Córdoba CF

Los cinco retos de Antonio Fernández Monterrubio en el Córdoba CF

Antonio Fernández Monterrubio, el día de su despedida como director general del Granada.

Antonio Fernández Monterrubio, el día de su despedida como director general del Granada. / Antonio L. Juárez

El desembarco de Antonio Fernández Monterrubio en el Córdoba CF es inminente. El nuevo consejero delegado del club blanquiverde tomará posesión de su cargo y comenzará a trabajar de forma presencial esta misma semana, después de que los propietarios del club optasen por finalizar la vinculación con Javier González Calvo y abrir una nueva etapa en la entidad que adquirieron en diciembre de 2019.

El nuevo hombre fuerte de Bahréin en el club llegará con objetivos que debe atender con urgencia para echar a andar su periplo en la entidad, como el relanzamiento del proyecto deportivo o la búsqueda de vías para reducir el déficit que sigue arrastrando el Córdoba CF. Otros, menos urgentes, pero igualmente importantes, pasan por recuperar a la masa social después del último y duro desengaño, así como culminar el eterno caballo de batalla del club: la cesión de El Arcángel.

Todo ello, compaginado con el mantenimiento de la posición referencial que el club cordobesista tiene en la ciudad y la provincia, uno de los legados más importantes que dejan González Calvo y su equipo de trabajo después de tres años y medio en los que se tendieron numerosos puentes que habían sido quemados en etapas anteriores.

Con tiempo por delante antes de que finalice el ejercicio actual, estos son los principales retos que enfrenta Antonio Fernández Monterrubio en su desembarco en el Córdoba CF:

Relanzar el proyecto deportivo

A la vista está, por todo lo que un fracaso deportivo ha generado en el Córdoba CF, que la prioridad siempre se sitúa en lo que suceda en el terreno de juego y con el primer equipo como protagonista. Si algo se le puede achacar a Infinity en esta primera etapa de su proyecto en el club es que los resultados deportivos no han ido en consonancia con el crecimiento del club en el resto de ámbitos que lo conforman. Y eso es un problema grave, toda vez que el estatus deportivo del club determina de manera decisiva aspectos fundamentales como el volumen de ingresos o la adhesión social a la entidad.

Para que el Córdoba pueda seguir haciendo girar la rueda de la inversión decidida desde Bahréin, es fundamental que el proyecto avance en el plano deportivo. Un ascenso desde Segunda RFEF y la consecución de una Copa RFEF son premios menores para un club que ansía estar en el fútbol profesional, que es el hábitat en el que resulta viable mantener las estructuras actuales sin poner en riesgo la salud económica de la compañía.

En el apartado deportivo, Fernández Monterrubio tendrá que empezar por definir la estructura con la que trabajará. El primer melón por abrir es la continuidad o no de una dirección deportiva encabezada por Juanito y Raúl Cámara que tiene dos años más de contrato. Los técnicos llevan semanas trabajando de cara a la próxima temporada y su predisposición para continuar en la entidad es máxima, aunque la última palabra la tendrá el nuevo consejero delegado. No sería para nada de extrañar que, para arrancar su andadura en el club, prefiera rodearse de un equipo deportivo de su total confianza.

Una vez que ese asunto quede resuelto, el siguiente paso será la contratación de un entrenador que arranque el próximo curso, pues la etapa de Manuel Mosquera en el club finalizará en apenas dos semanas. Esa es otra vía que la actual dirección deportiva tiene avanzada, al igual que la contratación de algunos jugadores, como el caso del cordobés Adri Castellano. Habrá que ver, por tanto, en qué situación quedan Juanito y Cámara, y si algunas de las operaciones cerradas a futuro por ellos son asimiladas por el club en caso de cambio en la estructura.

Reducir el déficit

Íntimamente ligado al plano deportivo irá el económico, los dos ejes que sostienen a un club de fútbol. El Córdoba CF es una institución compleja, de grandes estructuras que generan unos costes importantes. Y ese estatus es inviable si el equipo se ancla en la Primera Federación. Solo bajo el amparo del fútbol profesional, y gracias a los significativos ingresos por derechos televisivos, tiene sentido a medio y largo plazo un organigrama como el que tiene el club de El Arcángel.

Como bien señaló González Calvo en su despedida, el déficit que el club soporta en las últimas temporadas, unido a la perspectiva de -al menos- otro año de importantes pérdidas, ha sido uno de los factores diferenciales a la hora de que Infinity optase por un cambio en la dirección del club. ¿Quiere decir eso que los inversores ya no estén dispuestos a poner dinero? No necesariamente, pero sí se intuye que el club tendrá que apretarse el cinturón más que nunca y rentabilizar cada euro que entre en sus arcas.

En ese sentido, la tarea para Fernández Monterrubio no es nada sencilla. El Córdoba CF ingresa actualmente unos dos millones de euros en conceptos publicitarios y de patrocinio, una cantidad que está muy por encima de los poco más de 100.000 euros que encontró Infinity por ese concepto a su llegada al club. Pese a ese buen trabajo económico, el déficit reconoció por González Calvo en esta última temporada se va hasta los 2,7 millones de euros.

Los números, por tanto, señalan que el actual proyecto del Córdoba CF no es viable fuera del fútbol profesional, por lo que el nuevo consejero delegado tendrá que encontrar el siempre difícil equilibrio entre el mantenimiento por parte de los inversores de una sólida apuesta económica y el aprovechamiento máximo de los recursos que permita aliviar esa carga deficitaria que empieza a pesar en Infinity. Sin duda, será el gran reto del nuevo dirigente blanquiverde.

Culminar la cesión de El Arcángel

Otro de los ejes del proyecto blanquiverde se centra en las infraestructuras. Con la situación de la Ciudad Deportiva normalizada a largo plazo y la idea latente de poder construir una nueva más adelante, todas las miradas se centran en la cesión de El Arcángel.

Esa operación, que es prioridad para Infinity desde que aterrizó a finales de 2019 en el club y que se está eternizando, queda en una posición bastante avanzada a la salida de González Calvo del club. De hecho, los técnicos del club estaban en la fase final de redacción del ambicioso proyecto que el Córdoba CF quiere presentar a la Gerencia Municipal de Urbanismo, acorde a las exigencias del pliego de cesión que el Ayuntamiento debe plantear.

Contar con la cesión del estadio permitiría al Córdoba multiplicar sus ingresos, más allá de la categoría en la que milite su primer equipo. Su importancia, por tanto, es estratégica en el proyecto. Y más si se tiene en cuenta el ambicioso plan del club, que apuesta por reconvertir toda la zona de El Arenal en un lugar de ocio y disfrute para los cordobeses durante todo el año. En este apartado, Antonio Fernández Monterrubio podrá aprovechar todo lo avanzado, pero debe culminar un proceso que sus nuevos jefes quieren ver plasmado cuanto antes.

Sanar la fractura social

Tarea también importante para el nuevo CEO del Córdoba será la de recuperar a la masa social. La nefasta temporada cosechada por el equipo ha vuelto a alejar a muchos aficionados del estadio, hastiados por la forma en que el equipo pasó del primer puesto a quedarse sin opciones de pelear por el ascenso. Ese nuevo varapalo, unido a los que aún se recuerdan, ha llevado al desencanto a buena parte de la masa social del club.

Tanto es así que la próxima campaña de abonos está amenazada de muerte sin todavía haber visto la luz. El club tendrá que plantear una estrategia bastante agresiva de precios o colocar caras muy llamativas al frente del proyecto deportivo para que la afición mantenga su apuesta en la medida en que venía haciéndolo, con más de 13.000 abonados en el curso que está a punto de finalizar. Ese apoyo masivo es una de las grandes potencialidades que tiene este club y misión del nuevo consejero delegado será mantener ese sentimiento vivo entre la sociedad cordobesa.

Mantener los lazos con ciudad y provincia

Para que el Córdoba CF siga estando presente en el día a día de los cordobeses, mantener el buen estatus fraguado en estos últimos años es fundamental. El trabajo social y de implantación en la ciudad es uno de los grandes logros de Javier González Calvo y su consejo de administración. El club es ahora parte de prácticamente todos los eventos importantes en su ciudad, ha realizado guiños a la misma en varios de los diseños de su camiseta y mantiene unas excelentes relaciones con todas sus instituciones públicas.

En la provincia, además, el Córdoba ya no es ese club al que mirar con recelo o indiferencia, fruto del acercamiento a las canteras del fútbol cordobés que se ha llevado a cabo de manera paulatina, mediante la firma de convenios de colaboración que facilitarán que, en los próximos años, el club más importante de la provincia pueda nutrirse de todo el talento de su tierra con más facilidad.

El mantenimiento y mejora de ese aspecto social del proyecto de Infinity, aparentemente secundario, será sin embargo fundamental para que el club pueda potenciar todas sus áreas siendo referente en su entorno más cercano. Otro punto importante a atender por Fernández Monterrubio, el nuevo hombre fuerte de un club que arranca ahora una nueva etapa.

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