El cordobés José Fernández Montes se ha colado en la lista del Club de Inventores de España con una de las patentes más destacadas de 2022. Junto al perforador de tuberías que permite no tener que cerrar el agua mientras se trabaja sobre ella, un brazalete salvavidas o un sistema para eliminar purines, la turbina Oblonga diseñada por el ingeniero aeronáutico, que creció en el barrio de Fátima, se encuentra en la lista de los diez inventos más importantes del año pasado.

Se trata de un dispositivo que ejerce como compresor de aire y cuyas palas, en lugar de describir un recorrido circular, dibujan un recorrido oblongo con un tramo lineal donde la velocidad es constante por toda la superficie. Esto aporta un sistema alternativo al usado en los motores de aviación actuales aumentando su velocidad y disminuyendo el consumo del motor. Una innovación para el avance de la ingeniería desarrollada por este cordobés como entretenimiento, pero que, a día de hoy, podría suponer toda una revolución.

Criado en Fátima, José Fernández estudió la carrera de Ingeniería Aeronáutica en Madrid, ciudad en la que reside actualmente por motivos laborales, ya que trabaja como ingeniero en la empresa Airbus. Fue precisamente a raíz del trabajo de fin de grado que realizó en 2007 sobre los aviones hipersónicos cuando a José se le ocurrió la idea de hacer un motor más alargado, concretamente, un compresor de flujo para motores de aviación con una carcasa de palas que describen una trayectoria no circular con, al menos, un tramo rectilíneo, preferentemente en forma de cerco oblongo con dos tramos rectilíneos paralelos y dos tramos semicirculares.

Se trataba, al principio, solamente de una idea ingeniosa, pero en 2010 fue cuando José descubrió que su proyecto era mecánicamente posible. Dos años tardó en descubrir que aerodinámicamente esta turbina generaría la ventaja de ahorrar hasta un 10% de combustible, un sistema que, por ejemplo, sería muy favorable para la carga de los aviones. Gracias al desarrollo de las impresoras 3D en los últimos años, el ingeniero cordobés pudo crear en 2020 el modelo de su invento y comprobar que funcionaba, lo que lo animó a realizar la patente.

"Cuando terminé la patente sentí alivio porque llevaba mucho tiempo con esta idea y no sabía si realmente se le había ocurrido a más gente, por eso me quedé muy contento", comenta José, quien mostró el mismo estado de alegría cuando se enteró en este mes de enero de que la turbina Oblonga fue reconocida como uno de los diez mejores inventos españoles de 2022. 

Y es que, lo que era un simple hobby para este cordobés de 40 años se ha convertido ahora "en algo serio". Tanto que a José le da "vértigo" todas las personas que están contactando con él. Sin embargo, su intención no es la de vender la patente y "hacerse rico" con ella, pues su deseo es "trabajar con una empresa para desarrollar el proyecto, formar parte de ello para ver que funciona", admite el ingeniero aeronáutico, quien avanza con la ilusión de que su invento "mejore el mundo".

Su turbina Oblonga mejora el rendimiento y la eficiencia de una turbina normal, pues permite "aprovechar más energía de una forma más eficiente" y no solo es aplicable a aviones, sino que puede tener muchos otros usos. De ahí que este invento con raíces cordobesas pueda ser toda una revolución en la ingeniería y, tras ser patentado a nivel español, el proyecto ya está traducido al inglés para llevarlo a la organización mundial de patentes y que también llame el interés de las empresas multinacionales.

Así, y pese a que José Fernández Montes propuso llamar a su invento turbina Bejoma en honor al nick que su padre utiliza en internet, la turbina Oblonga, nombre que hace referencia a que es más larga que lo habitual, se encuentra ante la oportunidad de ser desarrollada en la práctica profesional y convertirse en toda una revolución de la ingeniería gracias al ingenio de este cordobés apasionado por la aeronáutica.