Córdoba

El penúltimo paso al sacerdocio

  • El obispo, Juan José Asenjo, ordena a 11 diáconos a los que les pide que "no abandonen el camino" en una Eucaristía presidida por la Inmaculada Concepción

"Esta es la única vida que merece la pena vivir, una vida divina y en plenitud". Con estas palabras, el obispo, Juan José Asenjo, alentó ayer a los 11 nuevos diáconos durante la Eucaristía de ordenación de los seminaristas para que "no abandonen el camino" que han elegido, que culminará con su nombramiento como sacerdotes el próximo día 21 de junio.

Los seminaristas irrumpieron en la Santa Iglesia Catedral a las 11.30, acompañados de la imagen de la Inmaculada Concepción y medio centenar de sacerdotes que iban vestidos de celeste -la única ocasión que lo hacen en el año- en honor a la Virgen. La procesión fue seguida por centenares de fieles y familiares de los diáconos a través de pantallas gigantes instaladas en diversos puntos del templo, para no perderse detalle de uno de los momentos más importantes en las vidas de los seminaristas.

El obispo apeló en su homilía al amor y pidió a los jóvenes que no abandonen "la semilla buena sembrada en la infancia, a pesar de los obstáculos que se presenten". Asenjo se refirió a a dos dificultades. Primero hizo referencia al "miedo a que se nos tache de antiguos, retrógrados, raros por seguir los pasos de Dios" y esto -continuó-, "hace que nos escondamos". El obispo habló también de las "tentaciones" de "una sociedad secularizada" y dijo que "muchos abandonan la fe por conveniencia, se dejan llevar por lo cómodo, lo placentero, lo moderno y lo políticamente correcto", apostilló. A pesar de estos obstáculos, el obispo confió en que los nuevos diáconos ejercerán "el ministerio de la caridad". "Poned en el horizonte de vuestras vidas la santidad, sin excusas ni miedos", dijo. Uno de los momentos más emotivos fue cuando Asenjo preguntó por la dignidad de los candidatos a servir a Dios. Javier Algar, Agustín Alonso, Ángel Cristo Arroyo, Jesús Criado, Matías Fantini, Sergio García, José Antonio Jiménez, Ángel Lara, Bernardo López, Miguel Morilla y Emiliano Nguema Nguema reafirmaron su fe ante el obispo con ilusión por estar más cerca del sacerdocio, la meta con que ingresaron hace seis años en el seminario de San Pelagio.

En un día como el de ayer, festividad de la Inmaculada Concepción, el obispo evocó la imagen mariana e invitó a los diáconos a "acudir a Ella cada día y cada instante, ante cualquier tentación". Asenjo terminó diciendo que María "es la mejor compañía para este camino que inicias porque es el mejor ejemplo de obediencia y acogida de la palabra de Dios".

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