El tardeo, esa tendencia a salir de casa cuando el sol aún alumbra el día y consumirlo hasta que se pone –o más allá, que el reloj cada vez se mira menos–, está de moda, y definitivamente ha ganado la batalla a aquellos amantes de apurar la ducha y engalanarse para conquistar la noche. Es un cambio que no entiende de estaciones, si bien ahora que el frío se impone es cuando gana por goleada, sobre todo entre la población que empieza a tener problemas para recordar su juventud. Y en Navidad, que comienza a dar señales –el alumbrado, las campañas de lotería, juguetes y mantecados...– a pesar de que aún está a casi un mes vista, no es la excepción. Menos aún en un año que, tras dos marcados por el Covid-19, con su irrupción y uno de sus repuntes, se asemeja a los que aparecen en la memoria de casi todos.

“Vemos con bastante ilusión esta campaña”, subraya Fran de la Torre, presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Córdoba (Hostecor), que admite “una mayor actividad” que en los dos últimos años y confía ciegamente en que “no habrá los problemas” del pasado 2021, cuando se produjeron “anulaciones de última hora” por la subida de la incidencia de la pandemia. Entonces se acumularon tras el Puente de la Inmaculada, que es cuando en Córdoba se concentran los días fuertes; de hecho, el viernes 9 de diciembre y el sábado 10, junto con el siguiente fin de semana, están ya prácticamente llenos, lo que empuja a mover las comidas a entre semana, con predilección para esa previa a la Nochebuena (del 14 al 22).

Con todo, y pese a tener que fijar las reuniones en días laborables, la opción mayoritaria es el almuerzo, lo que aún deja hueco para los más rezagados en el turno de cena, con muchas alternativas aún disponibles en la ciudad. “En general estamos sobre el 60% de reservas, pues la gente está cerrándolas con una mayor antelación para poder elegir el sitio y la fecha”, recuerda De la Torre, que advierte de que como en años anteriores los negocios comenzaron a lanzar sus ofertas después del Puente de Todos los Santos para dar inicio a la campaña y la solicitud de información por los diferentes grupos, sobre todo empresas y amigos, pues las familias optan por reunirse más los días festivos (Navidad, Año Nuevo y Reyes). Por cierto, como detalle, el presidente de Hostecor señala que “los grupos grandes empiezan a optar por comidas tipo cóctel, de pie, para poder interactuar más, y los más reducidos, por la mesa y mantel”.

“Hay muchas llamadas, pero sobre todo para reservar a mediodía para aprovechar la tarde”, añade el presidente de Horeca, el otro colectivo de la capital que reúne a empresarios y autónomos del sector hostelero, Miguel Ángel Morales, que al igual que desde Hostecor reconoce que el optimismo es menor que en otros años por “la subida de los costes, como la luz, y las materias primas”, lo que hará que “los beneficios se vean mermados”.

Y eso que Morales apunta que el precio de los menús “ha subido entre un 15% y un 25%” en algunos negocios. Y los que han optado por mantenerlos en la línea del pasado año –se sitúan en una horquilla entre los 30 y los 50 euros– han tenido que “reajustar” sus ofertas para minimizar las pérdidas provocadas de un tiempo a esta parte el aumento de la inflación. “Los cocineros agudizan su ingenio y hay que hacer ingeniería con los productos, pues este año hay poco ibérico, por ejemplo, y hay que buscar otras carnes más fáciles de encontrar en el mercado”, explica De la Torre.

La inflación provoca una subida en los precios de los menús... o renovarlos con nuevos productos

El presidente de Hostecor confía en que la campaña va a ser positiva para el sector, pues “estamos en la temporada alta de la hostelería, un tiempo que suele ser bueno por el puente y los festivos, y que atrae a mucho turismo de cercanía y hasta la provincia, que se acerca para ver el alumbrado de Cruz Conde”, que se encenderá la tarde del viernes 2 de diciembre, en lo que se dibuja como la cuenta atrás de unas fiestas que se esperan con más ganas que nunca tras dos años alejados de la normalidad por el Covid.

De momento, eso sí, los dirigentes de las asociaciones hosteleras ven un comportamiento similar en la gente, que mantiene las costumbres de reunirse pasada la Inmaculada –pocos grupos lo hacen antes, ya el primer fin de semana del mes de diciembre– y en grupos igual de numerosos, si bien con la novedad ya arraigada de apostar por el mediodía para dar rienda suelta a las ganas de fiesta exprimiendo el tardeo. Siempre con “civismo”, como recuerda Morales, que hace un llamamiento para que “el disfrute” de estos días no afecte a la buena convivencia con los vecinos y evite así que se repitan denuncias como las que algunos colectivos y personas de forma individual han hecho en las últimas semanas, sobre todo en calles del Casco Histórico.