Un pregón inclusivo porque en el Carnaval no sobra nadie. El comparsista y autor Pedro Funes ha lanzado este mensaje en el emotivo e incluyente discurso que ha protagonizado este sábado en el Gran Teatro, donde le han acompañado varias agrupaciones (casi un centenar de personas) como forma de mostrarle la admiración que sienten por él. Jóvenes de la Asociación Down Córdoba han sido los protagonistas de este acontecimiento carnavalesco ya que el pregonero ha querido que esta sea una cita solidaria.

Por eso, el doctor Funes –porque este comparsista es médico de la sanidad pública– ha sacado su bata para introducir el pregón a modo de parodia cuartetera; todo ello junto a varios chavales con Síndrome de Down. Entre ellos y como pieza central ha estado Manuel Gómez, Sultán Simpatía de este año, que ha actuado como ayudante mostrando su desparpajo.

Tras esto, el pregonero ha hecho un recorrido por su trayectoria carnavalera, desde que comenzó a escuchar a la comparsa portuense Raza Mora cuando era un niño hasta la actualidad, ya que este mismo año tenía previsto actuar con Los soñadores, de Pablo Castilla, aunque debido a un problema de salud solo pudo participar en la presentación que el grupo hizo en la final del concurso.

Pablo Castilla y sus ‘soñadores’ le dedican un pasodoble para ensalzar su amistad

No se podía olvidar Funes de Miguel Amate, al que ha dedicado los primeros versos de su romancero: “Fueron leyes tus mil coplas / de la pluma más proscrita/ de la tinta más pura / que el agua de la Piedra Escrita”. A su vez, ha recordado que el pasado el pregón de Amate fue a beneficio de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

Él ha cogido su testigo para hacer de ésta una cita “inclusiva o incluyente con la Asociación Down Córdoba”. “Genética tan perfecta / cuestión de cromosomas. / Genética caprichosa / o la dejas o la tomas. / Ingeniería natural / creando ADNpuro. / Uniendo genes par a par / uno más en el veintiuno. / Un Down, puestos a sumar / es más rico que tú y que yo. / Dueño de la niñez eterna / y la bondad de corazón”, ha exaltado Funes, para luego aseverar que “no podemos tolerar que sufran exclusión o sean catalogados como retrasados o deficientes; debemos incluirlos y afirmar que simplemente son diferentes”.

Pedro Funes, durante su pregón.

El pregonero ha hablado de sus orígenes y su barrio, el Campo de la Verdad, momento en el que ha rememorado, emocionado, a sus padres, Dolores y Cayetano; y cómo una cinta de Raza Mora llegó a sus manos gracias a un amigo de su padre: “Raza Mora giraba en el Telefunken familiar de dos pletinas a modo de máquina de diálisis, inoculándose en la sangre el veneno del Carnaval”.

Y de ahí a entrar en la comparsa de Pablo Castilla siendo joven, para cuya prueba ha cantado el pasodoble Un 4 de diciembre de la agrupación portuense, que esta noche ha interpretado un grupo de comparsistas –la mayoría de los cuales ha salido alguna vez con Funes–.

Su trayectoria carnavalesca ha ido de la mano de Castilla y, como tal, su comparsa, Los soñadores, no ha faltado en el pregón. El autor le ha dedicado un pasodoble en el que ha ensalzado la “amistad sincera” que conservan desde que se conocieron: “Qué suerte tuve Perico de haberte conocido”, dice Castilla a su pregonero, que más bien es un "hermano".

La importancia de la cantera y la incorporación e integración de la mujer en el Carnaval han sido otros de los temas que Funes ha tratado en su discurso y que han sido acompañados por la actuación de un grupo infantil y por integrantes de la chirigota de la Koski, respectivamente.

Funes se abraza con varios componentes de 'Los soñadores'.

También ha habido un recuerdo para los cuarteteros cordobeses (única modalidad que él no ha tocado) y para Paco Luque y toda su familia, momento en el que componentes de la comparsa Malvados, la última de Paco, ha cantado una letra.

La chirigota ha ocupado otra parte del pregón de Funes, al igual que su faceta como autor, punto en el que ha recordado a Guillermo González y a José Antonio Medina Rumbeño. Luego, un recorrido por las comparsas de su autoría le ha servido para criticar las enemistades que existen en el mundo del Carnaval, “la carencia de humildad y de competencia sana”.

A su vez, ha denunciado la actitud de los “nuevos carnavaleros que creen que han descubierto América sin tan siquiera montarse en el barco” y la de los “fanáticos seguidores, ignorantes e irrespetuosos” para luego destacar que el “Ayuntamiento nos sigue tratando como infracultura”.

Por último, ha hecho un llamamiento a “todos los carnavaleros de Córdoba para que entierren el hacha de guerra”; a los grupos que se van a otros concursos los ha animado a que se queden; a los que pierden, que trabajen más para el próximo año; a la Carnavalesca que sea más transparente, al Ayuntamiento “que nos mime solo un poquito”; y al pueblo de Córdoba “que se involucre y se funda con nosotros en al mayor de los abrazos”.