No era una tarde de domingo cualquiera. Jugaba el Córdoba CF. El sol pegaba en Preferencia y El Arcángel, una vez más, quería ver jugar a su equipo, el líder. Otro domingo más competía sobre el césped del feudo cordobés esa escuadra imparable que parece no tener rival en la categoría, y, una jornada más, demostró que se trata de una realidad. Los de Germán batieron un nuevo récord. Otro más. De esos que marcan historia en el club.

Y es que, a esta undéimca jornada el cuadro cordobesista llegaba con 16 encuentros oficiales seguidos sin perder. 13 partidos de esta temporada sumando los nueve de competición liguera ya disputados y los cuatro de Copa Federación, más los tres partidos disputados en el tramo final de la pasada campaña en los que lograron un empate y dos victorias desde la derrota ante el Cádiz B a domicilio (2-0) el 18 de abril de 2021. Ante el Cacereño, podían volver a marcar la historia del club y lograr 17 choques invictos, registro récord del club que se batió en 1988 y en la temporada 1998-1999, esta última acabó con el ascenso a Segunda División en Cartagena.

Como de costumbre, los de Germán Crespo lograron igualar este registro histórico y están entre los mejores años de la historia blanquiverde. Parece fácil, pero no lo es. Y el último encuentro en El Arcángel fue prueba de ello. Porque al Córdoba CF le costó cogerle el pulso al cuadro extremeño. Esta vez sin tifo en la grada, gastado en la semifinal de Copa del miércoles, pero con el empuje de la afición como viene siendo pieza clave esta temporada en el fortín cordobés. Y es que su equipo este año les está dando alegrías y mucha tranquilidad. Sobre todo eso, tranquilidad. Como la que tuvo Willy para, al ecuador de la primera mitad, recibir en el corazón del área y a la media vuelta colocar el esférico en la escuadra.

Primer golazo de la tarde. Faltarían bastantes más de este Córdoba sin oponentes en Segunda RFEF. Aunque no en una primera parte algo más trabada. Era suficiente con el tanto de Willy, aunque todos querían su premio. Principalmente la grada, ansiosa por celebrar goles y por agradecer a los suyos el esfuerzo. Como a De las Cuevas, al que un golpe en la cabeza en el terreno de juego justo antes del descanso le obligó a ser sustituido y eso hizo que durante el rodeo que dio al campo fuese ovacionado, como si de un torero se tratase.

La ola vuelve a El Arcángel

En su lugar entró Antonio Casas. La ocasión que tuvo la transformó en un trallazo directo a la escuadra. Segundo gol. El rambleño se la dio minutos después a Adrián Fuentes al desmarque. Primer balón que tocó el delantero y no falló en el uno contra uno. La apisonadora blanquiverde se puso en marcha y todos saben que cuando eso ocurre no hay marcha atrás. Cuando huele a goles ahí suele aparecer Willy. Doblete y 4-0 en el 66'. De Fondo Norte a Fondo Sur el partido pasó a ser una fiesta. El campo al completo hacía la ola. Todos enchufados, la comunión perfecta.

Una goleada más a la que también se sumó Luismi con el quinto gol. Nada nuevo. Los récords saben mejor así, aunque incluso pasan desapercibidos. la cosa está clara. El ascenso en mente y el camino correcto. Pero hasta que llegue ese deseado día en el que el Córdoba  certifique matemáticamente su ascenso a la Primera RFEF, los de Germán Crespo se encargarán de seguir haciendo que esta temporada sea recordada por todos. De récord en récord. El próximo partido podrían ser el que superen todos los registros y cumplan 18 partidos sin caer derrotado seguidos. Aunque eso deberán lograrlo la semana que viene ante el Villanovense. Mientras tanto, a disfrutar.