Salas blancas del Hospital Reina Sofía: espacios donde se tratan 6.000 pacientes al año para frenar la pérdida de visión

Sanidad

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Una oftalmóloga prepara a un paciente para una inyección intravítrea.
Una oftalmóloga prepara a un paciente para una inyección intravítrea. / Miguel Ángel Salas

El Hospital Reina Sofía cuenta con tres salas blancas o salas limpias en el servicio de Oftalmología en las que se abordan, mediante tratamientos inyectados en los ojos, enfermedades -principalmente de tipo crónico- como la degeneración macular asociada a la edad, el edema macular diabético o el edema macular asociado a trombosis venosas, entre otras. También se trata la uveítis y algunos casos de desprendimiento de retina. El objetivo es parar el avance de la patología que presenta el paciente.

En estos espacios, los oftalmólogos llevan a cabo esas terapias intravítreas: introducen en el ojo una medicación que puede ser corticoide o anti-VEGF que son anticuerpos dirigidos al factor de crecimiento endotelial.

El oftalmólogo del Reina Sofía Fabio Contieri explica que este año van a llegar a tratar a 6.000 pacientes aproximadamente. De ellos, un 40% tienen degeneración macular, un 30% tiene edema macular diabético, un 15% tiene edema macular asociado a los trombos y otro 15% son patologías que no entran en esta clasificación y suelen ser más complejas.

El doctor Fabio Contieri atiende a un paciente.
El doctor Fabio Contieri atiende a un paciente. / Miguel Ángel Salas

La degeneración macular es una enfermedad común y ahora, "a causa de la explosión de la edad media de la población, porque la pirámide poblacional se va ensanchando en la parte superior, cada vez tenemos más pacientes con este tipo de patología". Con la degeneración macular se pierde la visión central y afecta sobre todo a pacientes por encima de los 65 años.

Un protocolo de seguridad para evitar complicaciones

Las salas blancas cuentan con un protocolo de seguridad para que todo esté "estéril" y el personal sanitario lleva gorro, mascarilla y guantes. "Gracias a esta seguridad, cada vez tenemos más pacientes porque confían más en estos tratamientos ya que prácticamente no tenemos complicaciones", añade Contieri. En concreto, siguen los protocolos de la Sociedad Española de Retina y Vítreo (SERV) en todas las inyecciones para "evitar esas complicaciones".

Primero, los profesionales colocan un paño estéril para tapar la cara, y luego colocan un blefaróstato que sirve para abrir el ojo. Tras esto, echan unas gotas de betadine diluido, que sirve para desinfectar la superficie ocular y, por último, proceden a la inyección intravítrea. "No suele doler porque utilizamos una pauta de instilación de colirio anestésico: empezamos con tres gotas, la primera al primer minuto, la segunda a los diez minutos y la siguiente a los 20-30 minutos para que el paciente no tenga dolor", explica Contieri.

Mejoría en dos semanas

Si la medicación ha tenido efecto, los pacientes suelen notar la mejoría en dos semanas. Depende de cada patología, tendrán que acudir con una periodicidad diferente. Por ejemplo, en el caso de la degeneración macular por la edad, el tratamiento se empieza con una dosis de carga, seguida de una dosis al mes durante tres meses.

Una oftalmóloga prepara una inyección intravítrea.
Una oftalmóloga prepara una inyección intravítrea. / Miguel Ángel Salas

Luego, los oftalmólogos van extendiendo el intervalo de tratamiento con el objetivo de llegar a una inyección cada seis meses. "Eso sería el objetivo ideal, pero es muy difícil llegar a ese intervalo", reconoce el doctor, aunque "se están comercializando nuevos fármacos que probablemente nos darán la oportunidad de poder alargar el intervalo de tratamiento hasta los seis meses o más".

La degeneración macular por la edad no tiene un tratamiento definitivo, por el momento. Contieri resalta que "ahora mismo, el tratamiento es más bien paliativo, o sea, vamos a tratar los síntomas, pero no tratamos la fisiopatología de esa enfermedad".

Sin embargo, el oftalmólogo es optimista y cree que "en un futuro cercano" se va a poder curar esta patología "gracias al tratamiento génico y a las nuevas terapias génicas que están a punto de salir".

Hospital pionero en salas blancas en Andalucía

En 2007, se adecuaron en el Reina Sofía las salas blancas para este tipo de inyecciones intravítreas, siendo un hospital pionero en Andalucía. Estos tratamientos se realizaban antes en quirófanos, por lo que con la puesta en marcha de las salas limpias "se redujo la ocupación de quirófanos y también le brindamos al paciente la oportunidad de tener más comodidad y una mejor confianza con el tratamiento porque se realiza en acto único", puntualiza Contieri.

Procedimiento para la inyección intravítrea.
Procedimiento para la inyección intravítrea. / Miguel Ángel Salas

Es decir, "si el paciente viene, se diagnostica y se trata el mismo día, eso aumenta la adherencia al tratamiento en lugar de ir al quirófano", apunta el doctor.

Si se siguiera usando el quirófano para llevar a cabo estos tratamientos sería "imposible" llegar a 6.000 pacientes. Además, en estas salas "la seguridad es la misma".

El especialista resalta que para hacer este trabajo es "muy importante" contar con "un equipo que es fenomenal y está formado por los compañeros oftalmólogos, por el equipo de dirección del servicio, el equipo de enfermería y las auxiliares de enfermería que participan activamente en ese procedimiento".

Por otro lado, el equipo de Oftalmología del Reina Sofía tambien realiza publicaciones y comunicaciones en congresos. Contieri acaba de volver de Orlando (Florida, EEUU) del congreso anual de la Academia Americana de Oftalmología y este fin de semana son co-organizadores de la 10ª edicion Tertulia de Retina Córdoba.

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