Conservación

El fin de las obras del 'hogar' de los rinocerontes indios en Córdoba se retrasa hasta el 20 de octubre

Ejemplar de rinoceronte indio del Zoo de Benidorm

Ejemplar de rinoceronte indio del Zoo de Benidorm / TERRA NATURA BENIDORM

El Zoo de Córdoba continúa preparando el que será el hogar de una pareja de rinocerontes indios -especie de la que apenas quedan 2.000 ejemplares en todo el mundo-, una pareja que llegará escalonadamente a la ciudad. El contrato de las obras que lleva a cabo Ingedeca, Proyectos, Obras y Servicios ha sufrido un modificado y finalmente las actuaciones en el complejo se prologarán hasta el próximo 20 de octubre, fecha fijada ahora para el fin de las mismas en un complejo que se dotará además de establos y de zonas de esparcimiento.

El motivo del modificado, que encarecerá las actuaciones en 57.816 euros hasta alcanzar los 401.579 euros, es el refuerzo de la seguridad en dicho complejo. Las intervenciones previstas supondrán que la altura de los muros de hormigón del recinto crecerá en al menos medio metro; se reforzarán las puertas del mismo y se le dotará de un pastor eléctrico o vallado que permite el control de los animales mediante una descarga eléctrica de alto voltaje y corta duración. 

Este nuevo hogar que espera a la pareja está ubicado frente al espacio que ocupan el macaco de Gibraltar y el gibón, en el espacio que fue con anterioridad el recinto de la elefanta Flaviafallecida el 1 de marzo de 2019. "El primero que llegará no sabemos si será el macho o la hembra", detalló Julia Ruiz, conservadora del Zoo, a el Día. La Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA) es la que está determinando "qué animales son los que vendrán a Córdoba". "Nosotros nunca hemos tenido rinocerontes y nos tendremos que acostumbrar a su manejo con el primero que llegue; cuando nos acostumbremos y controlemos su cuidado, llegará el otro animal", apuntó Ruiz. La conservadora del Zoo de Córdoba insistió en que el recinto que se está ultimando para la pareja de rinocerontes indios se dividirá en dos y cada uno de ellos ocupará cada una de las partes.

"Son animales solitarios y no pueden estar juntos nada más que en el momento que se les dé acceso para criar", puntualizó. "La hembra tiene que mostrar señales de que está en celo para poder juntarlos, dado que se trata de animales muy agresivos que no pueden convivir entre ellos; ya que dos semanas antes de que la hembra entre en celo el macho ya la huele e intenta aparearse, si la hembra lo rechaza es capaz de matarla, por lo que hay que trabajar con ellos teniéndolo todo muy controlado, tenemos que aprender a ello", sentenció. Para el diseño de la instalación, Julia Ruiz y otros compañeros de trabajo se desplazaron hasta el Zoo de Benidorm (Alicante), en el que tienen un macho y tres hembras de este tipo de rinoceronte.

Terra Natura Benidorm es todo un referente en la conservación de esta especie, ya que en el año 2012 se convirtió en el primer zoológico español que consiguió la reproducción de un rinoceronte indio. En España no hay ningún otro zoológico que cuente con cuatro ejemplares de esta especie, y en Europa tan solo existen otros dos centros más que tengan un grupo formado por este número de ejemplares.

La instalación cordobesa que espera a esta pareja de mamíferos perisodáctilos tiene una superficie total aproximada de 2.000 metros cuadrados. Antes de las obras contaba con un cubil de unos 100 metros cuadrados construidos y una piscina. El foso que rodea parte del recinto tiene una superficie de 200 metros cuadrados y los recintos exteriores miden 1.200 y 800 metros cuadrados respectivamente. En este último está ubicado el antiguo morabito.

El acceso a la instalación se realiza por distintas puertas situadas en una de las zonas de servicio del Zoo, desde las cuales se puede acceder directamente al cubil y al recinto exterior. Para adecuar la instalación para albergar a los rinocerontes indios se adaptará el cubil a la nueva especie y se ejecutará otro nuevo independiente. El espacio exterior del recinto también se verá acondicionado, modificándose el foso existente, según recoge la memoria del proyecto.

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