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La ciudad de Córdoba puede presumir de un variado paisaje repleto de vegetación, tradición y, sobre todo, historia. Una riqueza medioambiental que abarca desde Sierra Morena en el norte hasta sus campos de cultivo en el sur, pasando por enclaves históricos como las ruinas de Medina Azahara o la propia ciudad cordobesa, resguardada por el río Guadalquivir. Para los más deportistas, entusiastas o curiosos por conocer los misterios que esconden los campos y montes que rodean Córdoba, estas son las mejores 12 rutas de senderismo para disfrutar al aire libre sin salir del término municipal. Todos los itinerarios han sido contrastados por usuarios de la comunidad de Wikiloc.
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Desde el punto de salida de la ruta de Santa María de Trassierra, donde se ubica la figura de su virgen, comienza este sendero alrededor del cauce del río Guadiato, que comprende 18,2 kilómetros distribuidos en un placentero paseo de poco más de tres horas. Los baños de Popea quedan atrás a los tres kilómetros de camino y tras deleitar una senda de clima húmedo, con vegetación acuática y repleta de rocas. A los 8,6 kilómetros en línea recta paralela al río, se alcanza el puente romano sobre el río Guadanuño. El sendero regresa hacia Santa María de Trassierra, el destino, pero esta vez toca caminar por el lado derecho del río cruzando el romano puente de los Arenales. En el regreso al inicio, tras 9,6 kilómetros de camino a la vera del Guadiato, hay que atravesar una zona de ascenso que alcanza un desnivel de 388 metros. Puedes consultar más detalles de la ruta en este enlace.
Esta ruta circular parte desde el polígono industrial de Pedroches en un recorrido de 27,7 kilómetros. Siguiendo el canal del Guadalmellato, en un desvío a la izquierda, se encuentra el conocido como lago azul. Bordeando este llamativo lago azulado, paralelo al arroyo Pradillos, se alcanza el histórico camino mozárabe hasta las proximidades del Santuario Nuestra Señora de Linares, antigua carretera de Cerro Muriano. Hay que pasar junto a la zona de Doña Manuela e iniciar un recorrido hacia el arroyo Pedroche para ver el salto de agua conocido como el cimbarrillo. Las posteriores vistas de la Meseta Blanca resultan impresionantes junto con la cueva de las cabras y la posterior subida de la gravera que llega hasta el cortijo Los Velascos, un tramo algo complicado de acceder. En medio de este proceso, sin ser conscientes de ello, se sucede el regreso bordeando el barrio cordobés del Naranjo hasta el punto de salida. Puedes consultar más detalles de la ruta en este enlace.
Esta popular ruta lineal comprende 10,2 kilómetros iniciada desde San Rafael de la Albaida (calle Participación Ciudadana), donde esperan cerca de 3,5 kilómetros a campo abierto. Por esta zona del Patriarca, existen multitud de senderos, los cuales todos llevan a la cuesta del reventón. Arriba inicia una nueva senda que exhibe las primeras maravillosas vistas de la ciudad desde un desnivel de 313,7 metros. Conforme se recorta distancia con las Ermitas, la pendiente es cada vez mayor. Sin embargo, el esfuerzo se relativiza gracias a la oportunidad paisajística que ofrece esta ruta repleta de miradores. La fuente de los pobres embellece el tramo de carretera de 800 metros por el que hay que atravesar para llegar a las conocidas ermitas de Córdoba y a su mirador protegido por el monumento al Corazón de Jesús. Un destino repleto de tradición compuesto por 14 templos católicos. La vuelta es similar, aunque descender por el camino de los pobres hace más amena la experiencia.
Paraje excepcional y primordial de recorrer en Sierra Morena, en este caso, con una ruta de 18,3 kilómetros en cerca de tres horas y media de tiempo. Partiendo desde el norte de Córdoba, próximo y paralelo al Hospital de Los Morales, la senda avanza dejando a la derecha el Cerro San Cristóbal en ascenso hacia los repetidores de la zona Rancho Blanco, que ofrecen una vista privilegiada de la ciudad califa. A la altura de la señal de 14%, hay que cruzar la carretera y continuar por el GR-48 hasta el paraje natural que brinda el campo de golf de Córdoba. Una vez que se rodea este y se cruza la vereda del Pino, el embalse de La Encantada o embalse de las Jaras ofrece una panorámica de su impecable naturaleza en sintonía con el canto de los pájaros y el salto de los black bass sobre el agua dulce. Pero, tras disfrutar del entorno, toca partir de regreso por el sendero próximo al repetidor, bajando hacia la urbanización Alto Paso, luego continuando por la GR-48 que coincide con la vereda del Pretorio, y así alcanzar Assuan y Lagar de la Cruz. Aquí comienza el descenso hasta el punto de partida por la conocida como cuesta de la Traición. Puedes consultar más detalles de la ruta en este enlace.
Este recorrido circular de más de 26 kilómetros guarda una gran cantidad de tesoros. El camino comienza en Santa María de Trassierra hacia el noreste siguiendo la calle de la Encina. En vez de ir hacia los baños de Popea, el sendero se debe seguir hacia la derecha con el objetivo de situarse paralelo al camino del río y seguir la senda que guarda una de las primeras sorpresas del paseo, la conocida como de la fuente del Elefante. A los 3,5 km del recorrido, aguardan los restos de la casa del coronel y, continuando recto, el primer manantial del arroyo Bejarano. A orillas de este riachuelo, se encuentran más señas históricas como la calzada romana, el rincón del duende, el molino del Martinete y las minas romanas. Así se logra disfrutar del agradable y húmedo entorno de los baños de Popea, cuyo camino asciende posteriormente por la urbanización Llanos de Arjona. Prolongando la ruta, en el kilómetro 15, hay un giro a la izquierda hacia la cañada de la Teja, cuyo terreno es singular a causa de la cantidad de castañas que ofrecen los árboles que embellecen sus alrededores. Luego, toca regresar al punto de partida y para ello hay que cruzar el arroyo de Guarromán y el pozo de la nieve justo al entrar en la barriada como últimos atractivos de esta extraordinaria y misteriosa ruta. Puedes consultar más detalles de la ruta en este enlace.
Unos 15 kilómetros y tres horas de paseo son suficientes para disfrutar de la panorámica que ofrece la sierra de Córdoba y sus más preciados enclaves. Partiendo desde el parque de Turruñuelos, hay que andar paralelo al canal del Guadamellato hasta alcanzar el centro de visitantes de Medina Azahara. Torciendo a la derecha, se continúa junto a la carretera hasta las ruinas del yacimiento, donde la altura en este primer escalón de Sierra Morena se fusiona con la belleza de dicho Patrimonio de la Humanidad ofreciendo una visión privilegiada de la ciudad de Córdoba y de su pasado árabe a la vez. Una vez contemplado el paraje, se escoge el sendero que se desvía hacia la derecha y que llega hasta el monasterio de San Jerónimo, Bien de Interés Cultural, para continuar ascendiendo campo a través hasta la rotonda de la gasolinera de Santa María de Trassierra. Una vez allí, el regreso será circular y en continuo descenso, cruzando el arroyo de la Gitana y la vereda de Trassierra, hasta alcanzar una pequeña zona de casas. Luego, el sendero sigue por la Hacienda Vallehermoso y las antiguas canteras calcarenita para toparse finalmente con el canal del Guadamellato y simplemente tener que continuar hasta el punto de partida.
Se trata de un recorrido lineal de unos 14 kilómetros que parte desde el polígono industrial de Pedroches. En constante subida hacia Cerro Muriano, hay que atravesar la zona de Carrera del Caballo. Lo característico de esta famosa ruta es que encuadra un conjunto de caminos en Andalucía, que suceden en Almería, Málaga, Granada, Jaén y Córdoba, enlazando con la Vía de la Plata a la altura de Mérida, por lo que este sendero forma parte del popular Camino de Santiago, una de las vías de penetración de mayor importancia histórica de la península ibérica. En su camino lineal, a los 12 kilómetros, hay que cruzar la N-432 hacia Cerro Muriano, dejando a la izquierda la ermita Virgen de los Pinos y alcanzando los 614 metros de desnivel. El destino final es la parroquia de Santa Bárbara, en pleno centro de la barriada. Puedes consultar más detalles de la ruta en este enlace.
Desde el polígono de Pedroches comienza esta ruta de 15,6 kilómetros en su camino paralelo al arroyo de Pedroches. La primera gran sorpresa al seguir el sendero inicial es la de transitar junto al puente de hierro. A los 2,5 kilómetros, una vez se penetra en las profundidades de Santo Domingo, el camino destaca por la gran cantidad de cortijos que adornan las vistas características de la arquitectura rural popular. Esta ruta circular permite que, en el regreso al punto de partida, se pueda apreciar la ermita de San Álvaro a lo lejos y que la visita a la ermita de Santo Domingo sea el premio al esfuerzo realizado alcanzando los casi 350 metros de altitud. En la senda de regreso, antes de finalizar el sendero, se halla el entorno de las ruinas del cortijo Velascos, que amenizan el descenso de siete kilómetros hasta la ciudad de Córdoba. Puedes consultar más detalles de la ruta en este enlace.
Este camino es una mezcla entre ciudad, con un largo tramo urbano, y rústico, con gran parte del sendero que recorre el río Guadalquivir por ambos lados en su paso por la histórica Córdoba. La ruta parte desde el primer molino, el de San Antonio, en la avenida Fray Albino, justo al lado de la Torre de la Calahorra, por la que el siguiente paso es cruzar el Puente Romano. Desde este inmortal viaducto su puede observar el molino de Enmedio y el molino de Pápalo. Al seguir y encontrar de frente la puerta del puente que aguarda a la Mezquita, el camino persiste hacia la izquierda, donde se ubica el molino de la Albolafia. En apenas 750 metros hay cinco molinos, pero la ruta continúa pasando por el Alcázar de Córdoba hasta el puente de San Rafael, que no se cruza, sino que se accede por debajo de él al sendero bordeando la muralla. El camino ahora es totalmente recto a orillas del Guadalquivir, y presenta varios embarcaderos. Justo al comienzo se halla el molino de la Alegría, y 3,3 kilómetros después, pasando por debajo del puente de Andalucía, al llegar al puente de Abbás Ibn Firnás, se encuentra el molino de Casillas y sus bajos, cuyos famosos escalones de la cuenca del río generan un aura de tranquilidad gracias al débil sonido del agua cuando cae sobre ellos. Los dos últimos molinos están en el regreso por el mismo camino, pero con la diferencia de que, esta vez, hay que cruzar el puente de San Rafael y, antes de girar hacia la izquierda para llegar al punto de inicio, a la derecha se localizan los molinos de San Lázaro y San Rafael. En total, esta didáctica e interesante ruta supone recorrer cerca de 9 kilómetros a pie.
En la intersección entre la avenida del Alcázar y la Ronda de Isasa se puede acceder al paseo de la ribera por la orilla del río Guadalquivir en dirección al puente de San Rafael, bordeando la muralla. Al pasar por debajo del puente, se accede al sendero que continúa totalmente recto y paralelo a la orilla del río. A los 3,5 kilómetros se encuentra el molino Casillas y la estatua en homenaje al precursor aeronáutico Abbás Ibn Firnás. En línea recta hay que seguir el cauce del Guadalquivir durante dos kilómetros y torcer a la derecha hacia las viviendas de Abejorreras para continuar hacia la izquierda hasta llegar a las vías del tren, las cuales hay que bordear con el objetivo de alcanzar la avenida del Aeropuerto. Durante un kilómetro y medio caminando junto a la carretera, el desvío a la izquierda lleva hasta la rotonda que indica la entrada del aeropuerto de Córdoba y que es el final de la ruta. En dicho espacio está ubicada la escultura en honor al piloto aéreo Antonio Fernández y la réplica de la avioneta EC-CDO. La vuelta puede efectuarse por el mismo sendero o siguiendo el camino hasta el Higuerón, Electromecánicas y desde el barrio de Poniente llegar a la ribera. Puedes consultar más detalles de la ruta en este enlace.
Se trata del conocido parque periurbano Los Villares, espacio natural famoso por su resplandeciente entorno rural y sus comodidades para disfrutar con la familia y amigos. Aunque está en plena sierra, se encuentra a apenas diez minutos del núcleo urbano de Córdoba en coche, por la carretera CO-3408 que va a Cerro Muriano. Desde el aparcamiento de Los Villares, a la izquierda, el sendero se adentra en una sencilla ruta circular de 5,1 kilómetros equipada con carteles informativos, merenderos, barbacoas, arroyos y mucha variedad de vegetación. Resulta imprescindible disfrutar de sus áreas de descanso y de los servicios que este parque periurbano ofrece y que encontrarás detallados en los carteles de esta ruta que presenta una duración de hora y media aproximada. Puedes consultar más detalles de la ruta en este enlace.
Para descubrir este yacimiento arqueológico de origen tarteso hay que recorrer un largo camino de 25 kilómetros desde el colegio público Abderramán, en el barrio de Fray Albino. La travesía puede efectuarse a pie o en bicicleta, aunque realizarla sobre ruedas es más recomendable por la comodidad y monotonía del sendero. El trayecto inicia por un tramo de carretera durante un kilómetro. A partir de ahí, comienza el camino de manera lineal al sendero por la primera etapa del Cordel de la Campiña, a través de una extensa panorámica de diferentes campos de cultivo de cereal. La ruta es larga, pero el destino merece la pena por la historia que conlleva. Lo que más destaca de esta senda es el puente romano del arroyo Fontalba, que se halla previo a alcanzar el yacimiento. Finalmente, se puede disfrutar de las ruinas del enclave arqueológico de Ategua, Bien de Interés Cultural, a la espera de un largo camino de regreso por el mismo sendero. Puedes consultar más detalles de la ruta en este enlace.
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