'Los pupitres no cambian de color', la novela de Manuel GMata que nació con la intención de ser un corto
Literatura
La obra que narra la historia de seis hombres que se reúnen para conmemorar el vigésimo aniversario de su graduación
Las pensiones y las ayudas sociales son las principales fuentes de ingresos en ocho pueblos de Córdoba
Los pupitres no cambian de color nació con la idea de ser un cortometraje, o quizás una película pero, a medida que su autor desarrollaba la trama, acabó convirtiéndose en una novela, la primera del cordobés Manuel GMata, quien hasta ahora ha desarrollado su actividad profesional en el sector audiovisual.
El germen de Los pupitres no cambian de color comenzó en plena pandemia, una época en la que, según ha señalado el autor, "no tenía mucho trabajo de lo mío" y se aventuró con este proyecto que "quería que fuera un corto pero empecé a escribir y cada vez me gustaba más y al final acabé con una novela de 519 páginas".
Fue una época "de reflexión, de reinventarse, de hacer algo que realmente me gustase y que me llevase a lo que quería hacer realmente con mi vida; porque también era un momento en el que apreciamos la vida que vimos que podía acabar".
Y ahí, de esa etapa de introspección personal, de indagar en el interior de uno mismo, es cómo nació esta novela que narra la historia de seis hombres que se reúnen para conmemorar el vigésimo aniversario de su graduación.
Capítulos sin cerrar
Esta celebración les lleva es a que miren en su interior "porque cada uno de ellos tiene un capítulo de su vida sin cerrar" y que busquen "lo que realmente querían hacer con sus vidas".
Porque, como dice su autor, Los pupitres no cambian de color no es solo una novela sobre un grupo de antiguos compañeros a punto de cumplir los 40 años que se reúnen "para emborracharse y recordar anécdotas del pasado".
La novela habla de "los sueños de la infancia que abandonamos, de las decisiones tomadas que nos marcaron; del amor que se fue y nunca volvió y de los caminos que tomamos que nos han convertido en lo que hoy en día somos y también de aquellos que no".
En Los pupitres no cambian de color, Manuel GMata ha querido hablar de temas tan diversos como la amistad, la paternidad, el matrimonio o la soledad y ha querido incidir en la "necesidad de pasar página y perdonarse a uno mismo y, por supuesto, también a los demás".
En el transcurso de la trama los seis personajes pretenden, según el escritor, "cerrar viejas heridas", esas que "todos arrastramos en mayor o menor medida desde la adolescencia y no terminamos de cerrar".
El objetivo de seguir escribiendo
Centrado en dar a conocer esta primera novela, Manuel GMata no descarta seguir en el mundo literario, "de hecho estoy escribiendo sobre uno de los personajes de este libro, con el que más he disfrutado, pero una historia aparte", aunque no prevé abandonar el sector audiovisual "a no ser que escriba un best seller, cosa que veo poco probable por ahora", apostilla.
La publicación de su primera obra le ha hecho reflexionar sobre la situación del panorama literario y considera que "ahora todo el mundo tiene muchísimas oportunidades de publicar".
En su opinión, hace unos años era más complicado pero "ahora entre la posibilidad de publicar en internet o de la autoedición es más fácil poder publicar para los que estamos empezando", aunque él no ha tenido problema en que su obra la publique la editorial D93.
Para Manuel GMata su sueño sería que su libro "se convirtiera en una serie de televisión", un objetivo del que es "consciente de la dificultad que ello conlleva".
También te puede interesar