Córdoba

Las vírgenes de Martínez Cerrillo ya se pueden visitar en Santa Victoria

  • El público puede contemplar nueve de sus tallas hasta el próximo 22 de noviembre dentro de los actos de la Coronación de la Paz

Las imágenes ya están expuestas en Santa Victoria.

Las imágenes ya están expuestas en Santa Victoria. / Juan Ayala

María Santísima de la Paz y Esperanza será coronada canónicamente el domingo 11 de octubre del 2020 en la Santa Iglesia Catedral por el obispo de la Diócesis, Demetrio Fernández. Posteriormente, la Paloma de Capuchinos recorrerá las calles de la ciudad hasta su sede, la iglesia conventual del Santo Ángel. Hasta entonces, su hermandad ha preparado un programa de actos previos, con motivo de esa efemérides, que se desarrollará durante un año. Ese programa incluye una exposición en la que se rinde homenaje al imaginero bujalanceño Juan Martínez Cerrillo a través de nueve de sus vírgenes y que ya se puede visitar, tras ser inaugurada en la iglesia de Santa Victoria.

En concreto, el público ya puede ver en esa muestra a la Virgen de La Paz y Esperanza y la de la Salud y Consuelo –ambas de Córdoba–, junto a la Virgen de La Paz de Lucena, de los Afligidos de Montoro y de la Alegría y la Esperanza de Bujalance, así como a las vírgenes de los Dolores de Santa Cruz, de Espejo y de Fernán Núñez. El horario de visita a la muestra es de 10:00 a 13:30 y de 17:00 a 20:30. Hay visitas guiadas y una conferencia sobre Martínez Cerrillo el día 14 a las 20:30 en la Fundación Cajasol. La muestra lleva por título Martínez Cerrillo, el imaginero de la Virgen y se desarrollará hasta el próximo 22 de noviembre. El sábado 23 se procederá el traslado de María Santísima de la Paz y Esperanza desde la iglesia del Colegio Santa Victoria hasta la iglesia conventual del Santo Ángel.

Durante la presentación de la muestra, el alcalde de Córdoba, José María Bellido, recordó que Martínez Cerrillo es “uno de los mejores imagineros del siglo XX y es cordobés, por eso lo reclamamos para Córdoba”. El Ayuntamiento participa en esta actividad de dos maneras; por un lado en los traslados y, por otro, con una aportación económica de 3.000 euros.

Artista polifacético y prácticamente autodidacta como escultor imaginero, Martínez Cerrillo destacó sobre todo por su contribución decisiva a la renovación y el impulso de la imaginería procesional en Córdoba durante las décadas de los 40 y 50, en un momento en que se asistía a una creciente demanda de imágenes sagradas, provocada tanto por el aumento de la devoción religiosa tras la finalización de la Guerra Civil como por la pérdida de gran parte del patrimonio artístico religioso durante la contienda.

Su labor arranca en 1936, consolidándose en 1939 al tallar su obra más popular en Córdoba, la Virgen de la Paz y Esperanza, que obedece al encargo de un grupo de excombatientes. Desde este momento se suceden los encargos, no sólo en Córdoba y provincia, también en otros puntos de España, especialmente en Málaga y Jaén, e incluso de Europa (Bélgica) y América (Colombia, Guatemala, Venezuela).

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