Pasó mucho tiempo de espera para este momento, que se celebró como todo el mundo esperaba: con Las Tendillas abarrotadas de cordobesismo y coloreadas de blanco y de verde, muchos cánticos de apoyo y alegría, y un momento para el recuerdo en este noveno ascenso de la entidad en sus 67 años de historia en el que la estatua de Gran Capitán se vistió de blanquiverde.

Al término del choque en Mérida en el que los blanquiverdes se alzaron con la victoria (0-1) y en cuyo descanso confirmaron el ascenso, la caravana de vehículos partió de vuelta hacia Córdoba mientras, en el centro neurálgico de la ciudad, ya se agolpaba la hinchada cordobesa con ganas de festejo. Las bengalas llegaban desde la calle Concepción y, al grito de "campeones, campeones", el autobús con la plantilla y la directiva al completo llegaba desde Claudio Marcelo a la histórica plaza a eso de las 1:30 de la madrugada.

Los jugadores rodearon la vallas que protegían el monumento a El Gran Capitán y las primeros coreados fueron De las Cuevas y Antonio Casas, dos ejemplos de puro cordobesismo. También hubo cánticos para Gudelj al grito de "quédate", aunque quien se llevó la principal ovación fue un Javi Flores que se subió a la grúa de bomberos para vestir al Gran Capitán de blanquiverde. Bandera al cuello del caballo y bufanda a la figura de uno de los iconos de Córdoba.

Aunque luego, el de Fátima tuvo que volver en esa cómica a la par que segura grúa para reajustar la bandera al caballo, pero eso dejó el más bello y preciado momento cuando los más de un millar de aficionados blanquiverdes que se reunieron para celebrar el salto de categoría entonaron unidos el himno del Córdoba CF y el también el famoso y reconocido "Soy cordobés".

Entre el festejo, un grupo de tres cordobesistas jóvenes abonados en la Preferencia de El Arcángel desde hace muchos años comentaban sus impresión a el Día: "Nos esperábamos el ascenso desde hace meses, pero da mucha alegría ver que el proyecto funciona y poder pensar ya en la temporada que viene en Primera RFEF", decían Paco Córdoba, Curro Ruiz y Nacho Ruiz.

Muchos niños junto a sus familiares estaban impresionados ante su primer ascenso con el Córdoba. El objetivo cumplido era un premio de todos y, con la comunión perfecta entre aficionados y jugadores, estos se marcharon a continuar la fiesta que tanto merecen en una noche que estará marcada en la historia de la entidad para siempre como "el primer paso" hacia la vuelta al fútbol profesional que este equipo nunca debió abandonar.