Pablo Cánovas, mago: "Mi sueño es crear algo con Vicente Amigo, entre su guitarra y mi ilusión"

Es de Córdoba, pero la magia de su vida le ha llevado a viajar y hacer shows por todo el mundo, viviendo de lo que más le gusta. Él es Pablo Cánovas, que en esta charla con El Día repasa cómo fueron sus inicios y cuáles son sus sueños aún por descubrir. Todo en la antesala de su próxima actuación en la ciudad, el próximo jueves 24 a partir de las 22:00 en el Quiosco Joven, dentro de la programación de Planneo al Fresco.

Pregunta.¿Cómo empezó en el mundo del ilusionismo?

Respuesta.Empecé con diez años, aunque siempre he sido artista. Hice teatro de pequeño, y también música, pues tocaba la batería y guitarra, y cantaba también. Yo siempre he sido fan de Michael Jackson y, cuando falleció, estaba muy triste y me trajeron un mago, y ahí me enamoré de la magia. Así empecé, poquito a poquito.

P.Entonces, ¿qué es la magia para Pablo?

R.Es mi forma de vida, realmente. Me despierto pensando en magia, proyectos, producciones y me acuesto igual. Es mi día a día.

P.¿Qué proyecto significó para usted un antes y después?

R.El Circo del Sol. Cuando cumplí 22 años, comencé a trabajar en Estados Unidos, me mudé a Florida y empecé con un proyecto un poquito más grande. Me vieron y comencé a trabajar con ellos. Llevo cuatro años casi, haciendo producciones por Arabia Saudí, Estados Unidos, México... Hemos estado tres años de gira.

P.Personalmente, ¿cómo fue ese salto, ese cambio?

R.No me lo creía, fue algo que nunca me había esperado. No había pensado que yo podía llegar a trabajar para el Circo del Sol porque se ve para un artista como de otro planeta. Fue un salto profesional muy importante, pero a nivel personal también. También dice que lo que estoy haciendo está gustando.

P.Empezó a una edad muy temprana, pero, ¿tenía ya algún referente?

R.Siempre he tenido muchos referentes. Mira, aquí en España mi referente número uno es Jorge Blass, y en Estados Unidos, David Copperfield.

P.Bueno, y de proyectos, ¿cuál es el siguiente para Pablo?

R.Pues tengo muchísimos en mente. El jueves hago lo que yo llamo acústico de Pablo Cánovas, que no es un teatro con mil butacas o como cuando estuve en Broadway, que fueron 3000. Estarán 100 o 200 personas y haré una magia más cercana, que a mí me gusta mucho. Además, tengo muchas ganas porque será la única actuación que haga en español. Allí siempre actúo en inglés; hablar en tu idioma y tu tierra es genial.

P.Y si hablamos de sueños, ¿cuál le queda por cumplir?

R.Pues mi sueño no ha cambiado desde que era chiquitito, sigue latiendo igual de fuerte: compartir escenario con el genio Vicente Amigo. Desde pequeño, lo he mirado como quien mira una estrella, con respeto y admiración, y sueño con crear junto a él, algo nacido de la misma tierra: de su guitarra y mi ilusión. Y que sea un regalo para nuestra gente. Ojalá ese sueño se cruce con el suyo.

P.Ahora está por Córdoba, en las calles que le vieron nacer. ¿Viene mucho a España?

R.Vengo muy poquito, este año estoy aquí un mes. Estoy intentando negociar estar un poquito más, porque me gusta mucho Córdoba. Siempre que vengo, estoy aquí en mi barrio, con mi gente, con mis cosas.

P.¿La percepción de la magia cambia mucho en otros lugares en comparación con España?

R.Muchísimo. Aquí al mago se le sigue viendo con sombrero y conejo, pero en Estados Unidos es una persona súper cool.

P.¿Qué es lo que más le ha llamado la atención?

R.Aquí en España, aunque hay muchos referentes, el resto de magos que se dedica a esto profesionalmente no tiene tanto reconocimiento, el arte de la magia se sigue viendo para animar un cumpleaños o por algún bar. Al final, lo que nosotros hacemos es arte, entretenimiento; las mismas horas que echa un violinista, las echamos nosotros. La magia tiene una cosa curiosa, y es que ensayas muchísimo para que no se vea lo que haces. Allí en EEUU, los magos hacen muchas giras, televisión...

P.¿Qué pueden ver los espectadores en sus espectáculos?

R.Hay un poquito de todo. A mí me gusta mucho cuando el público participa, me lo paso genial. Eso hace que cada show sea totalmente diferente. Yo puedo planear mucho lo mío, pero nunca cómo la gente va a reaccionar cuando sube al escenario. Como esto es un espectáculo en vivo, al final estás disfrutando de lo que pasa en vivo, y yo lo disfruto mucho.

P.¿Hay algún tipo de magia o truco que le gustaría aprender?

R.Me gustaría la hipnosis, porque está muy ligada a la psicología y me encanta. Al final, la magia tiene un porcentaje de psicología siempre. Concretamente, tengo un buen amigo que hace muy bien la hipnosis y me flipa. La reacción del público es siempre "¿me lo creo o no me lo creo?", y me gusta esa atención.

P.¿Qué le diría a ese niño chiquito que empezó a los 10 años con esto de la magia?

R.Me lo diría a mí y a todo el mundo, que con ilusión y pasión no se nota el esfuerzo. Nunca tuve intención de nada, solo mucha pasión; me gustaba mucho lo que hacía y llegó un punto en el que necesitaba enseñárselo a la gente. Poco a poco se convirtió en mi profesión. Hay que creer en los sueños.

P.¿Pensó en dedicarse a otra cosa?

R.No. Me gusta la psicología, el diseño gráfico, pero es que no concibo la vida si no es en un escenario. Si no fuera mago, sería músico, porque estoy muy ligado al mundo de la música flamenca. Yo creo que hubiera sido percusionista.

P.¿Cómo animaría a las instituciones a que valoren más esta disciplina y la incluyan en sus programaciones?

R.Solo hay una forma. Porque tú contratas a un guitarrista, y tú no dices "no me gustan los guitarristas", dices "no me gusta este guitarrista". Con la magia pasa mucho, propones un show y te dicen "no es que a mí los magos...". Bueno, lo que yo propondría es que hubiera más criterio, o que se le preguntara a gente que lo tuviera. Invertir en gente profesional y buen espectáculo, así es como se eleva el arte.