Los musulmanes detenidos tras orar en la Mezquita piden perdón

Religión Altercado en la Catedral

El juez los deja en libertad con cargos tras prestar declaración · Aseguran que el incidente no estaba planificado y que no eran conscientes de lo que hacían · Critican la agresividad con que se les trató

En el centro y a la derecha, los dos detenidos una vez puestos en libertad.
En el centro y a la derecha, los dos detenidos una vez puestos en libertad.
G. N. J. / Agencias /Córdoba-Viena

03 de abril 2010 - 01:00

La Juventud Musulmana de Austria (JMA), organización a la que pertenecen las personas que fueron detenidas el Jueves Santo en un altercado cuando oraban en la Mezquita-Catedral, pidió ayer perdón por sus actos y aseguró que los jóvenes no eran conscientes de las consecuencias de su actitud y que sólo pretendían, pacífica y respetuosamente, orar de acuerdo a sus creencias. "Hemos orado en actos interreligiosos tanto en mezquitas como en iglesias sin que pasara nada", afirmó Alexander Osman, portavoz de la organización y testigo de los hechos.

El juez que tomó declaración a los jóvenes los puso en libertad con cargos, retirando a uno de ellos su pasaporte de Sri Lanka. La versión de los hechos que acepta el juez es menos beatífica: cree que existió una actuación concertada, intencionada, y que se produjo un enfrentamiento con lesiones y varios delitos conexos aunque rechaza que se haya producido una tentativa de homicidio.

La versión de los jóvenes es que, embargados por la belleza del templo y la situación espiritual, un pequeño grupo de las 118 personas que estaban visitando la Mezquita-Catedral realizó "un acto irreflexivo y espontáneo" por el que presentó "sus disculpas a la Iglesia Católica y a sus fieles; nadie quiso provocar ni herir los sentimientos religiosos de nadie". "Lamentamos mucho lo sucedido", aseguró, al afirmar que sólo se trató de un problema de información.

La tesis de los miembros de la JMA es justo la contraria de la divulgada por el Cabildo el jueves por la tarde noche y sostenida por el juez, que entiende que actuaban a sabiendas de que no está permitido el rezo musulmán en el templo. Afirman que no se trató de un acto organizado y que no hubo más agresividad que la de la seguridad del templo y la Policía cuya actitud "fue agresiva, grosera y desproporcionada", dijeron.

Lo que sostiene el juzgado, por contra, es que el enfrentamiento se produjo por la intervención de un grupo de jóvenes que tenía la misión de garantizar la seguridad del grupo y que impidió el acceso de los vigilantes a la persona que dirigía el rezo. El juez reseña que fue en ese momento cuando se produjo un forcejeo que acabó con un puñetazo en la cara del vigilante de seguridad.Alexander Osman afirmó que el gesto de un chico con muletas fue malinterpretado como una agresión, lo que generó el altercado. También aseguran que no se sacó ningún cuchillo sino que uno de los jóvenes lo llevaba encima y le fue incautado. El juzgado afirma, por el contrario, que uno de los imputados, M. S., sacó una navaja de diez centímetros de hoja y cuatro de ancho para amedrentar al vigilante y llegó a lanzar una cuchillada al pecho.

Alexander Osman denunció la violencia verbal y física padecida por los miembros de su organización y afirmó que uno de los miembros del grupo recibió una "paliza humillante" por la que tuvo que recibir atención médica. Afirmó además que sólo recibió atención en español con frases como "esto es una guerra, te vamos a matar" y que se le dio de comer cerdo -alimento prohibido para los musulmanes- durante el tiempo que estuvo detenido en todas las comidas salvo una.

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