Córdoba CF

El Córdoba CF, favorito inexcusable en el Grupo IV de Segunda RFEF

Juanito, director deportivo del Córdoba CF, junto a Víctor Salas, reponsable de la parcela de alto rendimiento.

Juanito, director deportivo del Córdoba CF, junto a Víctor Salas, reponsable de la parcela de alto rendimiento. / Juan Ayala

La sorprendente configuración de grupos planteada por la Real Federación Española de Fútbol y aprobada para los clubes para la Segunda RFEF emparejó al Córdoba CF en un atípico Grupo IV en el que competirá con los equipos extremeños, los canarios y los pertenecientes a la Andalucía occidental. Una composición de 18 conjuntos en la que el conjunto cordobesista partirá como favorito inexcusable y unánime, una presión que tendrá que saber manejar para alcanzar el ascenso por la vía rápida, algo que tendrán asegurados los campeones al final del curso.

Y es que al margen de las plantillas que los clubes terminen confeccionando, y sin entrar en los números de cada presupuesto, que también situarán al Córdoba en cabeza, la historia señala a los blanquiverdes como el claro referente ante un grupo de rivales con un bagaje en el fútbol profesional casi anecdótico y un techo deportivo situado entre la Segunda División B y la Tercera. Un dato significativo es el que señala que, entre los 17 rivales del CCF para el curso 2021-22, solo el Mérida ha jugado en Primera División en su historia.

Observando a los equipos andaluces que pasarán por El Arcángel, el San Roque de Lepe es el que más poso tiene. Los onubenses, recién ascendidos desde Tercera División, llegaron a jugar nueve temporadas en Segunda División B, la última en 2015-16.

El Xerez Deportivo FC es el equipo más joven, pues ni siquiera tiene una década de vida y su techo deportivo estaba hasta ahora en Tercera División. Algo similar sucede con el Vélez, que en 1960 alcanzó la Tercera División, tercera categoría antes de que existiera la Segunda B. El Antequera, por su parte, solo cuenta en su palmarés con un curso en Segunda B (2008-09), mientras que el Cádiz B estrenó dicha categoría hace un par de cursos.

Los viajes peninsulares para el Córdoba incluirán seis desplazamientos a Extremadura, que presente equipos con solera, pero de palmarés bastante modesto. Entre ellos destaca el Mérida, lejos del esplendor que vivió en los 90, cuando alcanzó la Primera División (en los cursos 1995-96 y 1996-97) y se consolidó en el fútbol profesional durante siete campañas en aquella década. Ahora, tras tocar fondo, intenta recuperar sus mejores años con un perfil modesto.

El Cacereño será otro de los rivales con más nombre para el CCF, aunque se trata de un club que solo jugó en Segunda División en el curso 1952-53 y que desde 2016 no estaba en Segunda División B. Esa categoría de bronce es el techo histórico del Don Benito y el Villanovense, otros dos rivales con poco bagaje en comparación con el de los blanquiverdes. Menos aún tienen el Montijo y el CD Coria, equipos que han vivido siempre con la Tercera División como límite.

El equipo entrenado por Germán Crespo tendrá que salir de la península para visitar Ceuta y las Islas Canarias. En territorio norteafricano aguardará un AD Ceuta con mucha historia a sus espaldas, pero que solo cuenta con un curso en Segunda División, hace 30 años ya (1980-81).

Entre los clubes canarios, el Mensajero disfrutó hace años de 12 temporadas en Segunda B, categoría en la que han encontrado su límite hasta ahora el Tamaraceite y Las Palmas Atlético. Por debajo, en Tercera, encontraron su techo el singular Panadería Pulido San Mateo, así como la UD San Fernando, equipo que conquistó la última plaza del Grupo IV.

Con nueve cursos en la máxima categoría y 33 temporadas en Segunda División, el Córdoba CF partirá con el claro cartel de equipo referente. Una condición que no asegura nada, pero que los blanquiverdes tendrán que hacer valer sobre el campo para evitar sorpresas en una liga en la que todos le señalan como el gran favorito.

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