Córdoba CF - UD Melilla | La Crónica

El Córdoba CF se divierte a costa del Melilla (4-0)

Simo celebra el primer gol del Córdoba CF ante el Melilla. Simo celebra el primer gol del Córdoba CF ante el Melilla.

Simo celebra el primer gol del Córdoba CF ante el Melilla. / Miguel Ángel Salas

Escrito por

· Rafael Cano

Redactor

Diversión y goles en El Arcángel. El Córdoba CF solventó por la vía rápida la visita del Melilla, dejando patente de principio a final el abismo que hay entre el nivel de ambos equipos y cumpliendo con su obligación sin dar la más mínima opción al cuadro norteafricano de arañar algo positivo en el feudo blanquiverde. Más que los tres puntos, con los que se podía contar atendiendo a la diferencia entre ambos equipos, lo más positivo del duelo ante el Melilla es la contundencia con la que se empleó el conjunto cordobesista, síntoma de que sigue en una magnífica forma cuando se acerca el tramo decisivo del curso.

Los de Ania están siendo muy fiables, y ese es el mejor aval ahora que todos los rivales se juegan la vida. Para muestra de lo complicado que ahora ya es cada partido, los dos puntos que se dejó en casa el Ibiza y que acercan al Córdoba a la segunda plaza, o las dificultades del Castellón para derrotar por la mínima al Atlético Baleares. Con todos los equipos apretando, ver al Córdoba CF castigar al Melilla con esa solvencia es el mejor augurio.

A nadie sorprendió que el partido transitara desde los primeros minutos por el camino que lo hizo. El balón fue del Córdoba desde el pitido inicial y el Melilla, pese a que Sabas advirtió en la previa que su equipo sufriría mucho si se encerraba en El Arcángel, lo cierto es que los azulillos pronto replegaron líneas y se atrincheraron en campo propio, dibujando un partido unidireccional desde el primer momento.

Iván Ania, consciente de que el partido transitaría por esos derroteros, introdujo cambios con bastante lógica en su once inicial. Comenzó retocando su equipo desde la zaga, dando galones a Martínez para iniciar el juego con clarividencia desde el perfil izquierdo. En la medular, Álex Sala sería el encargado de actuar como eje del equipo para dar dinamismo al desplazamiento de la bola y en la mediapunta, Kuki Zalazar cogió el sitio de Kike Márquez con la idea de dotar de más movilidad a una línea clave para deshacer la maraña defensiva del rival.

La apuesta no le pudo salir mejor al técnico del Córdoba CF. Su equipo acaparó el balón y puso un ritmo alto de partido desde la primera acción, generando muchos problemas por dentro al Melilla y siendo capaz de desbordar por bandas, principalmente por la derecha con un lanzado Carracedo. Así llegó el primer aviso de los blanquiverdes, con un centro del extremo derecho al primer palo que Casas remató y no convirtió en gol por centímetros.

Carracedo y Kuki Zalazar abrazan a Simo tras su doblete en el Córdoba CF - Melilla. Carracedo y Kuki Zalazar abrazan a Simo tras su doblete en el Córdoba CF - Melilla.

Carracedo y Kuki Zalazar abrazan a Simo tras su doblete en el Córdoba CF - Melilla. / Miguel Ángel Salas

El siguiente ya no fue un aviso, fue un golpe a la mandíbula del Melilla. Álex Sala finalizó una transición del Córdoba con un disparo que Javi Montoya sacó a córner. En el saque de esquina, Kuki Zalazar encontró con pasmosa facilidad a Simo, libre de marca en el área visitante, y le sirvió una bola que el extremo cabeceó en plancha para abrir el marcador. Una acción que explica a la perfección la precaria situación del Melilla.

Con el balón en su poder y un rival replegado pero poco intenso en la presión, el Córdoba jugó a placer ya con el resultado de su lado. No le costó a los blanquiverdes nada superar líneas. Lo hicieron por fuera gracias a las cabalgadas de Albarrán, que dobló a Carracedo con una solvencia apabullante durante todo el partido, y por dentro gracias a la precisión en el pase de Álex Sala y a los movimientos de ruptura de Diarra, que merodeó el área de Javi Montoya frecuentemente.

Con esas armas, los blanquiverdes atosigaron a su rival durante los minutos posteriores al primer gol de Simo, acumulando ocasiones para ventilar el partido por la vía rápida. Kuki Zalazar tuvo una buena opción en un cabezazo tras centro de Carracedo. Poco después fue Diarra, tras recibir de Casas, el que lo probó con un tiro raso que no cogió portería. Antes de la media hora, de nuevo el maliense se descolgó en ataque y finalizó una buena jugada de derecha a izquierda con un chut desviado tras pase de Simo.

Tan dominador de la situación era el Córdoba que incluso se permitió el lujo de sestear durante buena parte del primer tiempo, dejando la sensación de jugar con una marcha menos ante la candidez de su rival. No fue hasta el arreón final del primer acto cuando los de Iván Ania volvieron a apretar en busca del segundo tanto. Fue el momento de que Simo volviese a aparecer, generando más peligro en apariciones por sorpresa en el área que desde el manejo de balón. El extremo a punto estuvo de hacer su doblete en el minuto 42, después del enésimo centro de Carracedo, pero su remate blando no cogió portería. Poco le importó ese fallo porque poco después, en la última acción antes del descanso, sí acertó a empujar a la red otra arrancada por banda derecha, esta vez de Albarrán, que finalizó con un preciso centro al punto de penalti.

Con el partido ya de sobra encarrilado, el segundo tiempo se jugó a placer. Sabas trató de buscar la reacción de su equipo dando entrada a Pablo Hernández pero la tónica del partido siguió siendo la misma. El Córdoba no concedió lo más mínimo a un rival que tampoco buscó estirar líneas y la sensación de superioridad fue ya insultante.

Carracedo deja atrás a un rival en el Córdoba CF - Melilla. Carracedo deja atrás a un rival en el Córdoba CF - Melilla.

Carracedo deja atrás a un rival en el Córdoba CF - Melilla. / Miguel Ángel Salas

Así, el conjunto blanquiverde empezó a acumular ocasiones y era cuestión de tiempo que los goles fuesen cayendo. A la hora de juego, Carracedo rozó el tanto con un chut que cogió el efecto contrario al debido. Poco después, de nuevo el 23 apareció por la derecha en superioridad con su par y sacó un centro que Simo estrelló contra un rival, para que Casas remachase a placer en boca de gol. Sin tiempo casi ni para celebrar, cayó el cuarto, de nuevo obra de Casas y de nuevo fraguado por Carracedo, cuyo centro remachó a gol el ariete tras tocarla Javi Montoya.

Sin más historia que hacer disfrutar a la afición en el tramo final del partido, Iván Ania agilizó los cambios para ahorrar minutos a sus jugadores más cargados y que el equipo no perdiese intensidad en el tramo final, dibujando un final plácido que deja unas sensaciones inmejorables al Córdoba CF, un equipo que da síntomas de estar muy fino justo cuando debe estarlo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios