El 80% de los rumanos de etnia gitana vive en asentamientos

El 80% de la población rumana de etnia gitana asentada en la capital vive en asentamientos sin ningún tipo de servicio básico, como luz o agua, mientras que el 20% restante reside en varios pisos distribuidos en la ciudad. Ésta es una de las conclusiones que se extrae del informe Acceso de la comunidad Romá a los derechos sociales en Córdoba, elaborado por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDH-A). Se trata del primer documento elaborado sobre este grupo de población que también deja en entredicho dos grandes mitos que "la han perjudicado", según expuso ayer el responsable de APDH-A en Córdoba, Carlos Arce. Uno de ellos se relaciona con el hecho de que "había una comunidad muy numerosa e impedía afrontar una política social de integración por su coste", detalló. Sin embargo, el documento desvela que la población rumana y búlgara de etnia gitana se eleva a 401 personas, lo que representa el 0,12% de los habitantes de Córdoba. El segundo mito que rompe el documento, según Arce, es que no se trata de una población itinerante, ya que el 77% lleva más tres años viviendo en Córdoba, mientras que el 30% más de una década. Con ello, continuó, "el carácter nómada queda desmentido".

El estudio, del que se ha encargado la trabajadora social de APDH-A Leonor Padilla, ofrece información sobre la población roma en el acceso a documentación, vivienda, educación, empleo y servicios sociales. La investigación se ha llevado a cabo durante seis meses de trabajo y la muestra se realizó sobre 201 personas de 11 asentamientos , de la veintena que se estima hay en la capital.

La primera de las áreas que analiza el estudio es la caracterización de esta población. Según Padilla, el 40% son menores, mientras que el resto son adultos. En todos los tramos de edad el número de mujeres supera al de hombres, excepto en el de entre los cinco y los 14 años y son especialmente numerosas en el de 25 y 34 años, donde representan casi un 60%. Por distritos, es el de Poniente en el que reside el mayor número de esta población, con un 27%, seguido de la Fuensanta (14%) y Sur (13%). Una de las conclusiones de este apartado señala que la población roma afincada en Córdoba reside con sus núcleos familiares completos. Otra deducción que hace es que esta población "no tiene la percepción de que realiza una actividad ilegal" cuando se dedicada a la recogida de residuos y venta de chatarra. Al respecto, la autora del estudio destaca que su nivel de ingresos "es muy bajo", al tiempo que anota que "una familia española apenas podría sobrevivir" con esos recursos.

La situación documental-jurídica de esta población es el segundo factor que analiza el estudio. Los datos recabados en la muestra hacen referencia a los documentos que tienen en España (registro de ciudadano de la Unión, NIE, residencia o libro de familia español, si tiene hijos nacidos en España), los relativos al país de origen (pasaporte, boletín o documento de identidad, certificados de nacimiento, libro de familia, permiso de conducir) y el empadronamiento. Entre los datos de los documentos que se poseen en España, hay 34 personas con registro de la Unión Europea, 30 con NIE, 20 con residencia y 33 familias con libro de familia español. Por su parte, entre la documentación del país de origen, hay 96 personas con pasaporte, 105 con boletín o documento de identidad, 99 con certificado de nacimiento y 12 hombres con permiso de conducir. En cuanto al empadronamiento, 13 unidades familiares estarían empadronadas y 41 no. Según APDH-A, la actual legislación ha tenido "efectos negativos entre los miembros de la comunidad romá que reside en Córdoba desde hace más de cinco años". Así, asegura que a esta población "les resulta difícil demostrar la residencia continuada con un certificado histórico de empadronamiento si se han tenido cambios de domicilio". Por ello, advierte de que "existe un verdadero problema al no poder empadronarse por no contar con los requisitos y la documentación que se pide para identificar el domicilio y acreditar su ocupación, como un título de ocupación de vivienda, escritura, contrato de alquiler o recibos de suministros, entre otros". Para mejorar esta situación, APDH-A propone la agilización de los trámites en la Subdelegación del Gobierno y que la administración "se adecue a la diversidad cultural en sus requisitos de acceso a los servicios y recursos".

El tercer factor que analiza el informe es la educación que recibe y tiene la población roma que vive en Córdoba. Así, Padilla advirtió de que "a pesar de que el acceso es efectivo, hay problemas como la lejanía de los centros". El estudio también hace referencia al Servicio de Estancia Diurna Infantil del Proyecto Menores en situación de exclusión, un recurso dirigido a niños roma que complementa la red de centros públicos de primer ciclo de Educación Infantil. Según APDH-A, este servicio ha venido a suplir "las funciones de los centros que no atendían al completo las necesidades especiales de estos menores". El año pasado, según los mismos datos, este servicio atendió una media de cinco niños al día en sus instalaciones, que tienen capacidad para un máximo de 12 menores. Según el documento, en las primeras experiencias de escolarización en centros públicos, "las familias no permanecían todo el curso y abandonaban ante los primeros problemas". La investigación asegura también que en los centros donde se admitían menores romá, las familias "tuvieron ciertos problemas por las exigencias o falta de adaptación a sus necesidades". Los problemas "venían dados por la falta de higiene de los menores y la imposibilidad de proporcionar servicios relacionados con esta carencia (baños, limpieza, vestido)" y también por los horarios estrictos y la imposibilidad de su cumplimiento por parte de las familias. El documento detalla que el actual curso hay una población de 130 menores matriculados en Córdoba: 10 en el primer ciclo de Educación Infantil, 36 en el segundo, 64 en Primaria y 20 en Secundaria. Los datos muestran un porcentaje menor de alumnos matriculados en Secundaria, aunque está aumentando con respecto a años anteriores. En este apartado APDH-A también lanza una serie de propuestas de mejora, como "incrementar los recursos no estrictamente educativos para que los niños puedan hacer efectiva su incorporación a la escuela, como servicios de despertador o bocadillos para el recreo, así como incrementar las ayudas para libro y material escolar.

Junto a la salud, el informe también dedica una buena parte al empleo de la población rumana de etnia gitana. Como primer dato, expone que los trabajadores extranjeros procedentes de Rumanía son los que suscribieron en 2012 casi la mitad de contratos de extranjeros en la provincia de Córdoba (13.354, 49%). Según el documento, un 94,5% de las personas adultas de la población roma de los asentamientos trabaja para mantener a su familia. La recogida y venta de chatarra es el principal medio de vida y sustento de la mayoría de adultos, así como la búsqueda, recogida y venta de otros productos en menor medida (tapones, sacos, aceite, ropa o calzado). En segundo lugar está la mendicidad, ejercida por las mujeres (un 9,52%). No obstante, estas mujeres no sólo piden dinero, sino que también demandan comida, productos para el hogar o la higiene de los bebés (toallitas, pañales, ropa, jabón) u otros productos útiles. El estudio muestra que el destino de los ingresos por mendicidad -entre cuatro y siete euros al día- "se dedica principalmente a la elaboración de la comida familiar", de la que se encargan las mujeres. La población rumana también trabaja en las campañas agrícolas, aunque entre las personas que han participado en la muestra sólo un 4% ha estado dedicado a estas labores. El estudio explica que los ingresos que consiguen en el ejercicio de la actividad de búsqueda, recogida, almacenamiento y venta de chatarra "son cada vez más exiguos". Algunas familias cuentan con varios miembros que se dedican a la mista actividad, lo que les procura más beneficios. Aún así, el cálculo que hacen es que una persona con dedicación exclusiva a esta tarea puede obtener una media de entre 180-190 euros. Para mejorar esta situación, APDH-A propone el desarrollo de un plan de empleo para esta población.

La vivienda también forma parte de este análisis, que desvelos residentes en asentamientos y otras infraviviendas del estilo se reparten entre 16 a 20 asentamientos o localizaciones, en los que viven 214 adultos y 110 menores, alcanzando las 324 personas, que representa un 79,6% del total de los roma que vive en Córdoba. El resto de personas, que rondaría las 83, representa un 20,3% y habita en pisos. Estos últimos, se reparten entre nueve pisos alquilados, ocho en Ciudad Jardín (Poniente Sur) y uno en Santa Rosa (Norte). Respecto a los asentamientos, el informe especifica que están formados por grupos de chabolas realizadas con materiales de construcción y derribo. También desvela que de los 12 asentamientos analizados, tres tienen contratos de alquiler, cuatro se encuentran en terrenos de titularidad privada con el conocimiento y consentimiento del propietario y cinco se encuentran en lugares cuya titularidad desconocen o son públicos. En los pisos, por su parte, "existen problemas de hacinamiento", ya que conviven "varias familias en un solo piso para poder hacer frente al pago del alquiler y los suministros". Por ello, el estudio concluye que la población romá gitana "se encuentra en situación de exclusión social debido no sólo a la carencia de los elementos básicos para vivir, antes descritos, sino también por la confluencia de factores multidimensionales económicos, culturales, sociales y personales que impiden su participación en la sociedad". Como propuestas de mejora, APDH-A lanza el desarrollo de un programa para erradicar el chabolismo.

Respecto a los recursos sociales, otro de los factores analizados, no llega al 3% el porcentaje de población Romá que percibe una prestación social de carácter económico.