El Córdoba CF empieza la temporada 2022-23 como terminó la pasada, goleando en su estadio y agarrando a las primeras de cambio el liderato del Grupo I de la Primera Federación, gracias a ese triunfo por 4-1 ante el Unionistas de Salamanca con el que los de Germán Crespo dejaron su tarjeta de bienvenida en la nueva categoría.

En la culminación de la primera jornada del campeonato, otros contendientes como el Badajoz, el Linares o el Fuenlabrada sacaron también adelante sus partidos, mientras que el Alcorcón -quizás el gran tapado pero con una plantilla envidiable- no pudo pasar del empate en su visita al Pontevedra.

Y es que más allá del tópico, la Primera Federación vuelve a demostrar que es una categoría tan igualada que cualquier pronóstico puede venirse abajo con facilidad. El mismo Córdoba tuvo que sufrir mucho más de lo que señala el marcador final para doblegar al Unionistas de Salamanca.

De hecho, si algo menos positivo ha podido dejar para el club de El Arcángel esta primera jornada es que ese resultado llamativo puede opacar algunos aspectos de su juego que son manifiestamente mejorables y que a las primeras de cambio ya quedaron al descubierto.

A nadie se le escapa que el CCF no hizo un partido brillante ante el conjunto salmantino. La tremenda efectividad con la que los hombres de Germán Crespo despacharon a su rival en la segunda parte dejó en un segundo plano un primer tiempo mucho más discreto y con errores que el técnico y sus futbolistas deberán corregir en las próximas semanas para alcanzar un nivel más estable de rendimiento colectivo.

Ante el Unionistas, el Córdoba encontró muchas dificultades para alcanzar la meta rival en la primera parte. Al cuadro charro le bastó con disciplina táctica y superioridad en el centro del campo para enfangar el juego de los blanquiverdes. Y ese planteamiento será, a buen seguro, una constante cuando los rivales visiten El Arcángel, por lo que Germán Crespo deberá buscar soluciones cuanto antes.

Entre los aspectos a corregir, se pueden señalar algunos claros como la falta de precisión en la salida del balón desde atrás, la ineficacia de los intentos de iniciar el juego en largo desde los centrales o la excesiva distancia entre líneas, algo que por momentos deslavazó en exceso el juego del conjunto cordobesista.

La pólvora, intacta

Pero igual que hay bastantes aspectos a mejorar, el Córdoba CF mostró que cuenta con argumentos muy sólidos para ser un equipo importante en la categoría. Esa segunda marcha que el cuadro de Germán Crespo fue capaz de imprimir a su juego en el segundo tiempo es complicada de contener. Y, cuando el CCF logró abrir la lata, ya fue ese equipo que funciona como un martillo pilón, percutiendo y percutiendo hasta destrozar al contrario.

Si ya el año pasado se destacó por encima de todas sus virtudes la voracidad ofensiva del Córdoba, este año empieza por los mismos derroteros. Y para corroborarlo basta con señalar que ninguno de los 38 equipos que entraron en liza (el Deportivo de La Coruña-DUX Internacional quedó aplazado) fueron capaces de hacer cuatro dianas en su estreno.

El Fuenlabrada marca terreno

Con los puntos a mejorar identificados y las virtudes puestas ya sobre la mesa, el Córdoba centra sus miras ahora en el duelo de la segunda jornada, en la que el calendario le brinda la oportunidad de repetir en casa para afianzar conceptos y sentirse arropado por su afición. El rival será el Fuenlabrada, un recién descendido que está en todas las quinielas para pelear por el ascenso y que en su debut refrendó esa sensación de equipo importante.

El equipo entrenado por Mere Hermoso sumó sus primeros tres puntos con solvencia, al derrotar al Algeciras (2-0) en el Fernando Torres. Una victoria ante otro equipo con retos ambiciosos por delante que a buen seguro pondrá en alerta a Germán Crespo, sabedor de que el domingo llega a El Arcángel un rival peligroso.