El 'renovado' Cristo de los Faroles

El Cristo de los Faroles se ha desprendido de los andamios que hasta ahora le rodeaban debido a los trabajos de restauración que se han acometido. Desde ayer la escultura luce en todo su esplendor y vuelve a ser protagonista de las fotos de los turistas que pasan diariamente por la plaza de Capuchinos. Las obras han cumplido el plazo previsto ya que el compromiso era que estuvieran listas para la Semana Santa y no entorpecer así el paso de las hermandades de la Paz, Los Dolores y La Sangre.

La restauración se enmarca dentro de la iniciativa Apadrina un Monumento y ha contado con un presupuesto de 25.000 euros, aportado por distintas entidades colaboradoras que han participado en el patrocinio del proyecto.

En el primer examen que se realizó de la escultura se encontraron más daños de los previstos aunque no corría riesgo de desprendimiento ni ningún problema irreversible. Tras el análisis inicial se descubrió que el monumento tenía muchos microorganismos, por lo que se ha llevado a cabo un proceso biocida y una limpieza con láser. También se han cosido las zonas que están en peor estado y se han realizado las labores de integración y protección de todo el conjunto. Concretamente, una de las zonas que presentaba mayores dificultades es la peana de la cruz, ya que tiene un anillo metálico que estaba bastante oxidado. Las actuaciones han mantenido la originalidad de la obra y además han permitido dejar al descubierto la esencia de este monumento.

Apadrina un monumento es un proyecto dirigido a fomentar la restauración y difusión del patrimonio monumental de Córdoba a través de la colaboración público-privada. La iniciativa, propuesta y desarrollada por la empresa Tierra Creativa e impulsada por Sadeco, tiene como objetivo fomentar el cuidado del patrimonio de Córdoba y destacar la implicación y compromiso de los cordobeses en el cuidado de su entorno.