Un nuevo triunfo del 'botellón'
Miércoles de Feria de 2014
Miles de estudiantes se desplazan hasta la puerta de El Arenal con bolsas llenas de bebida para tomar unas copas antes de entrar en las casetas.



DESDE antes de las 16:00 un chorreo de jóvenes cargados con bolsas llenaban las paradas de autobuses de todos los barrios de la ciudad. Su destino estaba claro: llegar al recinto ferial para hacer botellón a su entrada. Poco a poco, el Balcón del Guadalquivir empezó a llenarse para celebrar la que ya se ha convertido en una cita tradicional el miércoles de Feria.
A pesar de que la temperatura acompañaba, este año la llegada a los bajos del parque de Miraflores fue progresiva, de forma que hasta las 19:30 aproximadamente no se dejaron de ver huecos en el tramo que va desde el puente del Arenal hasta pasado el Club de Piragüismo, casi en el inicio del paseo de la Ribera.
La imagen que se veía desde el puente era tan llamativa -parecida a un hormiguero humano-, que algunos turistas inmortalizaron el momento con sus cámaras. Tampoco se les escapó sacar una instantánea a los policías a caballo que vigilaban los alrededores de este espacio, que ya se ha convertido en el botellódromo de Feria.
Agentes de la Policía local y nacional velaron por que nadie entrara al recinto ferial con el típico kit de botellón -compuesto por botella de bebida alcohólica, de refresco, hielo y vasos de plástico-, y que los jóvenes tampoco se desviaran del camino hacia el Balcón del Guadalquivir. El perfeccionamiento en la técnica es tal que ayer se vio hasta alguna nevera de corcho para mantener el hielo más tiempo. Algunos cambiaron las botellas por garrafas de vino, tanto blanco como tinto, una costumbre que se está extendiendo.
Tampoco faltaron las camisetas con mensaje, un hábito que casi se ha convertido en un imprescindible para los grupos de estudiantes y amigos que acuden el miércoles a la Feria. Son de llamativos colores, con frases que comienzan en la parte delantera y finalizan en la espalda y que además guardan dobles sentidos. "Keep calm and feel the biology", "Ni te imaginas lo que puedo llegar a enseñarte", "En tiempo de crisis tu mayor inversión soy yo", "Tendré que darte un último repaso" o "Iba para veterinario pero me quedé en la feria" fueron algunos de los lemas que los estudiantes portaron, generalmente relacionados con la carrera que estudian.
Aunque para muchos el botellón ofrece una imagen muy negativa de la Feria y de la ciudad en general, lo cierto es que los estudiantes universitarios y de secundaria y jóvenes sin recursos económicos son, en su mayoría, fieles defensores. Gema, de Filosofía y Letras, explicó que "soy paupérrima y así la fiesta sale más barata porque con lo que te gastas en dos cubatas en las casetas, te compras un botellón. Hay que pensar en la economía".
Por su parte, Arancha, que estudia un ciclo de Fotografía, apuntó que hace botellón "porque en las casetas te dan garrafón y si nos compramos nuestro alcohol sabemos lo que bebemos". "Alcohol sí, pero de calidad", añadió esta joven que piensa que en estas concentraciones "te socializas y ligas con gente de tu edad porque en las casetas te encuentras muchos puretas".
Por otro lado, Paqui, de Veterinaria, indicó que el botellón es una buena idea porque somos cuatro y ponemos un bote de 20 euros, y con eso tenemos para toda la tarde". Además, añadió que "en las casetas no se puede fumar y con las copas apetece un cigarrito".
Manolo, que está en paro, llegó ayer de un pueblo de la provincia para pasar "un rato de cachondeo". Aunque ve "mal el botellón porque todo se queda hecho un asco, con botellas y bolsas tiradas por todos sitios", reconoce que su economía "no da para tomar más de dos cubatas en una caseta". En su opinión, "si esto no lo siguieran permitiendo, toda esta gente se iría a gastar en las casetas".
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