La rutina diaria también regresa a la Universidad

"Ya tenía ganas de volver a clase; aquí se pasa bien", reconocía ayer Luis, un alumno de la Facultad de Derecho de la Universidad de Córdoba (UCO). Junto a él, alrededor de 16.000 universitarios pusieron fin a sus vacaciones y comenzaron las clases. Con ellos también regresó el bullicio a los pasillos académicos y las prisas en la cafetería para tomar un café entre clase y clase y las quedadas entre compañeros.

Cada curso tuvo su particular inicio. Así, los alumnos de nuevo ingreso pasaron la mañana de bienvenida en bienvenida, para la que la UCO editó un díptico informativo, en el que el rector de la institución académica, José Manuel Roldán Nogueras, les indicaba que en este primer día "se trata de compartir unas horas de convivencia con tus compañeros de promoción, así como con el profesorado".

Por ejemplo, en el centro que dirige el profesor titular de Derecho Constitucional de la UCO, Manuel Agudo, el lugar elegido para la bienvenida fue en salón de actos. A la cita acudieron gran parte de los más de 400 alumnos de nuevo ingreso de Derecho "Somos el centro de la UCO con más alumnos", destacó el decano, quien tildó la cifra de nuevos estudiantes de "magnífica". Agudo recordó también que la principal novedad del centro es la división del aula magna en tres espacios, debido a la aplicación de las directrices del Espacio Europeo de Educación Superior.

En esta primera sesión, que continuó con una visita a las instalaciones de todos los centros, los alumnos de nuevo ingreso en la UCO también conocieron el servicio de asesoría académica que ofrece la institución. Se trata de una apuesta de la Universidad en la que ofrece atención personalizada a sus estudiantes para que estos mejoren su rendimiento académico y sus derechos, tal y como recogen la Ley Orgánica de Universidades (LOU) y el propio Plan Estratégico de la UCO.

La escena se repitió en el Campus de Rabanales, pero en este caso los alumnos que comenzaron sus estudios tuvieron como base el Aula Magna, donde les recibió el vicerrector de Infraestructuras y Campus, José Antonio Cubero, quien se encargó de anunciarles todos los pormenores de su nueva vida académica.

Y si los alumnos de primer curso recibieron estas instrucciones, los ya veteranos tuvieron una jornada más liviana, puesto que se limitaron a conocer las nuevas asignaturas que tendrán que estudiar durante los próximos meses y también a sus profesores.

Sin duda, uno de los aspectos que marcó esta primera jornada del curso fue la llegada de los alumnos de la Escuela Superior Politécnica al edifico Leonardo da Vinci. Tras más de tres años de espera y una inversión superior a los 12,8 millones de euros, el último edificio que quedaba por levantar en el Campus de Rabanales acogió por fin a sus estudiantes y profesores y a algún que otro curioso.