La Universidad Loyola, a través de su Cátedra de Transversalidad y Pensamiento Creativo, ha invitado, en Córdoba, a tres alumnos con Trastorno del Espectro Autista (TEA) a impartir clases. La cátedra, integrada en la asignatura Estética y Apreciación Artística, ofrece una experiencia única al acercar otras realidades, en este caso la del autismo, al aula universitaria.

El profesor Paco Pérez Valencia ha explicado que, "a través de estas iniciativas, la Universidad busca a jóvenes autistas con talento y una perspectiva única para ayudarnos a ampliar nuestra visión. Ellos vienen en calidad de profesores invitados, ofreciéndonos sus mundos para que nosotros podamos aprender de ellos".

En Córdoba, los profesores invitados han sido Alejandro Armenteros, usuario del Cdopd Promi Rabanales de la Fundación Promi, que se sumó a esta iniciativa cuando aún era menor de edad. Este año ha estado acompañado por otros compañeros de su centro, Juan Antonio y Jaime, quienes, a través del teatro, la música y la pintura han mostrado sus capacidades y visiones del mundo al alumnado de la Universidad Loyola.

La clase ha sido muy interactiva y, como ha expresado Paco Pérez Valencia, "los estudiantes de Loyola salen del aula más sensibles, más considerados con el mundo y aprendiendo a escuchar con alma, respeto y amor. Se trata de sembrar valores de cuidado y afecto en la sociedad, inspirando a futuras generaciones a valorar y respetar a quienes les rodean".

Acompañando a los estudiantes de Promi, se encontraban profesionales y representantes del centro, entre ellos la psicóloga Victoria Soler y la educadora Inmaculada Fernández, quien de su experiencia en el día a día destaca el compañerismo y la empatía presentes en el colectivo de Promi, valores que enriquecen a quienes les rodean. También han acompañado a los profesores invitados la directora y orientadora del colegio de Educación Especial Santo Ángel, de la Fundación Prode, Milagros Crespo y María Dolores Merino.

Durante la experiencia, Paco Pérez Valencia ha aprovechado para transmitir a sus alumnos una valiosa lección sobre el valor de la pertenencia y el cuidado en las organizaciones. Además, ha señalado la importancia de construir un ambiente donde las personas se sientan valoradas y deseen permanecer, a diferencia de la competitividad a menudo percibida en entornos académicos.