Urbanismo

"Hay viviendas dentro de parcelaciones en Córdoba que no se pueden salvar"

  • El doctor en Geografía David López Casado constata en una investigación que las casas que proliferan fuera de ordenación en el término municipal se han convertido en barrios precarios

  • Apuesta por estudiar la realidad para aplicar soluciones concretas de manera global, más allá de las respuestas urbanísticas

Una parcela anegada en Guadalvalle en marzo de 2013.

Una parcela anegada en Guadalvalle en marzo de 2013. / El Día

"No se puede hablar de blanco o negro. De sí o no". Es la respuesta que da el doctor en Geografía David López cuando se le pregunta si el derribo es la solución al problema de las parcelas irregulares en Córdoba, un fenómeno que, como él mismo ha confirmado en una investigación reciente, muestra signos "de gran vitalidad". Sobre todo en la Vega del Guadalquivir y especialmente en los alrededores del Aeropuerto, donde las casas sin papeles levantadas durante décadas son primera residencia para cientos de familias y se han convertido en barrios precarios.

El urbanismo irregular es la gran especialidad del profesor López Casado y en su estudio lleva años centrado. "El mundo de las parcelaciones es tan complejo que no se puede abordar con soluciones globales, como se ha intentado hacer hasta ahora sin obtener ningún tipo de resultado. Cualquier propuesta debe partir de un estudio riguroso de la realidad que hay ahí", reflexiona el experto, quien anima a salir a la calle y conocer en primera persona cómo se vive en Guadalvalle, la Barquera o el entorno de Medina Azahara, por citar solo tres enclaves.

"Cualquier propuesta debe partir de conocer la realidad y, a partir de ahí, aplicar soluciones concretas. Hay viviendas dentro de parcelaciones que no se pueden salvar, y es urgente que se intervenga ya. No creo que haya ningún responsable político que discuta eso", razona el docente. Pero también apunta a cómo se ha llegado hasta aquí y se ha permitido, por ejemplo, que cientos de personas hayan construido sus casas en el mismo cauce del Guadalquivir, terreno inundable como se comprobó en el año 2013 en las catastróficas anegaciones de Guadalvalle, cuando el agua llegó hasta los tejados.

"A esas personas que hicieron una casa ahí y a las que nadie les dijo que no lo hicieran, o se lo dijeron con la boca chica, ¿cómo se les ordena ahora que tiren su casa?", reflexiona López Casado, quien, además, apunta a la precariedad. "No es lo mismo la persona que tiene allí su vivienda habitual que quien la tiene para echar el fin de semana con los amigos". "Hay que ir a las parcelaciones y conocerlas, saber quién vive", insta a las administraciones antes de que tomen soluciones urbanísticas para un problema, insiste, que habría que abordar de manera global y no solo como una cuestión de ordenación del territorio.

"El problema que hay es que las técnicas urbanísticas están pensadas para dar solución al crecimiento de las ciudades de manera global, y la ley no puede entrar en casos particulares. Ahora se trata de dar solución a un fenómeno pero no se ha abordado desde el punto de vista de qué hacer con lo que ya hay, y llegados a este momento existe una dimensión social que requiere de otro tipo de encaje", reflexiona. Su tesis es que, en el caso concreto de Córdoba, "abordar todas las parcelaciones con las mismas fórmulas es caer en un grave error".

La prueba, indica, es que la ciudad no ha conseguido legalizar ninguna parcelación. "La única que está más próximo a lograrlo es el Alamillo, en la barriada Villarrubia, que ya se contemplaba en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del 86. Se clasificó como suelo urbano, a falta solo de redactar un plan especial de reforma interior, que es el documento que tramita el Ayuntamiento sin intervenir la Consejería y que, en teoría, es poco complejo", explica. Pese a estas supuestas facilidades, el plan se aprobó el año pasado, más de tres décadas después de que se clasificara ese suelo como urbano.

"Lo que planteo es el larguísimo camino que les queda a las urbanizaciones de la Vega. Pueden pasar otros 30 años", augura López Casado porque, según advierte, "se está abordando la incorporación de esos asentamientos a la ciudad con unas técnicas que no están pensadas para ello, sino para la ciudad ya consolidada".

El problema de las parcelaciones ilegales de Córdoba se arrastra desde hace décadas. El primer PGOU, aprobado en 1986, ya recogía cómo el fenómeno estaba extendido por todo el sector central de la Sierra y comenzaba su rápido desarrollo por la Vega. Los informes preparatorios ya identificaron 62 parcelaciones ilegales, aunque el plan solo reguló 36 y obvió prácticamente la mitad de las existentes, expone el doctor en Geografía. 

Para la elaboración del PGOU vigente, en 1996, el inventario identificó un total de 80 parcelaciones. Así, en la década transcurrida entre ambos documentos el número de núcleos se había duplicado. Tras diferentes propuestas, Urbanismo optó por la clasificación del grueso de las localizadas en la Vega como suelo urbanizable no programado, mientras que las de la Sierra se mantuvieron en suelo no urbanizable. 

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