Un corazón para Lucía: la primera niña con un trasplante por donación en asistolia de Andalucía

Sanidad

El hospital Reina Sofía implanta el órgano a la pequeña de tres años, que padecía una miocardiopatía restrictiva que la obligó a estar conectada a un corazón artificial durante ocho meses

El Hospital Reina Sofía organiza la III Jornada andaluza de comunicación sanitaria bajo el lema ‘Conectar desde la emoción’

Lucía, la pequeña trasplantada, con sus padres detrás
Lucía, la pequeña trasplantada, con sus padres detrás / Miguel Ángel Salas
Alejandro Pérez

Córdoba, 24 de julio 2025 - 14:40

El Hospital Universitario Reina Sofía ha realizado con éxito el primer trasplante cardíaco infantil de Andalucía procedente de una donación en asistolia. La paciente, Lucía de 3 años que llevaba ocho meses conectada a un corazón artificial a consecuencia de una miocardiopatía, se ha convertido en la primera persona en recibir un trasplante con una técnica pionera en la comunidad.

Lucía ingresó inicialmente en el Hospital Virgen del Rocío en Sevilla en noviembre de 2024 con síntomas imprecisos: dificultad respiratoria, fatiga e inapetencia. Fue diagnosticada con una miocardiopatía restrictiva, una rara enfermedad del músculo cardíaco que impide que el corazón pueda relajarse entre latidos, dañando poco a poco otros órganos vitales como los pulmones, hígado o riñones.

El estado de gravedad era muy alto por lo que tuvo que ser trasladada al Reina Sofía. El trasplante completo estaba descartado por el riesgo de muerte que podría haber durante la intervención. "En ese momento había una contradicción absoluta. Si la hubiéramos trasplantado entonces, habría fallecido", explica el doctor Ignacio Ibarra, uno de los cardiólogos del equipo que atendió a la niña.

A pesar del estado de gravedad y la poca posibilidad de realizar un trasplante, los médicos lo intentaron. Lucía entró en quirófano y cuando ya se había realizado todo el proceso de intervención anterior, al llegar al corazón, vieron que realmente era inviable haciendo inútil todo lo anterior. “Dejó de fiarse de nosotros, pero poco a poco volvimos a recuperarla”, explica Ibarra.

La solución fue implementarle un corazón artificial biventricular, una cirugía de alto riesgo que permitió estabilizarla y ganar tiempo. Fueron ocho largos meses los que Lucía pasó conectada a esta tecnología, bajo vigilancia constante y con el cuerpo aún en desarrollo.

"El dispositivo le permitió recuperar órganos, ganar fuerza y llegar a las condiciones del trasplante" señala la doctora Elena Gómez, cardióloga. "Fue una estrategia muy agresiva, pero necesaria".

Lucía junto a su familia y el equipo responsable del Hospital dando ejemplo de la donación de órganos
Lucía junto a su familia y el equipo responsable del Hospital dando ejemplo de la donación de órganos / Miguel Angel Salas

La donación le salvo la vida

El trasplante llegó gracias a una donación en asistolia, una forma relativamente nueva de donación en la que los órganos se obtienen tras certificar la muerte cardiaca del donante, que no la cerebral. En palabras de Juan Carlos Rodríguez, coordinador de trasplantes del hospital, el procedimiento requiere una organización quirúrgica extrema y una maquinaria de perfusión especial para conservar el órgano.

La complejidad del procedimiento, según explica el cirujano cardiovascular José Joaquín Domínguez, radica en la necesidad de minimizar al máximo el tiempo de parada cardiaca una vez se retiran las medidas de soporte y el donante fallece. El equipo quirúrgico debe acceder al corazón del donante lo más rápidamente posible para conectarlo a una máquina de circulación artificial que le permita recuperar su función.

Esta técnica, poco extendida todavía en España, ha permitido salvar la vida de más de 20 niños desde que comenzó a implementarse en 2021.

Pero todo este hito ha sido posible gracias a la donación de órganos, que cada año salvan la vida de miles de personas en todo el mundo. Juan Carlos Rodríguez expresa su cariño para todas esas personas que "dicen que sí a la donación en un momento de dolor y tristeza que entienden que se puede transformar en vida y esperanza para muchos".

Además, según el cirujano, "en la población pedriática donde la oferta de corazones es muy escasa, ampliar el abanico de donantes es decisivo: muchos niños esperan durante meses en UCI conectados a dispositivos de asistencia mecánica mientras su salud se deteriora".

Lucía con sus padres y su hermana, junto al delegado del Gobierno de la Junta
Lucía con sus padres y su hermana, junto al delegado del Gobierno de la Junta / Miguel Ángel Salas

Un hogar en la UCI

Fueron los padres de Lucía, Sebastián Vázquez y Alba Rodríguez, los que recordaron por qué todo esto importa. Con voz contenida, pero firme, agradeciendo uno a uno a los profesionales, "desde el primero hasta el último", por haber cuidado de su hija y de ellos mismos. Un proceso muy duro que vivieron ambos pero acompañados de todos. Sus trabajos les han permitido estar cerca de la pequeña y tanto el hospital como muchos otros servicios de la ciudad de Córdoba ha posibilitado pasar todo esto de la mejor forma posible.

Porque sí la técnica le salvó la vida a Lucía, pero los trabajadores del Hospital Reina Sofía le permitieron seguir con su infancia pese a todo lo que estaba pasando. "Lucía ha estado con su familia, sus tíos, su hermana. Ha celebrado su cumpleaños, ha visto Semana Santa y hasta ha ido a la feria", relata Ibarra. "El mérito también es de las enfermeras, auxiliares, psicólogos que han hecho más llevadero todo esto", explica Alba, la madre de la pequeña.

Alba también recuerda esas fechas marcadas por la incertidumbre como la Navidad o el cumpleaños de Lucía, qué gracias al equipo del Hospital se convirtieron en toda una celebración. "Que Lucía quisiera repetir su cumpleaños, diciendo que había sido el día más feliz de su vida no lo olvidaré nunca", dice.

Entre lágrimas recordaba la madre que "estamos muy agradecidos que gracias a todos los presentes nuestra hija está aquí disfrutando con su hermana".

Actividad trasplantadora en 2025

En los cinco primeros meses del año el hospital ha realizado 210 trasplantes, 137 de órganos y 73 de tejidos, gracias a la generosidad de 26 familias que elevan la tasa estimada de donación a 82,5 por millón de población, la más alta de su historia. El balance incluye 44 injertos renales, 34 hepáticos, 14 cardíacos, 41 pulmonares y cuatro combinados de páncreas-riñón, con tres trasplantes infantiles en total. Desde 1979, el centro ha superado los 10.000 trasplantes y mantiene el liderazgo regional en corazón, pulmón y programas multiorgánicos.

Ninguna de estas cifras sería posible sin la generosidad de las familias donantes quienes en momentos de difícil decisión hacen un gesto de altruismo y humanidad para alguien que apenas conocen.

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