Las peñas de Córdoba encaran su relevo generacional: "Es un cambio de ciclo natural"

Sociedad

Las peñas Los Cachorros y Azahara de Ciudad Jardín han anunciado el cese de su actividad, lo que la Federación compensa con la entrada de dos nuevos colectivos esta misma semana

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Peña Los Cachorros, con su presidente, Rafael Reyes (en el centro), al frente. / Federación de Peñas Córdobesas
Fran Navarro

Córdoba, 28 de septiembre 2025 - 06:59

La falta de relevo generacional en las peñas de Córdoba es una lucha de los últimos años. Algunas de ellas están viendo cómo se complica su supervivencia en una sociedad en la que no han encontrado un relevo claro en el que sostenerse. Sin embargo, desde la Federación de Peñas Cordobesas aseguran que se trata de "un cambio de ciclo natural".

Una de las últimas en anunciar el cese de su actividad es la peña Los Cachorros, situada en la carretera de Trassierra y fundada en 1967, que ha iniciado los trámites para formalizar su disolución. Rafael Reyes lleva al frente de esta peña como presidente 43 años y, con todo su pesar, será su último dirigente. "Debido al mal momento que atravesamos hemos decido darla de baja de la Junta de Andalucía como entidad no lucrativa. Yo tengo 89 años y mi salud se está resintiendo bastante y ya no puedo más, aunque quisiera ya no puedo seguir con esto", explica apenado Rafael.

La peña Los Cachorros "comenzó siendo taurina en su inicio y era cuando más socios teníamos, pero el muchacho que apadrinábamos no llegó a triunfar y se reconvirtió a peña recreativa cultural. Nuestro número máximo de afiliados llegó en esa época y fue de 25 personas", relata.

"A los jóvenes no les llamamos la atención, hay una falta de relevo"

Los problemas comenzaron a llegar en 2021, "cuando los ocho socios inscritos entonces consideraron que la peña ya no era igual que siempre y decidieron romper con ella, porque ellos querían otra cosa. La peña siguió con el nombre, pero sin socios durante un tiempo y, fue gracias a mis contactos por lo que se llegaron a inscribir hasta 15 socios. Fue más por compromiso y amistad conmigo que por otra cosa; por eso, esa situación no podía durar mucho y ha acabado extendiéndose cuatro años", se lamenta Rafael.

"El problema es que a los jóvenes no les llamamos la atención, la cuestión es la falta de continuidad y de relevo en peñas como la mía. Ellos usan la peña para visitarla alguna vez al año, pero no tienen el interés de saber cómo funciona ni cuáles son sus problemas. Y una entidad como esta, si no cuenta con el interés de mantenerla viva, pues se muere. Mi peña ha muerto de soledad, yo la he estado abriendo día a día, mes a mes y no venía nadie", se queja Rafael.

Sin ayuda todo se complica

Rafael recuerda con cariño todas las actividades que su peña ha organizado desde su puesta en marcha, como el campeonato de dominó de hombres y mujeres, mientras que en Carnaval tenían la visita de un grupo que iba a cantar. De vez en cuando, continúa, "nos reuníamos para hacer algún perol". Ahora que la peña desaparece, Rafael considera que "pocas cosas más nos han quedado por hacer. Pero claro, los actos primero son caros de organizar y luego tienen mucho trabajo, que una persona sola no puede hacerlo. Además, cuando no tienes manos que ayuden todo es mucho más complicado, que es lo me ha pasado a mí".

Rafael es consciente de que la situación que atraviesa la peña Los Cachorros es la misma de otras entidades: "Sé que hay muchos problemas similares en casi la mitad de las peñas de la ciudad". Es más, recuerda con cierta nostalgia que en la urbanización Sagrada Familia, en la carretera de Trassierra, había diez peñas y ahora solo quedan dos, que también augura que van a desaparecer. También sale en defensa de estos colectivos y asegura que las peñas "tienen más cosas buenas que malas, pero por desgracia se oyen más las malas que las buenas".

La peña Azahara de Ciudad Jardín también dice adiós

La falta de relevo generacional también va a suponer la desaparición de la peña Azahara de Ciudad Jardín, que tiene más de medio siglo de vida y que a final de año cesará su actividad.

Eso sí, el colectivo ha hecho este anuncio a través de sus redes sociales, en las que ha publicado el siguiente mensaje. "La Peña Azahara comunica a sus colaboradores y amigos que, por acuerdo tomado en asamblea general extraordinaria, ha resuelto cesar su actividad e iniciar su proceso de disolución".

"Los fallecimientos de socios producidos en los últimos años, la delicada salud en la actualidad de algunos compañeros y las circunstancias propias de la edad de todos los componentes, nos hace cada vez más difícil de mantener el nivel que ha sido siempre santo y seña de nuestra querida peña a lo largo de sus 53 años de historia. Pero todo tiene un principio y un final. Queremos expresaros nuestro más sincero agradecimiento por el apoyo y el cariño que siempre nos habéis prodigado", reza el comunicado de despedida.

Llamada a la esperanza desde la Federación

Por su parte, desde la Federación de Peñas Cordobesas confirman que "recientemente dos peñas han tramitado su disolución. Pero eso está pasando desde hace 60 años, algunas cesan su actividad y otras nuevas surgen".

Su presidente, Juan Serrano, explica que esta misma semana se han dado de alta dos peñas nuevas, "es decir, que existe este proceso de que algunas caen y otras entran. Esto conlleva un proceso evolutivo y de cambio, pero mientras tanto vamos funcionando sin problema. Es verdad que las dos peñas que nos dejan son de las que más tradición tienen en Córdoba, pero el relevo va llegando con otras asociaciones nuevas".

El equipo directivo de la Federación de Peñas recoge la Bandera de Andaucía a los Valores Humanos el pasado febrero / Federación de Peñas Cordobesas

"Es natural que por edad o problemas de salud los presidentes más veteranos quieran dar un paso al lado, en otras ocasiones el problema es la dificultad para mantener los locales donde llevan a cabo las múltiples actividades culturales que realiza una peña", detalla Serrano, quien también reconoce que "nuestro error histórico ha sido querer mezclar a personas de varias generaciones dentro de una misma peña y pretender que convivan, lo que es prácticamente imposible".

De otra parte, como reconocimiento a la actividad de este tejido asociativo de la ciudad, el pasado mes de febrero la Federación de Peñas Cordobesas recogió, con Juan Serrano a la cabeza, la Bandera de Andalucía a los Valores Humanos. La Federación fue fundada en 1964 con el objetivo de agrupar a las diversas entidades peñísticas de la ciudad y coordinar sus actividades. Desde entonces, ha desempeñado un papel fundamental en la promoción y conservación de las tradiciones y la cultura cordobesa.

Un cambio de ciclo

Actualmente, la Federación cuenta con alrededor de 140 peñas inscritas, y para su presidente "no son las cifras de hace 20 años, cuando había unas 200 peñas, pero el número se ha ido manteniendo entre esas 140 y 150".

Serrano también matiza que "no se trata de una situación alarmante para las peñas de Córdoba, sino que es un cambio de ciclo. Nosotros estamos apoyando a las peñas que están entrando nuevas, que tienen una media de edad de 40 o 50 años y que están tomando el relevo de las que son más mayores y están desapareciendo. Y con la gente más joven, lo que hay que hacer es acercarla a las peñas, que puedan participar en los actos que les apetezca y formar parte de ellas de la manera que consideren".

No obstante, recuerda que a una peña hay de darle "una dedicación constante durante todo el año, es un día a día, ya que nuestra actividad no se centra en periodos concretos". A su juicio, "ese compromiso diario lo puede tener la gente que ya esté más asentada y que tenga más estabilidad laboral y familiar, algo de lo que la gente joven no suele disponer, ya bastante tienen con sacar para adelante su trabajo o sus estudios".

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