Córdoba CF

Alfonso Serrano y el Córdoba CF: una historia imposible

  • El ex director deportivo de la entidad se despide evidenciando sus profundas discrepancias con Infinity

  • "La espina que me queda es no haber podido hacer mi trabajo", lamenta sobre sus diez meses en el club

Alfonso Serrano, antes de arrancar su rueda de prensa de despedida.

Alfonso Serrano, antes de arrancar su rueda de prensa de despedida. / El Día

Con respeto y manteniendo el perfil bajo que le caracteriza, Alfonso Serrano se ha despedido este viernes del Córdoba CF meses después de su despido. La crisis del coronavirus impidió que sus explicaciones llegaran cuando el club tramitó su rescisión, aunque el paso del tiempo no ha variado un ápice su idea. Sin entrar en polémicas, el ya ex director deportivo del club ha evidenciado sus profundas discrepancias con Infinity (que acabarán en el juzgado si no media un pacto antes) y ha lamentado que en sus diez meses en la entidad apenas ha podido hacer su trabajo, ya que el proyecto con Jesús León nació herido de muerte. Una historia imposible, la relación entre Alfonso Serrano y el Córdoba.

"Quiero agradecer a los jugadores, porque hemos tenido un trato sensacional siempre, y a los entrenadores, a casi todo el personal del club...", comenzó su comparecencia Serrano, evidenciando que ha salido del club dolido, después de diez meses que "para mí han sido un máster", porque "ha habido una incertidumbre diaria de no saber qué iba a pasar al día siguiente".

Tanto es así que lo que más lamenta el pucelano es no haber podido ejercer su labor. "No teníamos dinero para nada, era un sinfín de problemas. Por eso quiero agradecer a los jugadores el comportamiento que han tenido siempre, hacia los trabajadores del club y hacia el Córdoba y su afición", ha explicado.

De esa etapa inicial en la entidad, Serrano ha dejado claro que solo pudieron trabajar bien "los primeros 30 días, hasta que ya se rumoreaba que Jesús León no se iba a hacer cargo del pago a Carlos González", pues "a partir de ahí fue todo muy difícil. Y no es excusa, es la realidad".

De esa forma, su labor el pasado verano ya quedó viciada. "En los últimos 20 días del mercado nos faltó apuntalar el equipo con lo que te da el salto de calidad, que son los delanteros. Fue imposible traer a los que estábamos manejando desde el principio. Incluso amigos míos, futbolistas, no querían venir al Córdoba porque se olían lo que podía venir. Fue muy complicado. Hasta ese 25 de julio más o menos hicimos un muy buen trabajo. Luego fue un tema más psicológico que de dirección deportiva", ha incidido el vallisoletano.

Diferencias con Infinity

Una vez fuera del club Jesús León, el panorama no mejoró en exceso para Serrano. "Con la llegada de Infinity, el tema económico se estabilizó, se empezó a trabajar muy bien y eso nos hizo crecer", aunque ha desvelado que cuando llegó la nueva propiedad tuvieron "una reunión en mi despacho, Jorge y yo con un miembro del consejo, y nos dice que ambos vamos a tener las mismas competencias que teníamos antes, cuando por detrás tenían apalabrada otra dirección deportiva".

A ese primer encuentro le sucedió otra reunión "muy dura, en la que les digo que no estoy de acuerdo en cómo se están haciendo las cosas y cómo se marcaron los tiempos, pero dada la entrada en el mercado de invierno y lo que nos estábamos jugando, les dije que nos íbamos a centrar en el mercado de invierno y creo que conseguimos hacer el mejor trabajo posible, porque no tengo duda de que si esto llega a acabar el Córdoba estaría en el play off".

Pasado el mes de enero, el final de la historia se intuía. "Yo tenía decidido que lo mejor era separar nuestros caminos, pero nunca dije que me quería ir del Córdoba. Creo que dos direcciones deportivas en un club es muy difícil y lo mejor era tratar de llegar a un acuerdo", ha explicado Serrano.

"Empezamos a negociar después del mercado invernal por el porcentaje del finiquito. Los jugadores y Agné me trataron de convencer, y al final lo hicieron, para que me quedara hasta el final de temporada. Yo conozco bien a Agné y creo que conmigo podía rendir más. Accedo a quedarme hasta el final, pero después del partido ante el Cartagena Raúl es cesado, sin yo tener ni voz ni voto. Contratan a Juan Sabas, sin yo tener prácticamente voz ni voto, aunque me llamaron y me dieron una lista de entrenadores, pero creo que ya tenían decidido el nombre", ha relatado sobre esas semanas de negociación.

Su despido se precipitó en mayo y sobre ello Serrano ha dado su versión. "Después llega el dichoso virus y al mes recibo una llamada de Javier González Calvo en la que dicen que me van a meter en el ERTE. Yo les dije que no podía hacer nada y si era por el bien del club... Me dice que en la negociación por mi salida no había conseguido una respuesta de Bahréin. Yo les dije que el porcentaje en que estábamos negociando no podía ser, porque en la situación del país, me iba a costar encontrar trabajo. Había que renegociar. Él me dijo que lo entendía y que se lo diría a la gente de Bahréin. Al día siguiente me llama y me hace una oferta de un 40% menos de lo que estábamos negociando. Yo le digo que no y al día siguiente tengo la carta de despido", ha relatado.

Por todo ello, Serrano está dolido con el club: "Creo que no me merezco esta situación. Siempre he estado abierto a dialogar y a un acuerdo, para no tener que llegar a un juicio". Porque eso sí ha quedado claro, el ex director deportivo defenderá su contrato en los tribunales si no media un acuerdo. "Siempre he estado abierto al diálogo, pero yo defiendo mis intereses, tanto deportivos como económicos. Si no llegamos a un acuerdo, tendrá que ser un juez el que decida quién tiene razón", ha aseverado. Con todo, Serrano ha explicado que los abogados de ambas partes están en conversaciones para tratar de poner el punto y final a una relación corta pero intensa y accidentada como pocas.

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