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Carlos Colón
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Los recortes siguen afectando a la plantilla de trabajadores públicos de Córdoba, que no se recupera por ahora del tijeretazo que ha sufrido con la crisis económica y las políticas de austeridad. En la actualidad, las administraciones públicas emplean en la provincia a 43.878 trabajadores, una cifra que dista mucho de la que arrojaba el boletín de personal del año 2009 y que supone un mínimo casi histórico. La estadística que publica el Ministerio de Hacienda y Administración Pública señala que por aquel entonces la provincia contaba con una plantilla compuesta por 48.550 funcionarios. Esto significa que en los últimos siete años se han eliminado 4.672 puestos públicos, reduciendo un 9,62% el empleo que generan las administraciones.
Los entes locales -donde se incluyen los ayuntamientos y la Diputación- se llevan la palma en la destrucción de empleo público en Córdoba, con una reducción de su personal del 13,3% en el periodo analizado por el Ministerio. Así, si en el ejercicio 2009 trabajaban en las administraciones locales 11.980 personas, el último dato publicado señala que esa cifra ha bajado hasta los 10.382 empleados, o lo que es lo mismo, casi 1.600 personas menos entre los ayuntamientos y la Diputación. Pero hay más, ese descenso podría incluso ser mayor si se tiene en cuenta que entres los dos años comparados (2009 y 2016) hay algunas oscilaciones importantes en las plantillas de los ayuntamientos, como revela el hecho de que en 2014, por ejemplo, el número total de trabajadores de las administraciones locales era de 12.777 personas.
Uno de los motores de la provincia en cuanto al empleo público es la Junta de Andalucía. Tampoco se ha librado de los recortes en los últimos siete años, con una caída en su personal del 9,63%. Eso significa que si en la última estadística la estructura autonómica contaba en Córdoba con 23.344 trabajadores, en el ejercicio 2009 era de 25.834, es decir, 2.490 más que en la actualidad.
¿Dónde se concreta esa bajada? Pues el boletín estadístico del Gobierno precisa que el personal específico de las distintas consejerías es el que arrastra un mayor recorte, con más del 33% en los siete años analizados, de manera que se ha pasado de 4.127 contratados en este ámbito a 2.756, casi 1.400 menos. Dos de los servicios que más preocupan a los ciudadanos, como es la enseñanza y la sanidad, tampoco se libran de los recortes. En Educación, el descenso de la plantilla ha sido 514 personas (4,56%) entre los ejercicios 2009 y 2016, mientras que en Salud el decrecimiento llegó al 5%, con casi 500 empleados menos. En cuanto al personal de Justicia dependiente de la Junta de Andalucía, la bajada es de 109 trabajadores, que en términos porcentuales supone un -15,6%.
En cuanto al Estado, la bajada ha sido menor -un 4,55%-, pasando de una plantilla de 8.651 personas a 8.257. No obstante, en este caso se pueden hacer varias lecturas, porque no todas las áreas que dependen del Gobierno central han bajado en cuanto a número de funcionarios. De hecho, es el personal de los distintos ministerios y de sus organismo autónomos el que soporta todos los recortes, con una bajada del 10,27%, de manera que a día de hoy cuentan con 2.384 personas en sus dependencias en la provincia de Córdoba. Pero al margen de este dato, otros departamentos sí han aumentado su plantilla en este tiempo, aunque sea de manera casi testimonial. Es el caso de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que cuenta en la actualidad con 78 efectivos más, hasta alcanzar los 1.827. En Defensa, los datos en cuanto a empleo público también son positivos, con 182 empleados más, con lo que las Fuerzas Armadas suman un total de 3.388 personas. En Justicia, el aumento ha sido de 15 funcionarios y se llega a 182.
El estudio realizado por Hacienda muestra también la evolución del personal de las universidades. En el caso de la provincia de Córdoba la estadística apunta a un descenso del 9,1% desde 2009, con 190 trabajadores menos. Hace siete años, la Universidad empleaba a casi 2.100 personas y ahora no se llega a los 1.900, con lo que también se ha visto afectada por los recortes.
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