Las escuelas de verano de Córdoba: "La educación es para todos y eso es lo que hay que enseñar"

A las diez de la mañana los colegios de Córdoba abren de nuevo sus puertas. No es un día lectivo como cualquier otro, pero las aulas se llenan de niños y actividades que les enseñan mucho más allá que cualquier asignatura. Es el caso del colegio San Lorenzo, una de las 17 escuelas de verano organizadas desde el Ayuntamiento de Córdoba, un refugio para los más pequeños donde el ocio, la educación y la inclusión van de la mano.

Durante todo el mes de julio, esta escuela acoge a decenas de niños y niñas de entre 4 y 11 años por conciliación familiar, otros dentro del programa de servicios sociales o cualquier circunstancia, pero todos forman parte de este espacio donde crecer y jugar aprendiendo.

La programación del centro es diseñada por cada uno de los monitores bajo una temática común: la igualdad. Desde juegos hasta talleres, todo está pensado para fomentar la empatía, el respeto y la diversidad. Es una planificación viva y flexible que se adapta a las necesidades de cada uno para que se sientan partícipes del proceso educativo.

Pero además de la igualdad, tanto el colegio San Lorenzo como todas las escuelas de verano en Córdoba, se especializan en la educación especial. Raquel Serrano, monitora del centro explica que "la educación es para todos y eso es lo que hay que enseñar. También va muchos en los niños, tienes que enseñarlos para que incluyamos a todos, no solo a los que necesitan un poco más de ayuda, sino que todos sean capaces de trabajar en equipo."

Raquel, profesora de Educación Especial, también se ha encargado enseñar el lenguaje de signos a los peques. "En lugar de decir su nombre completo, ya que aún son muy pequeños, cada uno tiene un signo asignado en lenguaje de signos, el mío es el pendiente o el pelo rizado".

Poco a poco la mañana avanza y los chicos de la escuela salen a disfrutar del día. La mayor parte del tiempo lo pasan en el patio del colegio disfrutando de juegos que fomentan el compañerismo entre todos ellos. Las risas se combinan con carreras y juegos típicos que todos conocemos como el balón prisionero o el pollito inglés.

La teniente de alcalde y delegada de Servicios Sociales, Eva Contador, ha querido conocer de cerca el inicio del programa de escuelas de verano, que ha inaugurado en el colegio San Lorenzo. Asegura que "aquí no se trata solo de entretener, se trata de educar en valores que van a marcar toda una vida".

Casi 2.000 niños

Las escuelas de verano que están repartidas por toda la ciudad cada año acogen a más de 1.850 niños y niñas. De todas esas plazas, un 60% se reserva a menores que forman parte de programas de servicios sociales, asegurando que todos puedan disfrutar, en especial los más vulnerables, que suelen tener un poco más de ayuda. Las actividades se desarrollan entre las 10:00 y las 13:00 con una ampliación horaria de 9:00 a 10:00 y de 13:00 a 14:00 para facilitar la conciliación familiar.

Las escuelas ya están dando trabajo a más de 108 monitores que trabajan conjuntamente con los niños: 34 monitores de apoyo en integración, 7 técnicos especializados en atención a personas con discapacidades y 18 técnicos en habilidades sociales.