Patrimonio

Así es la recuperación de la Capilla Real "nazarí" de la Mezquita-Catedral de Córdoba

Interior de la Capilla Real "nazarí" de la Mezquita-Catedral de Córdoba.

Interior de la Capilla Real "nazarí" de la Mezquita-Catedral de Córdoba. / Efe / Salas

Prácticamente desapercibida a los ojos del visitante, a pesar de estar ubicada en el "corazón" de la Mezquita-Catedral de Córdoba, su Capilla Real, que aunque cristiana quizá sea la más "nazarí" de todo el templo, afronta la recuperación de su decoración interior, un proceso "laborioso" y "complejo" que respeta su "identidad" e "historia".

En un constante proceso de conservación y tras años de estudio, en 2016 se inicia la primera fase de la restauración de la Capilla Real de la Mezquita-Catedral, una intervención "esencial" en sus cubiertas que, junto a una segunda actuación en la fachada que sobresale de las mismas, permite ahora recuperar una "singular" decoración, poco imaginada en el resto del conjunto monumental.

El arquitecto del monumento Gabriel Rebollo, que forma equipo junto a sus compañeros Gabriel Ruiz y Francisco Rebollo, relata que la Capilla Real, de estilo mudéjar y que se levanta en el siglo XIV por orden del rey Enrique II para enterrar a su padre y a su abuelo, Alfonso XI y Fernando IV, respectivamente, está "muy bien integrada" y es una pieza "muy interesante en sí misma".

Se trata de una capilla "casi contemporánea", y brevemente posterior al Alcázar de Sevilla, que alberga una decoración que "recuerda inmediatamente a las decoraciones y arquitecturas contemporáneas de la Alhambra de Granada". "Es muy probable y casi seguro" que "artesanos y artistas" del reino nazarí fueran contratados para ello, afirma Rebollo.

Restauración "laboriosa"

De ahí que sea una capilla "singular", decorada con "epigrafía escrita en castellano, en latín y en árabe", lo que da muestra de la "complejidad" de la estructura, un "ejemplo de la propia complejidad de la historia de España". De ahí que se haya planificado una restauración "bien definida y laboriosa" que en esta tercera fase acometerá el Ministerio de Cultura en "perfecta coordinación" con los técnicos del templo.

Una de las zonas de la Capilla Real. Una de las zonas de la Capilla Real.

Una de las zonas de la Capilla Real. / Salas / EFE

Con el proyecto ya redactado y con un presupuesto de más de 640.000 euros, los trabajos se prolongarán alrededor de 17 meses y se centrarán en garantizar la "conservación de las yeserías y revestimientos" de la capilla y frenar el avance de su degradación, por lo que también se tratará de lograr su "estabilidad química y estructural".

Un paso más en la intervención integral en la Capilla Real que comenzó con la reforma de las cubiertas, una actuación "imprescindible", ya que lo esencial es "tener asegurada la impermeabilidad" de la estructura, algo que se hizo con "extraordinario rigor y esfuerzo".

"Este edificio tiene unas cubiertas interesantísimas y valiosísimas. Muchas veces decimos que es la fachada más bonita del edificio y la llamamos la quinta fachada, pero tienen el problema de que son extraordinariamente frágiles", explica Rebollo, por lo que su restauración y conservación contínua, que acomete el propio Cabildo Catedral, es siempre "un tema prioritario".

Unas cubiertas "de madera" que se han restaurado "con las mismas técnicas primitivas" y que a veces "pasan desapercibidas porque nadie sube a ellas", pero cuya conservación es "esencial" para preservar todo el conjunto, Patrimonio Universal de la Humanidad.

Un edificio que enamora

El criterio de restauración se basa en recuperar "no lo más aparente, brillante o visible", sino "lo más importante", apunta el arquitecto. Pero siempre "respetando la identidad e historia del edificio" con un "conocimiento profundo" y "estudios rigurosos" elaborados por un "equipo multidisciplinar" de "arquitectos, arqueólogos, historiadores y restauradores".

"Sin ese conocimiento sería una mala restauración", asegura Rebollo, quien resalta que el "gran punto en común" de "todos los que intervienen" en el edificio es el "amor" a la Mezquita-Catedral. "Es un edificio que enamora", añade el arquitecto, de ahí el "respeto y cariño" de los expertos "a su historia".

Una de las vistas del monumento. Una de las vistas del monumento.

Una de las vistas del monumento. / Efe / Salas

"Cualquier restauración que intente arrancar una hoja de su historia sería simplificadora y, por tanto, una malísima restauración", incide Rebollo, quien defiende la "rigurosidad" de todas y cada una de las intervenciones que se han acometido.

Una vez acabe la restauración de la decoración de la Capilla Real de la Mezquita Catedral, el Cabildo ya piensa en una "cuarta fase, quizás no muy a corto plazo", que se centraría en la mal llamada "cripta", que tiene un "especial interés" y en la que debería abordarse la mejora de su "accesibilidad" o "visibilidad.

La más desconocida

En su origen solo se podía acceder a la Capilla Real desde el "presbiterio" anexo de la Capilla Mayor que se ubicaba bajo la llamada cúpula del "Cristo de Villaviciosa". "Entonces la diferencia de nivel del suelo era mucho menor que el actual", si bien a principios del siglo XX "se desmonta ese presbiterio" y su accesibilidad "se hace todavía más difícil".

Posiblemente, la Capilla Real sea la más "desconocida" del templo ya que desde su construcción fue "prácticamente inaccesible" y, por su puesto, ningún turista ha podido acceder a su interior. "Es un tema que no es fácil, ya que el suelo es valiosísimo y muy frágil", por lo que "desaparecería en muy pocos años".

"Ya se verá", concluye Rebollo con una sonrisa antes de caminar entre el bosque de arcos y columnas del templo y mirar de reojo hacia otro gran proyecto restaurador que se espera acometer este mismo año, la restauración de las tres cúpulas de la maqsura que, junto al Mirhab, constituyen la parte más delicada, valiosa y patrimonial de la Mezquita-Catedral.

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