Sanidad

Programa de trasplantes del Hospital Reina Sofía: 42 años dando “vida donde hubo muerte”

Imagen de archivo de un trasplante realizado en el Hospital Reina Sofía.

Imagen de archivo de un trasplante realizado en el Hospital Reina Sofía.

Todo comenzó con la valentía de un paciente con enfermedad renal y de un equipo de médicos y enfermeros que se había preparado a conciencia para llevar a cabo el que sería el primer hito de la historia del Hospital Reina Sofía. El paciente que dio el paso al frente se llamaba Miguel Berni, tenía 32 años y su nombre ha pasado a la posteridad por ser el primer trasplantado de un órgano en el centro sanitario cordobés. El Reina Sofía acaba de celebrar el 42 aniversario de esa operación que, aunque no tuvo un final feliz porque el joven rechazó el riñón y falleció años después, sí supuso un revulsivo para los profesionales del hospital.

El 6 de febrero de 1979 echó a andar el programa de trasplantes del centro, que desde entonces ha dado vida a miles de personas. En concreto, y según el último balance, se han realizado 5.016 intervenciones y 1.112 familias hayan dicho sí a la donación, un gesto generoso sin el que sería imposible seguir adelante.

El programa de trasplantes del Reina Sofía se ha convertido en uno de los más potentes de Andalucía y de España porque al renal se fueron sumando el de médula ósea (1981), de corazón (1986), de páncreas (1988), de hígado (1989) y de pulmón (1993), el último en incorporarse debido a la complejidad que conlleva por ser el órgano que menos tiempo aguanta fuera del cuerpo. De hecho, el hospital cordobés es el único de la comunidad autónoma que hace injertos pulmonares.

Estos 42 años han dejado muchos nombres para el recuerdo; algunos de esos trasplantados se quedaron en el camino, pero otros muchos siguen disfrutando de esa nueva oportunidad de la vida gracias a la solidaridad de un donante y al trabajo de los profesionales sanitarios.

La familia de Miguel Berni, en un acto organizado por el hospital en 2014. La familia de Miguel Berni, en un acto organizado por el hospital en 2014.

La familia de Miguel Berni, en un acto organizado por el hospital en 2014.

María Jesús Castillo, Tomás Cabello, Fernando Pastor, Ángela Bogarín, Raimundo y Valeriano Mínguez, Miguel Granados y Francisco Camacho son ejemplos de que donar órganos es sinónimo de regalar vida y, junto a otros compañeros, han querido agradecer esta labor en un vídeo difundido por el hospital cordobés.

La vida de Tomás Cabello, trasplantado de corazón hace dos años y tres meses, era limitada por su enfermedad hasta que llegó su órgano, por lo que da las gracias a los donantes ya que "sin ellos no estaríamos aquí, y a los profesionales del hospital que hacen que esto sea una realidad", dice en su mensaje. Después de 23 meses en lista de espera, su vida cambió y a día de hoy está en perfecto estado e incluso camina diez kilómetros diarios sin cansarse.

Fernando Pastor es lo más parecido a lo que podría considerarse un activista de la donación. A pesar de que es de Cádiz, viene a Córdoba cada vez que el Reina Sofía o la Asociación A Pleno Pulmón realiza un acto para dar testimonio de vida. En 2010 recibió un injerto bipulmonar que lo salvó y por ello siempre tiene palabras de agradecimiento para el equipo de trasplantes y, por supuesto, para "las familias que en un momento determinado dicen sí a la donación".

El hospital cordobés es el único que hace injertos pulmonares en toda Andalucía

"Han sido momentos inolvidables, gracias al Reina Sofía mi hermano y yo podemos tener una vida nueva", dice en su vídeo Valeriano Mínguez, trasplantado de corazón, al igual que su hermano Raimundo.

En su mensaje por el 42 aniversario, Carmen, trasplantada de médula en 2016, reconoce que fue "un camino duro", pero los profesionales "pusieron todos los medios humanos para que todo saliera genial y a día de hoy estoy aquí muy agradecida".Francisco Camacho recibió un hígado en 1998 que supuso "una segunda oportunidad para seguir viviendo con una mejor calidad de vida" gracias a "los avances de la ciencia y también a los donantes y equipos médicos".

Hace 11 años que Miguel Granados fue trasplantado de hígado y riñón y en este 42 aniversario resalta la "entrega, dedicación, profesionalidad y esfuerzo" del personal del hospital, que da "vida donde hubo muerte".

Hasta un poema han dedicado a los doctores del equipo de trasplantes, que "están salvando muchas vidas que daban por perdidas / eso tiene unos valores y, si no falla la memoria, / se merecen los honores de toda la humanidad". Lo escribe Francisco Roldán, padre político de un trasplantado, y lo dedica al doctor Pera –impulsor del programa de trasplantes, ya jubilado– y al que fue su equipo.

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