Córdoba

Los peritos discrepan de que hubiera abusos y maltrato en la Cruz Blanca

  • El fiscal concluye que las periciales ayudan a dar por probados los hechos, mientras la defensa lo pone en duda

Los tres peritos que han realizado informes sobre los supuestos episodios de abusos sexuales y malos tratos en la residencia de la orden de la Cruz Blanca discreparon ayer sobre la fiabilidad de los testimonios de las víctimas, según las conclusiones a las que llegaron las distintas partes implicadas al término de la sesión. El fiscal encargado del caso -que pide una pena de 20 años y seis meses de cárcel para el exresponsable de la orden en Córdoba, el hermano Manuel Ortiz, y tres y seis años de prisión, respectivamente, para otro religioso y un excuidador- dijo que los dos primeros peritos fueron "muy explícitos y aclararon dudas" en torno a la comisión de los supuestos hechos ilícitos, "tratando de arrojar luz para llegar a dar por probados los hechos".

Dichos informes se realizaron con "dificultad extrema dadas las cualidades y características" de las supuestas víctimas, a través de un trabajo "arduo, laborioso y metódico" basado en entrevistas personales con los discapacitados. A la opinión de estos dos peritos se unió una tercera prueba realizada por un médico forense y una psicóloga, y que fue encargada por la defensa de los acusados, que "ciertamente mantiene unas tesis tratando de explicar determinados supuestos fuera del área delictiva", según el fiscal. Este último estudio, concluido pocas semanas antes de que comenzara el juicio, se basa en las grabaciones a las víctimas, aunque no por ello pierde fiabilidad, según expuso el abogado defensor de uno de los acusados, Luis Roldán.

El letrado concluyó que las periciales han sido "buenas", en el sentido de que son "absolutamente favorables a que no hay ninguna prueba de la que se pueda deducir que los afectados dicen la verdad, por su alto grado de sugestionabilidad". "No hay forma de poder decir que son creíbles las manifestaciones de las víctimas", insistió, pues por sus perfiles "cambian de opinión constantemente". Según su opinión, las periciales no bastarían para "destruir el principio de presunción de inocencia". A ello se sumaría que "los abusos sexuales no han sido presenciados por ningún testigo y son meras manifestaciones" de los afectados.

La vista oral, que arrancó el lunes con la declaración de los tres acusados, terminó ayer a falta de las conclusiones finales, que tendrán lugar el próximo martes. Las cuatro sesiones han estado protagonizadas por las contradicciones, tanto de las propias víctimas como de los testigos y, ayer, de los peritos. Los tres acusados, por su parte, defendieron el lunes su inocencia ante el juez. El hermano Manolo, en concreto, explicó que fue "el ánimo de venganza" lo que motivó la denuncia que dio lugar al proceso. Se trataría de una "venganza", según dijo, por parte de algunos trabajadores con los que el religioso tuvo "puntualmente" algún "problema". Esta extrabajadora compareció el miércoles ante el juez y, si bien no expresó verbalmente que sentía animadversión hacia el principal acusado, sí se puede extraer esta conclusión de sus palabras, según dijo Roldán. Ningún testigo dijo haber visto algún episodio de abusos sexuales, aunque sí determinados golpes a los residentes.

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