Córdoba CF

Una alegría fuera 258 días después

  • El conjunto blanquiverde logró una victoria como visitante tras más de ocho meses de sequía

  • La permanencia, marcada ahora por el Lugo, queda a cinco puntos

Chus Herrero cabecea el balón a la red ante la importencia del Tenerife.

Chus Herrero cabecea el balón a la red ante la importencia del Tenerife. / LOF

Además de tres puntos vitales en su lucha por la permanencia, el Córdoba consiguió en el Heliodoro Rodríguez López tumbar una barrera psicológica que hacía meses que le atenazaba. El equipo que entrena Curro Torres no había ganado a domicilio en lo que iba de temporada y sumaba ya más de ocho meses sin hacerlo. Concretamente, 258 días, desde que lo logró por última vez en Reus (1-2), en la penúltima jornada del curso anterior. La victoria sirvió además al técnico de Ahlen para salvar lo que a todas luces era un ultimátum sobre su continuidad en el banquillo, además de para ganar una semana de tranquilidad en la que poder crecer.

Aquel triunfo en la jornada 41 del curso pasado, el 27 de mayo de 2018, dejó al cuadro blanquiverde a un paso de la permanencia, que una semana más tarde quedó confirmada tras golear al Sporting de Gijón en El Arcángel. Pero esa alegría lejos de casa hacía ocho meses que no se repetía. De hecho, el Córdoba llegó al choque ante el Tenerife como el peor visitante de la categoría, con tres empates y nueve derrotas en 12 partidos. Un bagaje de tres puntos de 36 posibles que eran un lastre imposible de asumir para un conjunto que quiere amarrar la permanencia.

Tras hacer saltar la banca ante el cuadro insular, el equipo de Curro Torres se quitó también esa etiqueta de peor visitante, que ahora recae en el Nàstic de Tarragona, con cinco puntos lejos de su estadio, por los seis que suma el Córdoba. Además, ese triunfo deja precisamente al Tenerife como único equipo de la categoría que aún no ha ganado fuera de estadio en la presente temporada.

Un alivio, sin duda, y un refuerzo para el trabajo que el conjunto blanquiverde viene realizando en las dos últimas semanas, con la nueva configuración de la plantilla tras la amplia reforma acometida en el mercado invernal.

Pero el principal balón de oxígeno lo recibió el técnico cordobesista, un Curro Torres que ante el Tenerife tenía una auténtica reválida en la que debía ganarse la continuidad en el banquillo cordobesista. Su puesto ya corrió serio peligro tras la derrota ante el Albacete. Y es que su bagaje tras 11 partidos en el banquillo de El Arcángel era de una victoria, cuatro empates y seis derrotas. Un nuevo tropiezo podría haber resultado definitivo en su despido, por lo que cabe esperar ahora que este golpe en la mesa sea el punto de inflexión que el Córdoba necesitaba.

El objetivo, más cerca

El triunfo cordobesista en Santa Cruz de Tenerife sirvió además para recortar puntos con varios equipos de la zona baja, además de evitar caer al farolillo rojo, toda vez que el Nàstic sumó los tres puntos esta jornada sin saltar al césped, porque su rival era el Reus, ya expulsado de la competición. El empate entre el Extremadura y el Rayo Majadahonda (1-1) y la derrota del Elche ante el Oviedo (1-2), más el golpe propinado a un Tenerife que no termina de salir de abajo, aprietan la tabla por abajo y dibujan un panorama algo más esperanzador para el Córdoba.

Los de Curro Torres respiran al ver la permanencia a cinco puntos, barrera que ahora marca el Lugo, después de perder ante el Zaragoza. Más importante si cabe resulta el hecho de tener ya al Extremadura a sólo dos puntos, pues superar a los de Almendralejo debe ser la meta más inmediata que se marquen loso blanquiverdes, antes de plantearse el poder abandonar los puestos de descenso si la mejoría mostrada en Tenerife encuentra continuidad en las próximas semanas.

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