El Córdoba CF zanjó con un triunfo y sonrisas en la grada de El Maulí una semana bastante negativa en lo que a relaciones entre los clubes se refiere. El choque en Antequera terminó de confirmar la ruptura de relaciones entre ambas instituciones provocada por la polémica candente durante días en torno al precio de las entradas para la afición visitante, que finalmente hizo acto de presencia en el feudo antequerano, aunque con menos presencia de la que cabía esperar.

Entre los algo más de 700 seguidores del Córdoba CF que siguieron el partido en uno de los extremos de la Preferencia de El Maulí se sentó la plana mayor del conjunto cordobesista, con Antonio Fernández Monterrubio -el consejero delegado- a la cabeza, acompañado de los miembros de la dirección deportiva (Juan Gutiérrez Juanito, Raúl Cámara y Javi Flores). Un gesto de apoyo hacia los fieles seguidores blanquiverdes que acompañaron a su equipo pero sobre todo de desplante hacia la directiva del Antequera.

Y es que la semana ha sido larga y tensa entre ambos clubes desde que se confirmó que el Antequera iba a cobrar 20 euros a cada seguidor blanquiverde que quisiera viajar junto a su equipo. En un cruce de acusaciones públicas del que ambas entidades salieron malparadas, lo que quedó claro es que la buena relación que existe entre dos clubes separados apenas por 100 kilómetros ha quedado aparcado, sin que eso, afortunadamente, se tradujese en cualquier incidente entre ambas hinchadas.

Y es que Ángel González, el presidente del Antequera, ya escenificó en unas declaraciones a Canal Sur Radio Córdoba durante la semana su enfado ante las acusaciones que el Córdoba CF había lanzado sobre su club. González fue muy crítico con Monterrubio, focalizando en el consejero delegado de la entidad cordobesista el foco del problema que había surgido y tachando su actitud de irresponsable.

Era la contestación a ese comunicado en el que el Córdoba CF se desmarcaba de la venta de las entradas visitantes y denunciaba un trato "claramente discriminatorio" a su afición, a la que se le fijó un precio de 20 euros en El Maulí cuando los seguidores antequeranos habían pagado 15 euros en la primera vuelta para asistir a la Preferencia de El Arcángel.

El desenlace de todo el embrollo se podía intuir, pero terminó de confirmarse cuando para sorpresa de los presentes en la grada los responsables del Córdoba CF se acomodaron para seguir el choque en Preferencia. Una imagen triste que escenifica el divorcio entre dos clubes cercanos. Afortunadamente, ese desencuentro entre directivas no se tradujo en incidentes entre los aficionados.

El ambiente, eso sí, no fue distendido ni mucho menos. De hecho, durante el partido hubo reproches con sorna por parte de la afición cordobesista cuando su equipo ya mandaba en el marcador, que fueron contestados por los locales recogiendo rápidamente el guante. Un pique que no pasó a mayores. por fortuna.