Un verano diferente en el cole en Córdoba: hacer polvo de hadas, trabajar con arcilla o ir a la piscina

Educación

Casi 200 niños asisten a las escuelas estivales que la Junta tiene en Las Palmeras, Las Moreras y el Sector Sur en colaboración con Adsam

Educación prepara ya el curso escolar 2025-2026 en Córdoba: "Habrá importantes avances en recursos"

Dos niños de la escuela de verano del colegio Antonio Gala.
Dos niños de la escuela de verano del colegio Antonio Gala. / Miguel Ángel Salas

Cuando eres niño, el verano es para disfrutar, jugar con amigos, ir a la piscina y hacer actividades diferentes. Aunque el curso escolar acaba en junio, las puertas de algunos colegios de Córdoba siguen abiertas para acoger las escuelas de verano, donde se ofrecen actividades educativas, recreativas y deportivas para niños durante las vacaciones.

Uno de estos centros es el colegio Antonio Gala, en Las Moreras, donde unos 65 menores de cuatro a 15 años asisten a esta escuela estival dirigidos por nueve monitoras. Van a divertirse, pero también a aprender normas y valores. También almuerzan allí, ya que la iniciativa se enmarca dentro del programa de garantía alimentaria.

Esta iniciativa de la Junta de Andalucía se lleva a cabo por la fundación Adsam -una entidad sin animo de lucro que trabaja en educación social con familias, menores y jóvenes cordobeses- en tres barrios de la ciudad: Las Moreras, Las Palmeras y el Sector Sur.

Manualidades y actividades lúdicas

Los niños y las monitoras entran a las 11:00 al colegio, hacen una hora y media de actividades lúdicas con ellos, como manualidades o juegos deportivos, después tienen media hora de recreo y a partir de las 13:00 se reparten las bolsas de comida. Estas incluyen dos túper con un primer y un segundo plato, pan, postre (fruta o yogur) y una merienda para la tarde, según explica la coordinadora de la escuela de verano del colegio Antonio Gala en agosto, Marina Perea.

India, pintando una pieza de arcilla.
India, pintando una pieza de arcilla. / Miguel Ángel Salas

Durante el reparto continúan con las actividades que estaban realizando o se sacan unos juegos de mesa para que se entretengan mientras. La salida es a las 13:30. Además, los miércoles de cada semana los mayores van a la piscina.

Marina trabajó el año pasado como monitora, por lo que esta es la segunda vez que participa en estas escuelas y está "muy agradecida" de que le hayan dado la oportunidad de ser coordinadora.

Según explica, los niños suelen estar abiertos a hacer las actividades y participar en todo lo que plantean las monitoras. "Son agradecidos y hacemos trabajos muy manuales que les suelen interesar bastante, pero como todos, tienen días y días, aunque por norma general muy bien", señala.

Hacer polvo de hadas con sal fina, elaborar un cuenco con arcilla, pintar... son algunas de esas manualidades con las que se entretienen, además de jugar a otras actividades más movidas como jugar a pillar.

India tiene ocho años y ya ha asistido varios veranos a esta escuela. Lo que más le gusta es "pintar arcilla y hacer cosas con hilos", actividades muy diferentes a las que suelen hacer en el colegio a lo largo del curso. "A mí me encanta portarme muy bien y que las seños me hablen bien a mí", dice esta niña que asegura ser "responsable".

Para Francisco, de ocho años, tampoco es la primera vez en esta escuela. Esta es su tercera vez y lo que más le gusta "son los juegos como pillar, el infectado... y cuando hacemos la fiesta de fin de curso". A la escuela también van dos de sus hermanos y su amigo Samuel, que se conocen desde que comenzaron juntos en el colegio.

Una experiencia "genial"

Elisabeth trabaja por primera vez como monitora en las escuelas de verano y para ella la experiencia está siendo "genial". Los niños son "muy buenos" y "quieren hacer muchas cosas, sobre todo de experimentos". "Aquí tienen que pasarlo bien, le gusta mucho todo lo que sea mancharse las manos y pintar", agrega.

Dos niños de Infantil juegan en el patio.
Dos niños de Infantil juegan en el patio. / Miguel Ángel Salas

Para Ana -que lleva el grupo de seis y siete años- también es su primer año como monitora y le está resultando una experiencia "muy enriquecedora". Para ella, el día a día con los niños "va bastante bien" y está "muy contenta".

Por su parte, Sara se ocupa del grupo de los más pequeños, los niños de cuatro y cinco años. El pasado año ya estuvo en esta escuela en el colegio Antonio Gala y le "encanta" trabajar con ellos. "Se me pasa el tiempo volando", reconoce. En total son 12 niños, aunque no todos acuden a la escuela a diario.

La rutina de los pequeños de Infantil es algo diferente a la de los mayores, ya que al llegar hacen una asamblea y leen un cuento. Las monitoras les preguntan "cómo se sienten, qué tal están, qué hicieron el día de antes... por si quieren contar algo". También hacen manualidades, por ejemplo "hoy hemos hecho polvo de hadas con sal fina y tizas gruesas que hemos rallado", explica Sara.

La "seguridad" de tener un plato a mediodía

La delegada de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta, Dolores Sánchez, ha visitado la escuela del colegio Antonio Gala y ha destacado que se han contratado en total a 91 profesionales y a las tres escuelas (Las Moreras, Las Palmeras y el Sector Sur) asisten 190 niños. La iniciativa tiene una subvención de 93.000 euros.

Sánchez ha indicado que en estas escuelas hay actividades lúdicas, refuerzo escolar y los mayores van un día a la semana a la piscina; "y, sobre todo, tienen garantizada la comida, que es fundamental, porque durante el curso hay comedores escolares y sabemos que esos niños tienen ese plato de comida todos los días". En verano, estas actividades garantizan que los menores "tengan la seguridad de que van a tener su plato a mediodía". Además, se llevan un "picnic a su casa" para comerlo como merienda.

El director de Adsam, Luis Pedregosa, ha añadido que como entidad quieren "aportar su granito de arena". "Creemos que la labor socio educativa y el trabajo con los menores influye de forma positiva tanto en ellos como en las familias y estos proyectos se pueden llevar a cabo gracias a la subvención que nos da la Junta". "Seguiremos apostando y aportando todo lo que podamos a nivel profesional para intentar conseguir los mejores resultados y que continúe el proyecto de garantía alimentaria", ha finalizado.

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