Política

Santiago Abascal marca en Córdoba el camino de Vox: "Podemos ser el primer partido de España"

Santiago Abascal, durante su discurso.

Santiago Abascal, durante su discurso. / Miguel Ángel Salas

Siete minutos pasadas las ocho de la tarde, después de media hora de hilo musical ochentero -de los Nikis a Danza Invisible pasando por Hombres G-, con un hueco especial para el Quijote de Julio Iglesias que esconde aquello de "presume ser español donde va", porque nada es casual, Santiago Abascal irrumpió entre la gente. Lo hizo acompañado de Alejandro Hernández y Patricia Rueda, haciéndose hueco, como una estrella de rock cuando se podía ir a los conciertos -es de los pocos eventos aún medio prohibidos, por aquello de la distancia de seguridad y tal, que en otros...-, ya con un hilo musical en directo: "¡Presidente, presidente!", respondido mano derecha arriba por el presidente de Vox antes de guardar un discreto segundo lugar en este mitin con el disfraz de no mitin que ha reunido a unas 1.500 personas -más de 2.000 según la organización- en Córdoba.

Porque tras las intervenciones de Hernández, presidente provincial del partido; y Rueda, portavoz nacional, que han servido para marcar el camino con ese "España es lo primero", "seguiremos avanzando por mucho que fastidie, porque no solo no vamos a desaparecer, sino que cada día somos más fuertes" o "Vox se enfrenta al Gobierno traidor y mentiroso que nos quiere sumisos" -también hubo esa ración ya habitual de ataque a "la distorsión de los medios"-, ha llegado el turno de Abascal. Una entrada interruptus, pues un golpe de calor en una simpatizante dio el susto cuando el líder de la derecha ya se preparaba para lanzar su discurso. Nada que no pudiera recuperarse, porque las líneas están claras: ataques a todos sus rivales políticos y hasta la petición de un adelanto electoral en Andalucía. La fuerza cogida en Madrid ya empieza a tener su eco en otras regiones.

Los "viva España" y "presidente, presidente" han hecho de perfecta mise en place para un discurso medido, con sus puntos cumbres para delirio de los seguidores, que ha tenido su poquito de todo, como en botica. A Pedro Sánchez y su "gobierno ilegítimo" tras su pacto, negado en la previa, con Podemos; por su gestión de la pandemia con "un estado de alarma que ha vulnerado derechos fundamentales de los españoles y que ha diferenciado trabajos esenciales cuando "esencial es todo para poder comer y salir adelante", y cómo no, por "la incapacidad" mostrada en la crisis migratoria de Ceuta, de donde Abascal llegó esta misma tarde vía Algeciras.

Porque tras otra serie de ataques al hasta hace poco vicepresidente Pablo Iglesias -"en Madrid le hemos dicho que se fuera, y que cerrara la puerta"-, esa "invasión" a la ciudad autónoma porque "España no se ha hecho respetar" ha sido uno de los puntos clave de su alocución, dejando claro que "hoy pagamos las consecuencias de unas políticas sociales con un futuro falso que no podemos ofrecer ni a nuestros hijos". Con este discurso, que ha servido para reflejar que mientras no se "militarice permanentemente la frontera, se expulse a todos los ilegales y se defienda a los españoles", Vox siempre estará "lejos, enfrente", lo que ha hecho estallar de júbilo a los simpatizantes.

Alejandro Hernández, Santiago Abascal, Pepe Ramírez y Patricia Rueda, entre la muchedumbre. Alejandro Hernández, Santiago Abascal, Pepe Ramírez y Patricia Rueda, entre la muchedumbre.

Alejandro Hernández, Santiago Abascal, Pepe Ramírez y Patricia Rueda, entre la muchedumbre. / Miguel Ángel Salas

Y ya con el mitin en todo lo alto, porque ha sido un mitin con todas sus letras, en esta precampaña simulada que todos los partidos vienen desplegando desde hace semanas en Andalucía, Santiago Abascal ha lanzado el órdago a grandes a Juanma Moreno, pidiendo un adelanto electoral para acabar con "la veleta naranja", en clara alusión a Ciudadanos, socio actual en la Junta. "Tiene un socio poco fiable que nos ha llevado a esta crisis con su actuación en Murcia y Madrid, y no vamos a tolerar que el cambio histórico que supuso acabar con 40 años de socialismos quede en nada por hacer las mismas políticas que la izquierda", deslizó el líder de Vox, "la alternativa" real no solo en el Sur, sino también a nivel nacional porque "el PP "engaña" en cada comunidad autónoma para "que los vote más gente". "Somos una alternativa valiente que ya logramos lo imposible, y ser el tercer partido, pero podemos ser el primer partido de España", finalizó Abascal antes de que el himno nacional sirviera de punto y final. Porque con música arrancó, y con música terminó.

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