Salud Mental

Los psicólogos de Córdoba alertan del aumento en el uso de medicamentos antidepresivos

  • El Colegio de Psicólogos muestra su preocupación por la automedicación de este tipo de fármacos

  • El Reina Sofía alerta del incremento de consultas por situaciones psicológicas críticas

Gente pasea por el centro de Córdoba.

Gente pasea por el centro de Córdoba. / El Día

El Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental, delegación Córdoba, ha alertado del aumento en el uso de medicamentos antidepresivos y ansiolíticos en el último año a consecuencia de la crisis del covid-19 y, sobre todo, han mostrado su preocupación por la automedicación de este tipo de fármacos antes de acudir a terapia y atajar el problema psicológico desde la base. Así lo ha asegurado la psicóloga y miembro de la junta directiva del colegio, Carmen Recio. 

La denominada fatiga pandémica ya viene haciendo estragos en la salud mental de los cordobeses tras un año de crisis sanitaria, económica y social. Los efectos de la incertidumbre, que se prolonga en el tiempo, la aparición de nuevas medidas y consecuencias del virus han llevado a muchas personas a "no reconocer su situación y entrar en la pasividad de la medicación con ansiolíticos o antidepresivos porque es lo más inmediato e incluso accesible, y se lo están automedicando", alerta la especialista.

"Nos llegan muchísimas personas medicadas porque es lo más inmediato y tres de cada diez personas muestran síntomas de ansiedad y depresión, unos síntomas que son normales en esta situación que no es normal y que son psicológicos y no psiquiátricos, con lo cual no cabe el uso de estos medicamentos", afirma Recio, que hace un llamamiento a las personas a acudir a los profesionales a tiempo.

De hecho, desde la Unidad de Salud Mental del Hospital Reina Sofía, aunque los datos de actuaciones son muy similares a los del año 2019, con 60.000 actuaciones en primeras consultas, consultas de seguimiento, y psicoterapias por facultativos especialistas y aproximadamente 40.000 actuaciones de otros profesionales de la salud mental como enfermería o trabajadores sociales, sí han comentado a el Día que existe "un incremento ya en los últimos meses de consultas en todas nuestras unidades, reflejo de la progresiva instauración de situaciones criticas y expectativas desesperanzadas a corto plazo, que propician el desarrollo de síntomas ansioso depresivos".

Desde el Reina Sofía aseguran que es "esperable" la continuidad de esta progresión de consultas, que podrían verse reflejados en las cifras de este año 2021 y que en las situaciones leves, Atención Primaria ha sido clave para resolver los problemas en ese nivel. 

En Córdoba hay 34 psicólogos en activo a día de hoy para atender a toda la población de la provincia que es, según el Instituto Nacional de Estadística, de 781.451 personas. Es decir, solo hay cuatro psicólogos por cada 100.000 habitantes. Harían falta dos más por la misma ratio de personas para alcanzar la media nacional y al menos 14 para alcanzar la europea. 

Las clínicas y consultorios privados también atienden los casos de salud mental, que aumentan también en la privada a consecuencia de la pandemia, sobre todo en el manejo de parejas y la relación familiar con hijos adolescentes tras el confinamiento. El Colegio de Psicólogos de Córdoba tiene, a día de hoy, 817 profesionales colegiados. Así, Recio recomienda que, de tener los recursos, los inviertan en la salud mental, cambiando "los gastos innecesarios, las compras superfluas" de artículos "que no nos hacen falta" por una "inversión en el bienestar" porque hay que "acabar con el mito de que si no tienes dinero no puedes ir a una consulta".

¿Cómo identificar un mal psicológico?

Los profesionales de la salud mental han empezado a centrarse, por recomendación de la OMS, en el bienestar integral de las personas con sus recursos, sobre todo a aquellas cuya experiencia con el covid-19 y la muerte han sido especialmente cercanas, en familiares o amigos, y que están viviendo duelos que "hay que trabajar a tiempo". 

Aunque el problema sea psicológico, llega un punto en el que las personas lo somatizan a nivel físico, explica Carmen Recio. Algunos de estos síntomas, según la especialista del Colegio de Psicólogos, pueden ser:

  • Falta de aire sin estar asociado al uso de mascarillas o al virus.
  • Dificultad en el sueño, sobre todo por la noche.
  • Pérdida o ganancia de apetito.
  • Dolores que antes no experimentaban como tensiones en el cuerpo o cefalea.
  • Falta de concentración.
  • Emociones de rabia, tristeza o apatía sin motivo aparente.

La psicóloga además recomienda cambiar o incorporar hábitos nuevos compatibles con la realidad actual para lograr adaptarse a la situación, aceptarla y "aprender a vivir con el estrés y sentir lo que para nosotros es importante, dejando de darle relevancia a situaciones que no la tienen". Además de modificar la manera de relacionarse, dejando atrás "el monotema" del virus, que "fatiga y empeora las relaciones". 

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