La ola de calor ya está aquí: "Es importante tomar medidas preventivas"
Verano 2025
Beber dos litros de agua al día, evitar las horas centrales de calor y alimentarse con comidas de fácil digestión, entre las recomendaciones de María del Mar Cobos, jefa del servicio de Urgencias del Hospital San Juan de Dios
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A veces treinta y tantos, otras, más cuarenta. Los grados que marca el termómetro impresionan o atemorizan. Las altas temperaturas ya han inaugurado el verano cordobés 2025 y cualquier prevención es poca para resguardarse del daño que pueden causar en el cuerpo humano si no se toman las medidas adecuadas.
María del Mar Cobos, jefa del servicio de Urgencias del Hospital San Juan de Dios, ofrece algunas pautas desde el punto de vista médico para no asumir riesgos en esta temporada que se presenta. En primer lugar, comprender qué significa padecer un golpe de calor y no confundirlo con la deshidratación. "El golpe de calor es una condición médica grave que ocurre cuando el cuerpo se sobrecalienta y no puede enfriarse adecuadamente. Los síntomas más frecuentes son temperatura elevada, superior a 39º C, piel seca y caliente al tacto, pero acompañada a veces de sudoración excesiva, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, debilidad y confusión o desorientación. Los órganos afectados son los riñones por deshidratación, el corazón y, en ocasiones extremas, el cerebro", explica la doctora. En contrapartida, "la deshidratación se produce por la pérdida del organismo de líquidos y electrolitos, mientras que el golpe de calor es una condición más grave", señala.
Teniendo cuenta la gravedad del asunto, ¿qué efectos pueden tener estas temperaturas en el cuerpo humano? "Puede tener efectos graves en el cuerpo humano, especialmente en personas vulnerables, llegando a producir la afectación de órganos importantes e incluso la muerte". Por personas vulnerables se entiende, "niños y ancianos porque tienen menor capacidad de regular la temperatura corporal, personas con enfermedades crónicas como la diabetes y cardiopatías, trabajadores al aire libre, entre ellos, albañiles, agricultores, ganaderos, repartidores…", aclara Cobos.
Para evitar esos graves daños, existen una serie de medidas preventivas que se pueden adoptar. Cobos recorre la guía para un verano más seguro. Para quienes desenvuelvan sus labores al aire libre, el protocolo sería usar ropa ligera y fresca, es decir, que permita la transpiración y la evaporación del sudor, y beber suficiente agua, al menos 2 litros al día. Respecto a su jornada de trabajo, añade que es favorable tomar descansos cada dos horas en lugares frescos y sombreados, y una de las más importantes "evitar la exposición solar en las horas centrales del día sobre todo entre las 12 y las 17 horas".
Otro de los colectivos vulnerables son las personas con enfermedades crónicas, las cuales necesitarán un cuidado especial. "Las personas con enfermedades crónicas deben beber suficiente agua, zumos naturales o bebidas isotónicas, y evitar la deshidratación limitando la exposición al sol y deben permanecer en lugares frescos y sombreados".
Pero, además de las medidas a adoptar, ¿qué errores comunes comete la gente cuando intenta combatir el calor? Respecto a las equivocaciones que suelen ser frecuentes, se encuentran "no beber suficiente agua, no protegerse del sol, ya que la exposición al sol puede causar quemaduras y aumentar el riesgo de cáncer de piel", declara Cobos.
Sobre una dieta apropiada para estos niveles térmicos tan elevados, la doctora aconseja comer alimentos frescos y ligeros: frutas, verduras y ensaladas, evitando comidas copiosas y alimentos de difícil digestión. Sin olvidar beber 2 litros de agua al día y evitar la exposición solar prolongada en las horas centrales del día.
¿Y qué esperan los profesionales de este verano? ¿Habrá más daños para la salud que en otros? "El pronóstico depende de varios factores, incluyendo la duración y la intensidad de la ola de calor, así como la vulnerabilidad de la población que la sufre. Es importante tomar medidas preventivas y estar atentos a los síntomas del golpe de calor y deshidratación para poder tomar medidas cuanto antes si estos se presentan. Nos encontramos en una época en la que las horas diarias de sol son muy altas y, por tanto, el riesgo es mayor", concluye.
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