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A pesar de ser una práctica habitual, utilizar libros fotocopiados puede llevar a la cárcel. Los tres responsables de una academia de peluquería ubicada en la capital se sentarán la próxima semana en el banquillo de los acusados por un presunto delito relativo a la propiedad intelectual por el que la Fiscalía Provincial de Córdoba solicita, en total, tres años de prisión. Los encartados son los dueños del centro de formación de peluquería y estética -P. C. P. y M. P. S.- y una de las profesoras -cuya identidad responde a las iniciales M. A. T. A.
Según el informe provisional de acusación del Ministerio Público, los procesados impartían en su centro cursos de quiromasaje y, desde el año 2000, han empleado "como material didáctico fotocopias" de varios libros inscritos en el registro de la propiedad intelectual a nombre de otro autor. Así, sin haberle solicitado autorización "y todo ello con ánimo de lucro", emplearon los manuales en sus clases. Esto provocó que la academia rival experimentase "un descenso importante en el número de alumnos matriculados". La vista oral se celebrará la próxima semana en el Juzgado de lo Penal número 4 a lo largo de dos amplias jornadas. Por la sala de vistas desfilarán una decena de testigos.
Además de un año de cárcel para cada sospechoso, el Ministerio Público solicita una multa de 3.120 euros. El Código Penal castiga con penas de entre seis meses y dos años de prisión y multas de hasta 24 meses a quienes, con ánimo de lucro y en perjuicio de terceros, reproducen, plagian o distribuyen obras de todo tipo sin la autorización de los titulares de los derechos de propiedad intelectual. Los procesados por este tipo de delitos suelen ser vendedores de películas o discos piratas o de prendas falsificadas de marca. El pleito por usar libros fotocopiados, por tanto, es poco habitual en los juzgados.
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