Los vecinos del Casco Histórico se unen en un 'free tour' contra la turistificación: "Nos echan de nuestros propios barrios"
Protesta
Decenas de personas recorren la zona con maletas y piden al Ayuntamiento un control sobre los apartamentos y viviendas turísticas
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Los vecinos del Casco Histórico de Córdoba están hartos de la turistificación y de cómo la proliferación de alojamientos turísticos afecta a su vida diaria. Los barrios se han llenado de maletas y visitantes en detrimento de las viviendas de residentes y comercios de cercanía.
Como protesta ante esta situación, vecinos de varias asociaciones de la zona se han unido este sábado en un free tour reivindicativo en el que han hecho un recorrido por varios barrios arrastrando maletas, igual que cada día ven desde sus ventanas y balcones.
Pero esta acción, además, ha servido para hacer una serie de peticiones al Ayuntamiento enfocadas a mejorar la vida de los vecinos antes de que estos barrios se queden sin vida. La primera de ellas es reclamar un "control" de las viviendas turísticas, explica Marina Castro, que ha actuado de portavoz de los vecinos, porque "todavía hay muchísimas viviendas ilegales en nuestros barrios".
Por otro lado, quieren que se prohíban las nuevas licencias para apartamentos turísticos y que se aplique de forma real la moratoria de las viviendas turísticas en toda la ciudad porque, de lo contrario, "la presión turística se desplazará a los barrios colindantes".
Compra de solares y casas abandonadas
Los vecinos también reclaman que Vimcorsa compre solares y casas abandonadas para su rehabilitación y que se destinen a alquiler público a precios asequibles.
Otra de sus peticiones es que el Consistorio apoye al comercio y los servicios básicos de proximidad y que invierta en infraestructuras y equipamientos públicos.
"El Ayuntamiento no tiene, por lo que sabemos, voluntad de intervenir de ninguna manera" en los apartamentos turísticos. De hecho, "esta misma semana se han aprobado otros 17 en las Tendillas". "Nos echan de nuestros propios barrios", sentencia Castro.
El recorrido del free tour de los vecinos ha salido desde la Cruz del Rastro y ha pasado por la calle Cabezas, la plaza del Potro, la plaza de la Corredera, la calle Gutiérrez de los Ríos, el Realejo y San Agustín para acabar en Capitulares, frente al Ayuntamiento, donde han leído un comunicado.
Problemas en la vida diaria de los vecinos
En el día a día de los vecinos "es un problema circular por las calles, ir a comprar o a tirar la basura porque te encuentras un free tour como el que estamos parodiando hoy y hay que ir casi pidiendo permiso para que te dejen pasar", señala Marina Castro.
Este es el problema "más inmediato", pero lo que ocurre "a medio y largo plazo es que el comercio local desaparece, todos los bajos se convierten en apartamentos turísticos y el precio de la vivienda sube muchísimo", por lo que "no podemos alquilar ni muchísimo menos comprar nada, tanto la gente joven como personas que no tienen recursos bajos, sino medios".
Por ejemplo, en el barrio de esta joven, Regina-Magdalena, se han quedado sin panadería. En el Casco hay muy pocos comercios y "tenemos muy poquitas zonas verdes y parques para los niños".
"Si una familia quiere desarrollar su proyecto de vida, lo suyo es tener un sitio donde poder sentarse e ir con los niños", asevera Castro, que resalta que están perdiendo "la infraestructura básica de un barrio a costa de un negocio masivo de turismo". En ese sentido, deja claro que los vecinos no están "en contra del turismo", sino "del modelo de turismo que se fomenta" en Córdoba.
A la protesta han acudido bastantes vecinos jóvenes y algunos de ellos se han criado en el Casco Histórico, como el caso de Marina Castro: "Varias generaciones de nuestras familias han vivido aquí; el Casco tiene muchas ventajas, como que está todo muy cerca, y si eres una persona que no necesita el coche diariamente es un buen sitio para vivir, entonces lo que pedimos es que se pueda mantener esa calidad de vida".
Otro modelo de turismo
El problema que hay en el Casco Histórico de Córdoba está "bastante extendido" por el resto de ciudades. Sin embargo, en algunas de ellas, como Barcelona, ya vienen de vuelta.
La Ciudad Condal "ha sufrido un turismo masivo muy acusado y ya se están empezando a poner prohibiciones muy serias a alojamientos turísticos". A los vecinos les "gustaría que hubiera ese tipo de iniciativa, que desde Alcaldía realmente se piense que somos vecinos los que vivimos en el Casco Histórico, que no somos un decorado", ha concluido Caastro.
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