Al final de la mañana, a las 13:21, cuando ya parecía que todos los premios iban a pasar de largo por la capital cordobesa, ha salido el último premio del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, el último quinto, el número 89.109, vendido en la administración número 33 de la calle Fernando de Córdoba. Este quinto premio, que ha estado muy repartido por el territorio nacional, ha dejado a un solo ganador en Córdoba, que se ha llevado 6.000 euros. No obstante, la provincia no se ha ido de vacío en este sorteo, ya que ha dejado algo más de tres millones de euros.

A las puertas de la administración de lotería El Califa de la suerte, que hace esquina con la avenida de América, un grupo de fotógrafos se hacía con la foto de rigor en este tipo de casos a escasos minutos de conocerse la noticia. En el objetivo, Agustín Hidalgo, encargado de la administración y protagonista de los hechos por segundo año consecutivo, "ya que el año pasado también se vendió aquí un quinto premio", ha recordado un Agustín que no ha podido evitar emocionarse por la alegría de repartir y repetir en el sorteo.

La suerte parece visitar este establecimiento y eso la gente no lo pasa por alto, ha afirmado Agustín, quien ha reconocido haber notado un aumento de clientes, que repiten o que llegan nuevos, pero que en cualquier caso han hecho sus apuestas en esta administración. "Suele decir la gente que viene porque aquí ya ha tocado", ha dicho el lotero, escondiendo una sonrisa pícara como si guardara un secreto.

El 'truco' de Agustín

Y puede que así sea, porque Agustín le dio forma el año pasado a la idea de muchos jugadores que se acercaban a su establecimiento pidiéndole un décimo metido en una caja para no ver ver el número con el que participaban. "En esto del juego hay mucho supersticioso", ha apuntillado.

Entonces, se le ocurrió que se podrían compaginar las manías de unos con la estadística avanzada, para intentar arrinconar el premio lo máximo posible. Para ello, se ha valido de estadísticas de números que han salido desde los últimos 40 o 50 años, ha comprobado las repeticiones, y a base de sumar cifras de los números, observar las terminaciones en par o impar, sacó un listado de resultados que luego le han servido para vendérselos a aquellos que no quieren saber su número. La guinda la ponen unos "sobres especiales" en los que introduce el décimo, extraído a máquina, y que entrega a los clientes.

Pero esto de la lotería, ¿no es un juego de azar en el que cada número tiene la mismas posibilidades que los demás? "Son 100.000 números, con el mismo porcentaje, pero si empiezas a limitar y a limitar con los resultados de la estadística..., de momento ha dado resultado", ha zanjado Agustín.

Será casualidad, o no, que Agustín Hidalgo haya repartido dos quintos premios en los últimos dos sorteos, pero la realidad para este lotero, que vive el sorteo de la Navidad como si fuera la Champions League de la Lotería, es que nadie le podrá quitar la felicidad que le da repartir premios en estas fechas, "aunque sea la pedrea". El año que viene a por El Gordo: "ojalá".