Una sesión de apertura larga y con ausencias

El acto de apertura de cada curso académico suele ser una cita en la que hay dejarse ver. Políticos, militares y empresarios de Córdoba no dudaron el año pasado en estar en Rabanales en la inauguración del curso, y es que en aquella ocasión el invitado fue el ahora vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves.

Sin embargo, la representación oficial de ayer no fue muy nutrida. Por ejemplo, desde el Ayuntamiento sólo acudió el concejal de Seguridad y Movilidad, José Joaquín Cuadra. Claro, que la representación de la Junta fue la más numerosa y estuvo encabezada por la delegada del Gobierno, Isabel Ambrosio. El responsable de Agricultura, Francisco Zurera, la de Educación, Antonia Reyes, y la de Innovación, Sol Calzado, tampoco faltaron. Los que tampoco no quisieron perderse la apertura oficial del curso y que son ya todos unos auténticos clásicos fueron el presidente de la Audiencia, Eduardo Baena, y el fiscal jefe, José Antonio Martín-Caro, y también el presidente de la Diputación, Francisco Pulido.

La sesión fue del todo solemne y se cumplieron los horarios, aunque quizá demasiado largos. Algo ya se tuvo que prever la secretaria de la UCO, María José Polo, que redujo bastante su discurso, a tenor del de otros años, ya que faltó algún que otro dato, como el balance del Defensor Universitario. No así, el profesor José Torrent, encargado de la lección inaugural del curso, centrada en los óxidos del hierro. El que no redujo su extensión fue el rector, José Manuel Roldán Nogueras, ya que sólo su discurso constaba de una veintena de folios. Sin embargo, acostumbrado a este tipo de sesiones y a que el personal invitado aguanta de manera estoica -aunque más de uno salió a tomar el aire algún que otro minuto-, Roldán Nogueras agilizó su lectura saltándose algún que otro párrafo del guión.