El Córdoba CF recupera a Canario para visitar al Mérida
Córdoba CF
El extremo se ejercitó con normalidad con sus compañeros y volverá al equipo un mes después
Javi Flores, Ekaitz Jiménez, Felipe Ramos y Carlos Puga siguen fuera de la dinámica grupal
Los cinco retos de Antonio Fernández Monterrubio en el Córdoba CF
Mientras en el club se abre una nueva etapa con la llegada de Antonio Fernández Monterrubio, los futbolistas del Córdoba CF trabajan en la preparación del penúltimo partido de liga, que llega este sábado ante el Mérida. Ya casi sin objetivos por los que pelear y con la vista puesta en que el curso termine lo antes posible, la novedad entre los componentes de la plantilla fue el regreso de Canario al trabajo con sus compañeros, lo que hace pensar que podrá estar en la convocatoria para el partido en el Romano José Fouto.
La presencia del extremo palentino fue lo más llamativo de una sesión con poca intensidad, propia de un equipo que ha perdido ya cualquier ambición por sacar adelante los partidos. Canario cayó lesionado en Majadahonda, donde el Córdoba jugó y perdió el pasado 23 de abril. Desde entonces, el atacante se ha perdido cuatro encuentros por una lesión muscular de la que ya parece recuperado. Su regreso abre a Manuel Mosquera una alternativa más para su once inicial. El técnico gallego sigue trabajando con la intención de, al menos, no despedirse del Córdoba sin haber conseguido una victoria.
Y si Canario fue la noticia positiva respecto a los jugadores que estaban lesionados, la negativa la protagonizaron Ekaitz Jiménez, Javi Flores y Felipe Ramos, que se ejercitaron al margen del grupo y que tienen prácticamente imposible estar listos para el partido del sábado ante el Mérida. Los tres calentaron junto al resto de sus compañeros pero rápidamente pasaron a trabajar fuera del grupo, a las órdenes de Miguel Ángel Moriana, y a un ritmo que no hace indicar que puedan estar aptos para jugar en la visita al Romano José Fouto.
En Mérida tampoco estará Carlos Puga, que ni siquiera hizo acto de presencia en la Ciudad Deportiva. El granadino sigue con esos problemas de pubis que se han agudizado en el tramo final de la temporada y que van a provocar que se despida del Córdoba sin jugar en el último mes de competición. Su cantada salida del club ha coincidido con el empeoramiento de su pubalgia, una dolencia de difícil tratamiento y cuya convivencia con la competición depende mucho de la tolerancia al dolor de la persona que la padece. Al no existir una evidencia de que el jugador no puede jugar, las suspicacias sobre su implicación con el equipo están en boca de los aficionados, si bien desde los servicios médicos de la entidad aseguran que el problema físico es real y que el jugador sigue sin encontrarse preparado para trabajar con normalidad.
Poco más que una pachanga
Al margen del regreso de Canario y de las diferentes ausencias, el entrenamiento del Córdoba dejó la sensación de que la temporada está ya finalizada para un equipo que tacha los días en el calendario, uno a uno, pensando ya en las vacaciones y en olvidar una temporada decepcionante en El Arcángel.
Consciente de que ya poco puede hacer para evitar la desidia, incluso el cuerpo técnico que comanda Manuel Mosquera parece haber bajado ya los brazos. El gallego, que llegó al club hace mes y medio con una energía desbordante para intentar contagiar a la plantilla, ha adecuado ya sus sesiones de trabajo a una intensidad propia de un equipo de categorías inferiores. Y es que a estas alturas nadie parece encontrar ya la motivación para seguir peleando por los triunfos.
De hecho, fue significativo que el entrenamiento del Córdoba en la Ciudad Deportiva se desarrollase sin la presencia de ningún miembro del club, más allá del delegado del equipo, Julio Cruz. Es más, ningún aficionado se acercó a una sesión que apenas presenciaron algunos periodistas. A nadie se le escapa que, a estas alturas, las miradas no están ya sobre el césped.
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