese al fracaso que supuso caer a la cuarta categoría del fútbol español.

El punto de inflexión

El mazazo fue enorme. Miguel Valenzuela abandonó el club evidenciando el fracaso de su proyecto deportivo. Después de semanas de incertidumbre, desde Bahréin se dio luz verde a la continuidad de Javier González Calvo y de Juanito como los líderes del proyecto de Infinity en el Córdoba CF. Y ahí llegó el punto de inflexión que iba a cambiar la dinámica del club de manera radical. Contra todo pronóstico, cuando lo más sencillo era buscar un técnico nuevo que liderara un proyecto de obligado ascenso, el club apostó por Germán Crespo.

Aquel final de temporada, en el que su equipo ya mostró un cambio de talante y un fútbol más ambicioso, fue determinante para que los rectores se decidieran por el granadino como la bandera del equipo en Segunda RFEF. Para Crespo, el reto era complicado, porque el ascenso se veía como una obligación y cualquier desviación de ese camino hubiera supuesto un fracaso sonado.

El granadino respondió a ese objetivo que el club le planteó con la mejor temporada que se recuerda en El Arcángel. En 40 partidos entre liga, Copa del Rey y Copa RFEF, el CCF logró 30 victorias, siete empates y solo tres derrotas. El equipo se quedó cerca de los 100 goles (hizo 94) y reenganchó a su afición con un fútbol valiente y divertido que le otorgó el ascenso por la vía rápida.

El récord de Lucas Alcaraz

Ahora, en Primera Federación, Crespo está consiguiendo lo que parecía un imposible, al mejorar incluso los registros que su equipo estableció el curso pasado. Tras un inmaculado arranque de temporada, el Córdoba es ya el único conjunto con pleno de victorias y domina los registros de goles a favor y en contra.

Pero más allá de este comienzo de curso, los números globales de Germán Crespo empiezan ya a dibujar una etapa que será difícil de superar en la historia del club de El Arcángel. En 48 partidos, el CCF ha ganado 37 duelos (el 77% de ellos), con ocho empates y solo tres derrotas. Ha hecho, además, 116 goles, encajando solo 36. Cifras para la historia que ponen al entrenador granadino en el camino de igualar otro registro muy llamativo.

Y es que en los 68 años de historia del Córdoba CF, solo un entrenador ha conseguido empezar y acabar dos temporadas de manera consecutiva. Lo hizo Lucas Alcaraz, entre 2009 y 2011. Más de una década después, un paisano suyo como Germán Crespo va en la misma senda, batiendo récords a cada paso que da su equipo.